El Club Náutico de Altea ultima los preparativos para una de las citas deportivas más importantes del invierno: la regata ‘200 millas a2’. La prueba, valedera para el circuito Copa de España de Cruceros, se disputará del 26 al 28 de febrero con su ya mítico recorrido de ida y vuelta de Altea a Ibiza.
En juego volverán a estar los preciados lingotes de plata con los que se premia al ganador y, sobre todo, dejar inscrito el nombre en el palmarés de una de las pruebas más complicadas, duras y exigentes de cuantas se celebran en el mar Mediterráneo.
La ‘200 millas a2’ une Altea con Ibiza en uno de los trazados más duros y exigentes
Los mejores especialistas
La regata, que reúne a los mejores especialistas de A2 del país, cumplirá este año su 35 edición y, salvo que las condiciones sanitarias empeoren de forma alarmante, volverá a llenar de velas una parte del Mediterráneo durante una prueba que cada edición aumenta su solera y su reputación.
De hecho, a pesar de disputarse en pleno invierno, la ‘200 millas a2’ solo ha dejado de celebrarse en una edición como consecuencia de un temporal de alerta roja que ponía en serio riesgo a los participantes.
Ganas de competir
El pasado año la regata se libró apenas por dos semanas de la pandemia. Este año la organización lo tiene todo previsto para preservar la seguridad de los participantes y adaptar la regata a las medidas sanitarias, según explica Álvaro Arroyo, director deportivo del Club Náutico de Altea. “Estamos muy atentos a la evolución de la pandemia, porque antes que nada está la seguridad de las personas”, advierte Arroyo, quien reconoce que la próxima edición será “especial” porque admite que entre la flota “con todo lo que está pasando hay muchas ganas de competir”.
“Seguramente va a ser la edición más difícil de organizar, porque a la parte competitiva se une la de la seguridad sanitaria”, añade el director deportivo esperando, si nada se tuerce en las próximas semanas, una participación próxima a las cuarenta embarcaciones. “Más o menos como el año pasado”, añade.
Protocolo
Para esta nueva edición, el Club Náutico de Altea ha tenido que adaptarse a la situación sanitaria, evitando al máximo posible el contacto físico. Las inscripciones de los barcos se realizarán de forma digital en un espacio creado por el club, al igual que las charlas previas con los patronos, que se llevarán a cabo a través de plataformas digitales.
También se suprimirá el contacto social en el club, algo clásico y que forma parte de todas las regatas, así como la entrega de premios, que quedará limitada a un acto sencillo en el que solo estarán presentes los primeros clasificados.
Posible aplazamiento
Además, se estudia por parte de la organización de la regata la posibilidad de que los participantes pasen algún tipo de control, ya sea de antígenos o PCR, para detectar posibles positivos e incluso la obligatoriedad de llevar mascarilla durante la prueba. “A lo mejor en verano sería un fastidio, pero en esta época del año no molesta”, apunta Arroyo.
La seguridad de los participantes es una obsesión para el CN Altea, motivo por el que recientemente se suspendió la regata Open Bahía Altea. “La situación sanitaria empeoró. Se restringió la movilidad en algunas zona y decidimos posponerla”, explica. “¿Puede pasar lo mismo con la ‘200 millas a2? Espero que no, pero si no hay más remedio se retrasará; lo que la gente tiene que tener claro es que esta edición se hará antes o después”, señala Arroyo.
La ‘200 millas a2’ une Altea con Ibiza en uno de los trazados más duros y exigentes
Lingotes de plata
No se necesitan demasiadas excusas para visitar Altea y participar en una regata que, además, une la villa con Ibiza. Los atractivos que ofrece la prueba son infinitos, pero para Arroyo existen además argumentos deportivos que la convierten en una de las más apasionantes del invierno.
«Cada año crece el nivel y se vende muy caro el éxito» A. Arroyo
“Cada año crece el nivel. Creo que uno de sus principales atractivos es que, a pesar de que existen muchas categorías de embarcaciones, solo hay un único ganador. Se vende muy caro el éxito”, razona Álvaro Arroyo, quien desvela que dentro de la flota conquistar la regata ‘200 millas a2’ supone “reconocimiento y prestigio”, además de los siempre preciados y valiosos lingotes de plata.
Prueba abierta
“En la comunidad de la vela es una prueba apreciada, porque es abierta. No hay favorito. En función de las condiciones climatológicas puede ganar un barco u otro”, afirma el organizador. Pueden participar en la regata los barcos con certificado de Medición ORC para el año 2021, de eslora igual o superior a 9 metros, además de embarcaciones de la Clase Mini de Serie y Mini.
Igual que ha sucedido en otros puntos de la comarca, la demanda para practicar deportes náuticos ha sufrido un repunte espectacular. “La tendencia de la gente es buscar actividades al aire libre. Está cansada de confinamientos y de restricciones y el mar le da esa sensación de libertad. Ofrecemos una vía de escape en un medio seguro”, añade el director deportivo del CN Altea, quien confía en que esa fiebre por los deportes náuticos se consolide una vez acabe la pesadilla de la pandemia.