Hace años que Hidraqua, de la mano de sus empresas participadas, trabajan en un modelo de economía circular que permita el aprovechamiento de todos los recursos que se generan en el ciclo integral de agua. Así, desde 2010 Hidraqua, Aguas de Alicante y Agamed cuentan con un convenio con Universidad Miguel Hernández, a través del Grupo de Investigación Aplicada en Agroquímica y Medio Ambiente, para el desarrollo de un estudio que permita aprovechar los lodos de las depuradoras en la producción de compost para agricultura. Este convenio se ha ido renovando desde entonces y ha permitido incluir, además de estos lodos, otros residuos que se generan habitualmente en las ciudades como son los restos de las podas.
En el último año, estas entidades han buscado ir un paso más allá y han centrado el estudio en conseguir que el compost generado mantenga la misma calidad que se estaba obteniendo hasta el momento, pero con un tratamiento de residuos mucho más ambicioso.
En concreto, el estudio está diseñado para conseguir que la planta de compostaje que se ejecutará en Pilar de la Horadada sea capaz de producir un compost de gran calidad a escala industrial para su comercialización. Esta instalación, propiedad de la EPSAR, estará diseñada, producida y explotada por una empresa del grupo Suez, grupo al que también pertenece Hidraqua, junto con Pavasal. Esta planta se encargará de tratar 20.000 toneladas al año de lodos procedentes de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales del litoral de la Vega Baja, en concreto de las instalaciones de Pilar de la Horadada, San Miguel de Salinas, Torrevieja y Orihuela Costa.
Juan José Alonso, gerente de Hidraqua; Jorge Ballesta, gerente de Agamed; Amelia Navarro, directora de Desarrollo Sostenible de Hidraqua y los responsables técnicos del proyecto por parte de la UMH e Hidraqua, Raul Moral y David Santacreu, han visitado estas instalaciones para conocer de primera mano los resultados del estudio y la calidad del producto obtenido.
Durante la visita, se ha expuesto que en poco tiempo, en COMPOLAB han conseguido recorrer con éxito el camino de obstáculos que lleva desde la producción del compost resultante en el laboratorio, hasta el escalado, primero semi-insdustrial y después industrial.
Además, algunos de los productos desarrollados ya se han utilizado con éxito en campañas de repoblación de carácter autonómico.