La Biblia dice que unos señores magos acudieron a Belén para conocer al recién nacido niño Jesús y mostrarle sus respetos. Poco más. Ni cuántos eran, ni cómo se llamaban, ni si eran reyes o plebeyos… Es el episodio que en el mundo religioso se conoce popularmente como ‘La Epifanía’.
La leyenda de los Reyes Magos se ha ido desarrollando en España a lo largo de los siglos. Con el paso de las décadas estos misteriosos personajes fueron adquiriendo identidades concretas y costumbres como la de repartir regalos a los niños o desfilar en grandes cabalgatas. Y Alcoy ha tenido mucho que ver en ello.
La leyenda de los Reyes
El comienzo de esta historia debemos ubicarlo en el siglo XVI, cuando la Iglesia quiso crear un sustitutivo religioso del aguinaldo. Se trata de una tradición típica de Francia todavía existente que consiste en regalar dinero, objetos de valor, juguetes o dulces a los niños por Navidad. Lo que molestaba a la Santa Sede es que era una costumbre feudal de origen pagano.
La idea de hacer una cabalgata por Reyes nació en Alcoy y se fue contagiando a las demás ciudades españolas
Como contraoferta, la madre Iglesia tiró de estos misteriosos magos que visitaron a Jesús para reconvertirlos en repartidores de regalos. Se estableció que serían tres y que vendrían de un sitio tan lejano como Oriente. La primera referencia que existe de sus nombres Melchor, Gaspar y Baltasar la encontramos en un mosaico de la Iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia).
En algunos países la Iglesia no consiguió cambiar la costumbre del aguinaldo, y los regalos continuaron llegando en Nochebuena o el día de Navidad. Más adelante Papá Noel recogería el legado de aquellos pioneros franceses que inventaron esta tradición. Sin embargo en España sí que triunfó la idea de regalar la noche del 5 de enero o la mañana del día 6.
El tío Píam
Hacia mediados del siglo XIX existía la costumbre navideña de cantar villancicos por las calles de Alcoy, una iniciativa liderada por un misterioso personaje de la época a quien se le conocía como ‘el Tío Píam’.
A este señor se le ocurrió un 5 de enero de 1866 decir a los niños que los Reyes Magos estaban a punto de llegar a Alcoy. Para demostrarlo, convenció a varios vecinos para que se disfrazaran de sus majestades.
Son varios los pueblos y ciudades que aseguran que la suya es la Cabalgata de Reyes más antigua de España, pero lo cierto es que no consta ninguna referencia anterior a 1866 en ningún otro lugar. Probablemente aquella pionera cabalgata improvisada no solo fue la primera producida en nuestro país, sino tal vez en el mundo entero.
La entrada de El Panerot
Como decimos, esta primera cabalgata no fue ni mucho menos oficial, sino más bien fruto de la improvisación para alegrar y hacer más mágica la Navidad a los niños alcoyanos. Durante las siguientes fiestas sabemos que algunos años se repitió y otros no. Seguramente dependió de la iniciativa de algunas personas, las ganas o el frío que hiciera.
Fue en 1885 cuando la sociedad ‘El Panerot’, una de las asociaciones vecinales más involucradas entonces en la vida social de Alcoy, quiso darle un carácter oficial y continuado. Desde entonces se convirtió en un evento anual imprescindible de la localidad.
Este primer desfile tenía un carácter muy benéfico, pues comenzaba en el antiguo hospital de Oliver (hoy una residencia de ancianos) para visitar a los niños enfermos. Luego seguía hacia los barrios más desfavorecidos para dar también regalos a los más pequeños, y finalizaba en la sede de ‘El Panerot’ (el actual edificio de la Unión Alcoyana).
Sobrevivir a Canalejas
La Cabalgata se fue consolidando durante los siguientes años, aunque corrió peligro de desaparecer ya comenzado el siglo XX. Ocurrió que en 1912 falleció José Canalejas, diputado por Alcoy y presidente del Gobierno, a raíz de un ataque terrorista.
El fallecimiento de Canalejas y una fuerte nevada pusieron en peligro su continuidad a principios del siglo XX
Esta tragedia provocó que la asociación ‘El Panerot’, de la cual Canalejas era socio, no tuviera muchas más ganas de fiestas. Así pues desistieron de seguir organizando la Cabalgata a partir de entonces, e incluso acabaron disolviendo la sociedad. Para colmo de infortunios, en enero de 1914 Alcoy vivió una gran nevada que hizo del todo imposible desfilar.
Apareció entonces en escena el Casino de Oriente, cuya sede también estaba en el mismo edificio de la plaza de España. Los regentes del establecimiento se hicieron cargo del evento, asegurando así que la Cabalgata de Alcoy perdurara.
Una cabalgata de pandemia
Con el paso de los años fueron creándose muchas nuevas tradiciones que han ido apuntalando la gran Cabalgata que hoy conocemos. Los pajes que suben hasta los balcones, el acto del Bando, Les Pastoretes, la marcha musical de ‘L’entrà dels Reis’, los dromedarios, las vestimentas, el intercambio de Gaspar por Baltasar, etc. El organizador también ha cambiado varias veces, así como el recorrido del desfile.
Este año los Reyes Magos llegarán como siempre a Alcoy, pero de una forma diferente
Si nuestra cabalgata lleva 136 años sobreviviendo, no tenemos duda de que ninguna pandemia va a llevársela ahora por delante. Eso sí, este año le toca reinventarse casi completamente para cumplir con las restricciones sanitarias.
Una vez superada la pandemia, tal vez el próximo gran reto de nuestra tradición navideña más célebre pueda ser lograr la declaración de Patrimonio de la Humanidad.