Entrevista > Carolina Pascual Gracia / Ex gimnasta rítmica olímpica (Orihuela, 17-junio-1976)
Fue en 1992 cuando una joven de dieciséis años llamada Carolina Pascual Gracia logró la que fue la primera medalla de la gimnasia rítmica española en unos Juegos Olímpicos; una medalla de plata que consiguió en la clasificación individual.
Un año más tarde sorprendió a todos anunciando su retirada como deportista. Desde entonces, ha estado ejerciendo como entrenadora de rítmica para centenares de jóvenes promesas. El año pasado estuvo entrenando a la selección de gimnasia rítmica de Noruega para el Campeonato Mundial que se disputó en Bakú.
¿Cómo llega una niña oriolana a unos Juegos Olímpicos?
Empecé a practicar gimnasia rítmica con siete años, cuando mi profesora de ballet, actividad que realizaba desde los cuatro años, le comentó a mi madre que tenía cualidades para este deporte.
Como por entonces en Orihuela no se podía practicar gimnasia rítmica, mi madre me llevaba a entrenar a Alicante. Ya con doce años me comunicaron que iban a realizarse unas pruebas de gimnasia rítmica en Madrid. Pregunté que si con dichas pruebas existía la posibilidad de poder ir a unos Juegos Olímpicos. En cuanto me dijeron que sí, no lo dude. Cogí el avión al día siguiente.
Durante cuatro años entrenaba doce horas diarias
Una vez llegas a Madrid la seleccionadora Emilia Boneva, tristemente fallecida el año pasado, te convoca para la Selección Española de gimnasia rítmica, ¿cómo fue trabajar con ella?
Creo que no volverá a haber otra entrenadora como Emilia. No sólo ejerció el papel de entrenadora sino que también ejerció el papel de madre, porque por aquel entonces las dieciocho deportistas de rítmica vivíamos en una casa de la localidad madrileña de La Moraleja junto a la entrenadora.
Allí estuve durante cuatro años en los que no estudiábamos, sino que entrenábamos de lunes a sábado hasta doce horas diarias como si cada día fuesen unos Juegos Olímpicos. Al final, si quieres un buen resultado tienes que currártelo.
Cuatro años en los que vas consiguiendo éxitos en campeonatos nacionales y europeos hasta que aterrizas en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. ¿Cómo lo recuerdas?
Fue emocionantísimo. Recuerdo que en el desfile iba por detrás del que era en aquel momento el príncipe Felipe VI. Cuando pasamos por delante de los reyes sentía los nervios, la emoción, tener los pelos de punta.
Me impresionó ver a tantísimas personas concentradas con multitud de banderas. Además, las instalaciones de la Villa Olímpica de Barcelona eran excepcionales, recuerdo incluso que llegué a comer junto al ex jugador de baloncesto Michael Jordan. Como los Juegos Olímpicos no hay evento deportivo igual.
¿Cómo viviste esos primeros meses de pasar del máximo reconocimiento por tus éxitos deportivos en los JJ.OO. a una vida normal?
Muy mal porque caí enferma del cansancio, teniendo que estar incluso hasta tres semanas en cama. Estaba muy cansada y agobiada ya que, además, era el centro de atención y todo el mundo quería saber sobre mí.
Recuerdo que llegué al Colegio Santo Domingo de Orihuela y los niños casi me asfixiaban, el director del centro me recomendó incluso que no apareciese por las instalaciones durante un par de meses para ver si así se olvidaba la gente de mí y poder retomar más tarde mis estudios. Es una parte de mi vida que no me gusta ni recordar.
Tras su paso por los JJ.OO. de Barcelona anunció su retirada
Un año después de tu paso por los Juegos Olímpicos, te retiras con apenas diecisiete años.
Tras los JJ.OO. de Barcelona me rogaron que participase en el Campeonato Mundial de Alicante y aunque no estaba en mis mejores condiciones, porque arrastraba una lesión que tuve poco antes del Campeonato Mundial de Gimnasia Rítmica de 1992, conseguí hacerme con otra medalla de plata. Tras mi paso por el campeonato, decidí poner punto y final a mi etapa como deportista en activo para centrarme en mis estudios.
¿Te arrepientes de haber tomado esa decisión?
Es cierto que años después me doy cuenta de que podría haber continuado, porque además a las deportistas de hoy en día las preparan para tener un futuro. En mi caso, cuando me retiré siendo medallista olímpica me sentía perdida. No tenía ni publicidad, ni patrocinadores, ni estudios. No tenía absolutamente nada.
En la actualidad
Tras su retirada a los diecisiete años, Carolina Pascual Gracia decidió retomar sus estudios de nuevo. Además, se sacó el título de Entrenadora Nacional de Gimnasia Rítmica.
Actualmente gestiona su propio grupo de competición
Desde entonces ha estado formando a centenares de chicas deportistas de la Vega Baja. Tiempo después decidió buscar nuevas oportunidades y así, desde hace trece años, vive en la Comunidad de Madrid donde gestiona su propio grupo de competición, a la par que trabaja con una cadena de gimnasios y con el Comité Olímpico Español.