Leo Harlem / Humorista
Después de un 2020 francamente para olvidar, no se nos ocurre mejor manera de comenzar este nuevo año que con risas. Y la buena noticia es que lo vamos a tener muy fácil, pues el humorista Leo Harlem (Matarrosa del Sil -León-, 16-noviembre-1962) viene a Alicante. Concretamente estará en el Teatro Principal los días 19 y 20 de enero para hacer su espectáculo ‘Deja que te cuente’.
Leo empezó realizando monólogos en bares de Valladolid y hoy en día es uno de los cómicos más consolidados de España. Ha hecho televisión, cine y radio… siempre en clave de humor. Ni siquiera la pandemia ha conseguido detenerle en su obsesión por sacar siempre punta a las cosas más mundanas de la vida.
¿Cómo te metiste en esto de la comedia?
Llevaba varios años trabajando en hostelería, hasta que el dueño de un bar me propuso probar a hacer un monólogo porque le parecí un tipo muy gracioso. Yo al principio pensaba que era una broma, pero la cosa cuajó. Y al final acabé presentándome al Club de la Comedia.
Supongo que trabajar en bares te proporcionaba mucho material de trabajo, porque por allí pasa de todo…
Totalmente. Trabajé tanto en la hostelería como de panadero durante años, y es cierto que aquello fue un campo de entrenamiento excepcional porque te encuentras a personas de todos los tipos y edades. Al final el atender al público es una escuela no solo de humor, sino de la propia vida.
Por aquella época todavía no estaba muy desarrollado el monólogo en España. ¿Fue difícil ser de los primeros?
Es cierto que hasta el Club de la Comedia no existía el monólogo como tal. Solo había algunos tíos muy grandes como Gila que contaban chistes largos. Aquel programa de televisión fue un bombazo, y permitió un cauce nuevo para el humor.
Yo te conocí sobre todo por ‘El Club del chiste’. Un programa de formato sencillo, pero que fue un gran éxito.
Sí, para mí fue todo un detonante. A priori íbamos a hacer unos trece programas y al final grabamos más de cien. Además justo después del Telediario, en prime time.
A partir de ahí me fueron llamando para otros programas como el de José Mota o ‘Sé lo que hicisteis’. Aunque mi especialidad sean los monólogos, el chiste también me gusta mucho. Es un género excepcionalmente amplio. Tienes en un lado a Eugenio, al otro a Chiquito, y en medio un espacio inmenso en el que puedes hacer de todo. Yo creo que es como la copla, algo que no se irá nunca. Dentro de miles de años seguiremos contando chistes.
«Anabel Alonso me dio muy buenos consejos cuando empecé en la televisión»
Acostumbrado a actuar en bares, ¿te costó adaptarte al ritmo tan frenético de la televisión?
Pues mira, la verdad es que siempre he sido muy bien recibido en todos los lados. Te diré que me ayudó mucho Anabel Alonso dándome buenos consejos. Es una mujer capaz de hacer de todo, desde un papel dramático hasta el personaje más loco posible. Y también una trabajadora incansable; recuerdo que cuando estábamos en ‘El Club del chiste’ grabábamos desde primera hora de la mañana y luego por la tarde se iba al teatro.
Éste es un trabajo grato y divertido, pero también muy serio. Hay que echarle muchas horas para que salga todo rodado, y en los días que uno está mal toca apretar los dientes. Yo tanto en la televisión como en el cine siempre me he dejado aconsejar mucho por todos estos grandes que llevan ya más horas de vuelo que el águila imperial.
«En momentos complicados la gente valora más los contenidos de humor, ya ocurrió en la anterior crisis»
Hablando de cine, vaya exitazo fue la segunda parte de ‘Padre no hay más que uno’. Yo creo que una película tan divertida cayó como un bálsamo para los españoles, en plena pandemia.
De hecho la primera película que se estrenó tras el cierre por la pandemia también fue mía, la de ‘Superagente Makey’. Pero es cierto que ‘Padre no hay más que uno 2’ ha funcionado como un tiro, lo cual ha sido toda una campanada en los tiempos que corren. También hay que entender que es una peli muy familiar, de las que suelen ir los padres con los hijos y hasta los abuelos al cine.
Yo me descubro con Santiago Segura, un tipo capaz de hacer pelotazos con todo un macarra como es Torrente y luego también con una película tan familiar como ésta.
Es cierto que en momentos como éstos la gente valora más el humor, ya ocurrió en la crisis anterior. Es normal, estamos cada vez más cansados de malas noticias y reírnos nos da una fuerza especial. ¿Y por qué hace tanta gracia esta película? Pues porque se cachondea de aquellas pequeñas miserias de la vida que a todos nos hartan como los grupos de whatsapp de los padres, los arranques de la suegra, etc. Nosotros lo que hacemos es convertir esas cosas en algo tangible para mostrar que nos ocurren a todos.
Además fue muy valiente haberla sacado ahora, cuando tantos directores han preferido retrasar los estrenos.
Sí, muchísimos. Yo mismo he participado en el doblaje de varias películas de dibujos animados que ahora mismo están paradas. Y te voy a decir una cosa, me da la sensación de que algunas van a ir directamente a plataformas. Sin embargo Segura se la jugó y le fue bien. Pues olé por él.
Cuéntanos en qué consiste tu espectáculo ‘Deja que te cuente’ con el que vienes a Alicante en enero.
Es un popurrí de monólogos que hecho durante mucho tiempo, aunque los he actualizado. Dura unos 90 minutos y está funcionando muy bien en todos los lados. Es Leo Harlem en estado puro, y la gente va a salir del Teatro Principal con una sensación de mucho cachondeo. Además Alicante siempre ha sido una plaza donde he trabajado muy a gusto.
Para mí, tu gran aportación al mundo de la comedia es esa capacidad que tienes de descubrir la gracia en cosas rutinarias que antes de escucharte yo ni sabía que la tenían.
Yo me esfuerzo por buscar la risa en las chorradas de la vida, ahí es donde pongo el ojo. Es lo que me gusta. Reírme por ejemplo de los anglicismos, porque ahora ya no hay una frase entera en español. Vas por la calle y todo es inglés: ‘Afterwork’, ‘burger’, ‘fast food’, ‘coffee with milk’… Cosas que dices “¡pero si esto ya está inventado!”.
Esto lo cuento con una cierta gracia y a la gente le llega. También es cierto que el humor es como la música. Hay gente que le gusta el heavy metal, la música clásica, el pop… y luego está al que le gusta todo. Así que por supuesto hay quien no se ríe conmigo. Y me parece muy bien, si todos fuéramos iguales esto sería un tostón.
¿Es rentable esto de solo poder llenar los teatros a medias?
Muy difícilmente. El problema ya no es que se cercene el número de entradas a la venta, sino que incluso la gente de algunas poblaciones cercanas no pueda venir porque están confinados. Nos ha ocurrido de vender 500 entradas, y que nos acaben devolviendo 100.
Si fuera solo pensando en el aspecto económico, te aseguro que no lo haríamos. Esto se está haciendo ahora mismo por mantener una actividad. Es una cuestión de reciprocidad, hemos tenido muchos años buenos donde los teatros nos trataban muy bien y ahora toca devolverles el favor. Si queremos que el enfermo vuelva a caminar, tenemos que empezar ya a sacarlo de la UVI. Es muy importante que siga habiendo espectáculos.
«Cada vez que vengo a la provincia de Alicante me ventilo un buen arroz con gambas»
El programa de El Paisano lleva cinco temporadas y nunca ha venido a un pueblo de la provincia de Alicante. A ver si ahora que eres tú el presentador os animáis.
¡Anda! Pues no lo sabía. Es una buena sugerencia para la siguiente temporada. Además me encanta venir por aquí porque siempre me ventilo un buen arroz con gambas (risas). Las gambas son el mejor animal de compañía que existe.