Sobran los motivos para que 2020 sea recordado como uno de los peores años de la historia reciente de la humanidad. Sin embargo, el Elche Club de Fútbol lo despidió con una extraña mezcla de alivio y agradecimiento, según admite su presidente, Joaquín Buitrago, quien analiza para AQUÍ En Elche lo vivido durante un ejercicio que define como “bipolar” y desvela sus deseos para el curso recién iniciado.
“Es evidente que el recuerdo no puede ser bueno, porque es un año en el que se han perdido muchas vidas y que ha cambiado nuestra forma de ser. Pero desde el punto de vista del Elche lo recordaremos con cariño, porque nos permitió regresar a Primera División”, explica Buitrago, quien tiene el honor de representar al conjunto ilicitano en todos los palcos de la máxima categoría.
Buitrago, abogado de profesión, llegó al cargo avalado por el anterior propietario de la entidad, José Sepulcre. Tras la venta del club, Christian Bragarnik decidió que continuara en la presidencia, ya que era la persona ideal para mantener firmes las raíces ilicitanas de la entidad.
Año duro
Buitrago asumió su rol de presidente de perfil bajo y de figura representativa con una dignidad sobresaliente, hasta que su liderazgo salió definitivamente reforzado tras la crisis provocada por la suspensión del célebre Deportivo-Fuenlabrada. Durante esas semanas, el dirigente, con el máximo accionista confinado en la otra parte del mundo, envió un mensaje duro a las entidades deportivas en defensa de los intereses del Elche.
“Ha sido un año muy duro. Por momentos parece que la temporada pasada no ha acabado, porque no hubo vacaciones, ni casi pretemporada. Nosotros ascendimos un 23 de agosto, cuando la gente está buscado los libros de la vuelta al cole”, bromea el presidente del Elche, no pudiendo disimular que le “duelen los ojos” de ver los estadios de Primera vacíos.
“Es una sensación muy rara. Peleas para estar en Primera, pero no esperas que sea así. Estoy seguro de que en condiciones normales tendríamos 30.000 espectadores en cada partido en el Martínez Valero, porque la gente de Elche y de la provincia tienen ganas de fútbol”, explica.
Regreso de la afición
Por este motivo, el deseo del presidente del Elche para 2021 no puede ser otro que “disfrutar de la Primera División con nuestra gente en el estadio”. “Si puede ser esta misma temporada, mejor para todos. Yo estoy esperanzado en que así sea. Y si hay que esperar algo más en busca de una vacuna más efectiva, que el regreso de la gente sea en la que viene. Será señal de que nos hemos consolidado en Primera”, argumenta el mandatario franjiverde.
Otra espina que tiene clavada el presidente, además del dolor de ver su estadio vacío ante los mejores equipos del mundo, es el de no haber podido celebrar con la afición la alegría de un ascenso. “Es algo que se vive pocas veces en la vida. Y había muchas ganas. Desde luego que poder vivir la Primera con nuestra gente es el mejor estímulo que tenemos para lograr la permanencia”, explicó.
En este sentido, Joaquín Buitrago, que acompaña siempre al equipo en los desplazamientos, no disimula que siente cierta envidia de una entidad como el Eibar, plenamente asentada en la élite pese a representar a una localidad muy pequeña. “Llevan ya seis años ahí arriba. En cierta manera están ocupando nuestro sitio. Si lográramos estar seis años en Primera haríamos maravillas”, asegura Buitrago, que afirma que lograr el ascenso fue “difícil” aunque intuye que “consolidarse” lo es mucho más.
«En enero del pasado año nadie hubiera podido imaginar la actual situación del club»
Experiencia agradable
A nivel personal, Buitrago reconoce que está viviendo un sueño. “En enero del año pasado nadie hubiera podido imaginar esta situación”, dice el dirigente, asegurando estar conforme con la dinámica del equipo a pesar del bache de resultados que atravesó en diciembre.
«Hemos pasado una mala racha de resultados, aunque ya sabíamos que íbamos a sufrir»
“Comenzamos la temporada con muchos problemas y los resultados fueron mejor de lo que nadie hubiera podido imaginar. También hemos pasado una racha mala, pero ya sabíamos que íbamos a sufrir. Este equipo es serio y comprometido, y peleará por conseguir el objetivo. Somos modestos y no podemos ser vistosos en ataque, nuestra fortaleza debe ser otra”, subraya Buitrago, quien desvela que sus colegas presidentes están sorprendidos con el rendimiento del Elche.
«Prescindir de Pacheta fue un mal trago; una decisión arriesgada pero meditada»
“Me dicen que lo estamos haciendo muy bien para el poco tiempo que tuvimos para planificar y adaptarnos a una nueva categoría como Primera”, comenta el presidente. Y ya echando la vista atrás, Buitrago admite que uno de los peores momentos del año fue prescindir de Pacheta, una decisión que calificó de “arriesgada pero meditada”.
Era dorada
El mejor recuerdo de 2020 está mucho más compartido. “El gol de Pere Milla en Girona, pero también el de Nino en Zaragoza. O el gol de penalti del Deportivo al Fuenlabrada. La verdad es que fueron muchas emociones en muy poco espacio de tiempo”, resume el presidente, que confía en que 2021 sea el inicio de una nueva era dorada para la entidad.