Entrevista > Marián Cáliz / Arquitecta y expedicionaria (Elche, 23-septiembre-1972)
La arquitecta ilicitana Marian Cáliz acaba de cumplir, a sus 48 años, un sueño que se había propuesto junto a cuatro expedicionarias más, tras ser seleccionadas entre mil mujeres de toda España para dar la vuelta a la península en un barco.
Se trata de cinco valientes mujeres que han superado un cáncer y han tomado la decisión de cambiar sus vidas y enfrentarse al reto para poner sus cuerpos y sus mentes al límite con varios objetivos: demostrarse a sí mismas que tras superar un cáncer la vida puede retomarse con normalidad, visibilizar la enfermedad para ayudar a otras mujeres en la misma situación, concienciar a los líderes de opinión de la importancia de invertir en investigación contra el cáncer, y transmitir a la sociedad sobre los beneficios de llevar una vida sana y realizar ejercicio físico para prevenir cualquier tipo de enfermedad.
Mucha vida tras la enfermedad
Ver a estas aventureras es ver representadas a todas esas mujeres que luchan cada día contra el cáncer que padecen. Tienen la gran responsabilidad, por ellas y por todas esas pacientes, de demostrar que después del cáncer se pueden hacer miles de cosas y de que existe aún mucha vida después de la enfermedad.
1.530 millas náuticas recorridas, cuatro etapas, seis puertos, dos mares y un océano en doce días, han sido las cifras de esta expedición que ha llenado de vida a las cinco valientes después de surcar los mares.
Partieron desde Bilbao hasta Barcelona navegando por el Cantábrico, Atlántico y Mediterráneo, atravesando el Estrecho y realizando paradas en los puertos de Cádiz, Málaga y Valencia para finalizar en la ciudad condal. La directora deportiva es la campeona olímpica Ángela Pumariega, que les ha acompañado para que no corrieran ningún riesgo.
¿Cómo empezó todo?
En un principio la idea era ir a Jordania a escalar una montaña rocosa en un desierto del país, pero la llegada de la pandemia hizo cambiar de expedición a los organizadores de reto Pelayo y decidieron no salir de España y cambiar por completo la disciplina deportiva para la que nos habíamos preparado.
De repente era pensar en un gran barco de regatas de veintidós metros de eslora, con velas de cientos de metros cuadrados sin tener experiencia en navegar, y me sentí como conduciendo un fórmula 1 sin saber conducir, pero después de cinco meses de entrenamiento acepté el reto y aquí estamos ya de vuelta y encantada con la experiencia.
«Un día me noté un bulto en el pecho y empezó la carrera de obstáculos»
¿Qué piensas ahora al mirar atrás?
Yo siempre había hecho deporte, pero como consecuencia del trabajo y la llegada de mis hijas tuve un parón de seis años y dejé de cuidarme y de pensar en mí, y a ver el futuro bastante incierto. De repente un día me noté un bulto en el pecho y ahí empezó una auténtica carrera llena de obstáculos en la que pensaba que no iba a lograr llegar a la meta. Afortunadamente la lucha ha merecido la pena y aquí estoy llena de vida y de retos por cumplir.
Empecé a pensar qué cosas había hecho mal y entre esas cosas estaba que había dejado de hacer deporte y de pensar en mi misma, y que me había volcado en exceso en el trabajo exigiéndome demasiado. Era el momento de replantearme las cosas que realmente merecían la pena.
Para mí ahora lo más importante es sobre todo tener salud y no olvidar nunca que la vida es un regalo que hay que disfrutar, que hay que dormir lo suficiente para estar bien y saber aparcar los problemas hasta el día siguiente. Para mí vivir es un privilegio y he tenido la suerte de tener una segunda oportunidad.
«Lo mucho que queda por hacer en prevención e investigación es lo que nos incentivó a este reto»
¿La prevención es lo más importante? ¿Hacemos lo suficiente?
Es muy importante estar alerta y utilizar todos los medios de prevención que la medicina pone a nuestro alcance. Queda mucho por hacer en prevención e investigación y por eso hemos llevado a cabo este reto, para visibilizar una realidad, que es que la investigación es fundamental para seguir avanzando tanto en la prevención como en el tratamiento del cáncer. Yo quisiera saber de una vez por todas por qué una de cada ocho mujeres padece cáncer de mama y por qué aún no sabemos la razón.
«Quisiera saber por qué una de cada ocho mujeres padece cáncer de mama»
Y una vez superada la enfermedad sobre todo hay que tener buenos hábitos, mucho ánimo y rodearte de gente que te quiere y que te da apoyo y energía. Para mí fue fundamental el cariño y el interés de mi familia, que no me dejó sola en ningún momento.
Y sobre todo es importante, una vez superada la enfermedad, ayudar a otras mujeres que están atravesando por lo que tú ya has pasado, y recordarles que no están solas y que tienen muchas posibilidades de salir adelante.
¿Crees que la pandemia está perjudicando en el tratamiento o el diagnóstico del cáncer?
Con los tratamientos que están en marcha no hay problema, al menos yo no lo he tenido con mis revisiones periódicas y mi oncóloga me ha tratado en las mismas condiciones que antes, pero creo que el tema del diagnóstico precoz se ha dejado un poco de lado por el desbordamiento que provoca la covid.