El parque de naturaleza y animales Terra Natura Benidorm ha cedido un águila perdicera (Aquila fasciata) y un ratonero común (Buteo buteo) al centro de educación medioambiental Dancos de lillo (Toledo), un espacio especializado en fauna ibérica donde ambas aves cohabitarán con otros ejemplares de su misma especie y participarán en programas de reproducción, o bien de carácter educativo y divulgativo para concienciar a la población sobre los problemas de conservación de las especies rapaces.
El águila perdicera fue trasladada a Terra Natura Benidorm en 2012 tras sufrir un choque en un tendido eléctrico que le hizo perder un ala. En el caso del ratonero llegó al parque en 2017 después de que las fuerzas de seguridad del Estado realizaran una incautación a un particular, que lo criaba de forma ilegal. Al estar acostumbrado a las personas no podía ser reintroducido en la naturaleza. El equipo de cuidadores del parque han cuidado desde entonces a ambas aves irrecuperables en sus instalaciones.
En la actualidad, el complejo de conservación benidormense cuenta con un grupo de aves irrecuperables de 11 animales, en el que destacan especies como un halcón de Harrys, dos buitres leonados, un cárabo, dos cernícalos americanos y un cernícalo común, un cuervo, una lechuza común, un ratonero y una cigüeña común. Terra Natura Benidorm mantiene varios convenios con la Administración para acoger en su recinto algunos de estos ejemplares que no son viables para su suelta en estado silvestre.
Decenas de aves sufren anualmente accidentes que les impiden ser reintegradas al estado silvestre, por lo que la existencia de centros de recuperación resulta esencial para garantizar su curación y reintegración al medio natural. Para aquellos ejemplares donde la reintegración no es posible debido a los problemas que padecen, resulta imprescindible la existencia de una red de centros zoológicos de acogida donde se asegura su supervivencia y bienestar.
Estado de conservación sensible
El águila perdicera es un ave rapaz especialmente sensible en materia de conservación, ya que está protegida por la CITES I. El ave cedida se trata de una hembra con capacidad de reproducción, por lo que a pesar de haber perdido un ala si se une a otro ejemplar podrá tener polluelos, que cuando crezcan y se independicen podrán ser introducidos en su entorno natural.