Evitar el riesgo de incendio es el objetivo de la Policía Local de Redován, que advierte del aumento del número de contenedores de basura que han resultado quemados en los últimos días por el vertido de cenizas, carbón o brasas procedentes de estufas y chimeneas de viviendas del municipio. Tal y como informa el concejal de Seguridad Ciudadana, Adrián Ballester, estos materiales “se están depositando en los contenedores de basura sin comprobar previamente que se encuentran totalmente apagados, lo que incrementa el riesgo de incendio y el consiguiente peligro para viviendas cercanas, vehículos aparcados en las inmediaciones o zonas forestales”, ha explicado.
Esta práctica, además de suponer la movilización de los medios de emergencias y bomberos para la extinción del fuego, acarrea cuantiosos gastos tanto al Consorcio de Bomberos como al Consistorio por la reposición de los contenedores dañados, puesto que “ya se han producido cuatro incendios de este tipo en la última semana”, según ha indicado Ballester. La Policía Local recuerda que la ordenanza municipal de convivencia ciudadana, limpieza y ornato de la vía pública de Redován establece la prohibición de “depositar materias encendidas en las papeleras y contenedores”, catalogándola como una infracción que puede suponer sanciones de hasta 750 euros junto con la obligación de reparar los daños o perjuicios causados.
El edil de Seguridad Ciudadana ha querido agradecer de antemano la colaboración ciudadana en esta tarea, añadiendo que, de esta manera, “se podrán prevenir situaciones de riesgo para todos que pueden ser fácilmente evitables siguiendo unas simples indicaciones”.
Desde la Jefatura de la Policía Local y el Ayuntamiento de Redován se pide precaución a la hora de desechar los rescoldos de estufas y chimeneas y no arrojarlos en el contenedor de residuos orgánicos, puesto que las brasas pueden conservar el calor durante varias horas. Es por ello que “se recomienda disponer en nuestra terraza o jardín de un cubo o recipiente metálico donde depositar las cenizas durante más de 24 horas, sumergiéndolas en agua para estar completamente seguros de que no pueden prender y siempre con la precaución de no inhalar el humo”, ha explicado el concejal. En el caso del carbón, será necesario dejar que se enfríe durante 48 horas, vertiendo agua sobre el carbón caliente y removiéndolo con cuidado para acelerar el proceso de enfriamiento.