La alcaldesa de Bigastro, Teresa Belmonte, la edil de Educación, Alejandra Moya, y el concejal de Urbanismo, Antonio Meseguer, han presentado la solución a las clases discontinuas presenciales para los alumnos de 4º de la ESO y de 1º de Bachillerato, que por los protocolos marcados por el COVID-19 se han tenido que implantar, una situación de discontinuidad que según la propia alcaldesa “está generando una preocupación importante tanto en la comunidad educativa como entre los padres, siendo conscientes de esa preocupación nos planteamos la posibilidad de instalar aulas prefabricadas fuera del IES, para que estos alumnos puedan asistir de forma diaria a las aulas, algo necesario para adquirir de manera adecuada conocimientos que son fundamentales para su futuro”.
El equipo de gobierno se puso en contacto con la Consellería de Educación para pedirles autorización, a la vez que pidieron presupuestos asumibles por las arcas municipales, y ya es una realidad que se ha puesto en marcha y responde a una inversión de unos 40 mil euros, “para nosotros es una parte importante del presupuesto que se compartirá entre la anualidad de 2020 y 2021, pero invertir en el capital humano no se puede cuantificar”, ha señalado la primera edil.
La concejal de Cultura ha destacado que era una situación difícil para toda la comunidad educativa por lo que han decidido dotar al centro de aulas prefabricadas que reúnen todas las condiciones sanitarias y de calidad, una decisión aprobada de manera unánime por el pleno municipal en una sesión extraordinaria, “en enero todos nuestros jóvenes podrán acudir de forma diaria a sus clases en el instituto”, ha adelantado la edil.
Antonio Meseguer ha explicado que se trata de dos aulas de 75 metros cuadrados y una de 45 metros cuadrados que se instalarán en el parque que hay junto al instituto, para hacer una ampliación provisional, dotándola de cambio de uso de espacio verde por suelo dotacional para enseñanza, un proyecto que se ha hecho contrarreloj “con estas aulas se cubre la necesidad, también se han tenido en cuenta todas las medidas de seguridad, con un presupuesto de 40 mil euros entre montaje, alquiler y acondicionamiento de la zona para que sea un recinto cerrado, cumpliendo también con la accesibilidad”.
El edil ha destacado que ya se ha puesto en marcha el proceso de contratación porque se espera que en unas dos semanas se pueda reiniciar el curso diario con la totalidad de alumnos en las aulas.