Para comenzar este nuevo año 2021 no se nos ha ocurrido mejor forma que recordar la figura de José Marvá Mayer, quien pone nombre a una de las avenidas más importantes de nuestra ciudad.
Precisamente don José vino al mundo en Alicante un 8 de enero de 1846, así que celebramos este mes el 175 aniversario de su nacimiento. Destacado hombre de ciencias, el alicantino jugó un papel muy importante en la revolución industrial de la época en España así como contribuyó en modernizar el ejército y otras instituciones del país.
Sus libros e iniciativas contribuyeron a modernizar la industria, la arquitectura y el ejército de España
Juventud
El joven Marvá quiso hacer carrera militar ingresando en el Colegio de Infantería, pero lejos de conformarse con ser soldado raso también se matriculó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara. Aquí destacó tanto como alumno que en su tercer año ya había conseguido una plaza de profesor en la institución.
Durante su estancia en la ciudad manchega escribió numerosos libros de ingeniería, aportando varias técnicas novedosas tanto en arquitectura como en ciencia militar. Al alicantino lo que de verdad le apasionaba era la investigación, pero el estallido de la Guerra de Cuba en 1895 cortó de pleno su labor pues fue destinado a defender las posiciones españolas en la isla caribeña. En este conflicto quedó encargado de las baterías de costa y fue ascendido a coronel.
De vuelta a España fundó el Laboratorio Material de Ingenieros, la que probablemente fue su mayor aportación en vida. Dicha institución con sede en Madrid fue fundamental para el desarrollo industrial de nuestro país aportando nuevas ideas, algunas traídas de países extranjeros más industrializados como Reino Unido y otras propias.
Marvá ejerció de presidente del Laboratorio durante diez años, impulsando también iniciativas para modernizar un ejército español que se había quedado claramente anticuado tal y cómo evidenció la derrota en Cuba y Filipinas.
Fue uno de los fundadores del Instituto Nacional de Previsión, la primera Seguridad Social
Grandes logros en vida
Durante estos años José Marvá se convirtió en uno de los principales defensores del estudio científico como forma de hacer progresar un país cuya economía todavía seguía bastante anclada en el sector primario (agricultura, ganadería y pesca). Sus investigaciones le valieron ser nombrado académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
El brillante alicantino también fue uno de los fundadores del Instituto Nacional de Previsión (INP), institución estatal creada por el Gobierno de Antonio Maura en 1908 para la asistencia sanitaria y el amparo de desfavorecidos. Es decir, un primer antecedente a nuestra actual Seguridad Social que Marvá llegó incluso a presidir durante algunos años.
Sus esfuerzos desde el Laboratorio se vieron especialmente recompensados con el estallido de la Primera Guerra Mundial (entonces llamada ‘la Gran Guerra’), dado que las industrias de los demás países europeos se enfocaron casi exclusivamente en fabricar material bélico. Por ello España tuvo la oportunidad de exportar más que nunca durante estos años, y gracias a la modernización de sus fábricas que venía haciéndose en los años anteriores pudo dar abasto a toda esta demanda exterior.
Durante la Guerra Civil su nombre fue suprimido del callejero alicantino por el de un anarquista andaluz
El legado del General Marvá
José Marvá no descuidó su carrera militar, llegando a ser ascendido a general. Hasta su vejez continuó escribiendo libros y más libros sobre ingeniería.
Cuando ya contaba con 80 años a sus espaldas fue homenajeado por el Gobierno de España, con el nombramiento de “Coronel honorario de Ingenieros”. En realidad fue un cargo simbólico, creado específicamente para reconocer todos sus méritos en vida.
Su ciudad natal tampoco se olvidó de él, dedicándole una avenida en pleno centro urbano. Curiosamente dicho nombre fue retirado en 1936 cuando el Ayuntamiento republicano, en plena Guerra Civil, decidió que era más proclive dedicar esta avenida a Francisco Ascaso, un anarquista aragonés. Al término de la contienda, tres años después, las nuevas autoridades franquistas repusieron el antiguo nombre, que todavía hoy se conserva.
Nuestro protagonista falleció precisamente durante la guerra, a los 91 años de edad. Tras su muerte fue creada una Fundación Marvá dependiente del Ministerio de Trabajo, que otorgaba un ‘Premio Marvá’ anual dirigido a aquellos soldados que destacaran en la ciencia militar.
El Laboratorio estatal que fundara el ingeniero alicantino allá por 1897 todavía hoy existe con el nombre de Laboratorio de Ingenieros del Ejército ‘General Marvá’ (LABINGE). Se trata de una institución adscrita al Ministerio de Defensa como una rama dependiente del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).