Carolina Cerezuela / Actriz, presentadora y cantante
Actriz, presentadora, cantante… Carolina Cerezuela (Elche, 14-enero-1980) es así de polifacética.
Últimamente la estamos viendo en TVE compartiendo fogones en el programa gastronómico ‘Como Sapiens’, y ha aprovechado estos meses, en los que la pandemia nos ha hecho frenar en el tiempo, para ensayar sus canciones y perfeccionar su guitarra.
En los últimos años la vida la sonríe al lado de su marido, el tenista Carlos Moyá con quién tiene 3 hijos. Vive en Mallorca desde entonces, aunque no olvida sus raíces y está deseando que la situación por la que estamos pasando le deje volver pronto a visitar su tierra.
«Ojalá en algún momento del programa me envíen a mi tierra a cocinar con los grandes cocineros que tenemos allí»
¿Cómo te va con tu nueva faceta gastronómica en ‘Como Sapiens’?
Bueno, yo soy mejor como pinche que como cocinera. Se me da muy bien ayudar en la cocina, de hecho en mi casa a quien se le da bien cocinar es a Carlos. Lo mío es echar una mano y acompañar sirviendo una copa de vino y una buena conversación.
La verdad es que en ‘Como Sapiens’ estoy aprendiendo muchísimo, visitando a grandes cocineros mallorquines que nos están mostrando la gran riqueza de productos y gentilezas gastronómicas de Mallorca. Cada receta representa la tierra a la que pertenece, y es una forma de mostrarlo a los demás y enseñar cómo hacerlo.
Ojalá que en algún momento del programa me envíen a mi tierra a cocinar con los grandes cocineros que tenemos allí.
¿Echas de menos en Mallorca nuestra gastronomía?
No, porque tengo la suerte de tener allí a mi madre que es una gran arrocera y amigos que conocen muchos de nuestros platos. Eso me permite seguir comiendo un buen arroz a banda, un arroz con costra o cualquier otro de nuestros platos típicos, que te hacen llevar mejor la nostalgia que en ocasiones se tiene cuando vives lejos de tu tierra.
¿Cuando tienes previsto venir por aquí?
Eso quisiera yo saber; lo estoy deseando porque tengo familia y amigos a quien quiero ver, pero la situación que estamos viviendo no nos lo pone fácil y es mejor moverse lo menos posible hasta que todo esto pase. Lo veo por el momento difícil tal y como pinta el invierno.
Acaba de grabar dos nuevas canciones y afronta una nueva faceta gastronómica en TVE
¿En qué punto está ahora tu faceta de cantante?
Está claro que todos los sectores están afectados por la pandemia, pero el mundo de la cultura es uno de los más perjudicados. A ello hay que sumar lo difíciles que son ahora los desplazamientos entre ciudades, por las restricciones, lo que te imposibilita ir de gira y hemos tenido que cancelar actuaciones.
Para lo que sí me ha servido todo este proceso es para hacer nuevas canciones, de hecho he grabado dos temas nuevos que lanzaré en el momento que sea más adecuado para ello. Lo bonito es presentarlas y poder ir de promoción y eso en este momento es imposible.
Ojalá pronto podamos hacer aunque sea pequeños conciertos intimistas, ya que tal y como están las cosas es lo único que espero que se pueda y que también es bonito porque te permite tener un contacto mucho más directo con el público.
«Para mí la guitarra es un instrumento que te ancla y es muy terrenal»
¿Saldrás al escenario con tu guitarra?
Sí. Para mí la guitarra es un instrumento que te ancla y es muy terrenal. Si tuviera que ensayar por ejemplo en casa acompañada solo por mi voz sería muy diferente a cuando me acompaña mi guitarra. Cambia incluso la voz, y este tiempo me ha servido también para practicar mucho, tocarla mucho mejor y hacerla mucho más mía.
¿El deporte forma parte de tu vida?
El deporte en nuestras vidas y en la de nuestros hijos es una actividad diaria y es algo que todos deberíamos incluir. Aunque solo sea andar una hora al día ya es importante para nuestra salud. Mis hijos, como es lógico, entre los deportes que practican está el tenis pero también les gustan otras disciplinas, y yo práctico deporte a diario. Creo que la educación hacia el deporte es fundamental.
¿Cómo habéis vivido los últimos éxitos de Rafa Nadal?
Ya te puedes imaginar, con una mezcla de alegría, orgullo e ilusión. Ten en cuenta que mi marido, Carlos Moyá, no solo es el entrenador de Rafa y le acompaña en todas sus competiciones, sino que son amigos íntimos desde muy pequeños. Nunca ha existido entre ellos ningún tipo de rivalidad porque ambos tienen un gran espíritu deportivo y ante todo son grandes amigos y muy buenas personas. Lo hemos vivido y celebrado con él con una alegría inmensa.
Ha sido un soplo de aire fresco y por fin una gran noticia, no solo para nosotros sino para todos los españoles en estos meses tan duros. Además, es una persona que tiene la cualidad de despertar un sentimiento de admiración y respeto no solo por sus cualidades deportivas sino por su calidad humana.
¿Cómo estáis viviendo esta situación por la que estamos atravesando?
Lo estamos viviendo con relativa calma, porque como las noticias cambian tanto de un día para otro vamos poco a poco viendo cómo evolucionan los acontecimientos.
Dentro de todo lo malo que supuso el confinamiento, hemos podido disfrutar Carlos y yo de nuestros hijos más que nunca y estar todos juntos. Y para los hermanos les ha servido para relacionarse y conocerse mucho más, estudiar juntos y estar unidos las 24 horas. Intentábamos amoldarnos a la situación porque no había otro remedio.
Mallorca es una isla tranquila y en términos de pandemia no es de los sitios más afectados, y hacemos una vida tranquila que es lo que ahora toca.
¿Qué proyectos tienes?
No es momento de pensar en muchos proyectos a pesar de que hay cosas a la vista, pero prefiero hacer las cosas con calma. Mientras no tenga la seguridad de poder moverme con tranquilidad sin exponerme yo ni a mi familia, no voy a aceptar más trabajos por el momento. Creo que ahora toca ser prudentes y más adelante ya veremos.
¿Cómo vais a pasar la Navidad?
Estas van a ser unas navidades atípicas, porque entre que no podemos reunirnos más de seis y por otro lado el toque de queda, la cena de Nochebuena, por ejemplo, o la de Nochevieja se vuelven muy complicadas si las restricciones siguen igual. Lo celebraremos como siempre en casa pero en esta ocasión con menos familia, como el resto de los españoles. Una Navidad extraña que nos ha tocado vivir y que ojalá no se repita.