La cultura no para en Santa Pola. La villa marinera ha aprovechado la incertidumbre de la pandemia para reinventarse con el objetivo de acercar su contenido al público haciéndose valer de las nuevas tecnologías. Visitas digitales, recorridos virtuales, vídeos online y píldoras informativas en redes sociales son solo algunos ejemplos.
Y todo, para sortear la abrupta caída de visitantes que se ha registrado en el complejo museístico Museo del Mar desde el confinamiento de marzo de 2020, un 78% menos que el año anterior según señala la directora del Museo del Mar y de Patrimonio y Cultura, María José Cerdá-Bertoméu.
Un porcentaje, no obstante, similar al de otros espacios culturales de España, donde el miedo al contagio de la covid-19 llevó a las autoridades a decretar primero el cierre y después su apertura, tímida al principio y siempre siguiendo un estricto protocolo de seguridad, que ha obligado, por ejemplo, a reducir en Santa Pola de 95 a 15 personas el aforo permitido para los actos que tienen lugar en el Baluarte del Duque de Arcos, instalación que forma parte del centro cultural Castillo-Fortaleza, donde se encuentra el Museo del Mar.
El Barco Museo permanece cerrado por la covid
Barco Museo
Sin embargo, no se puede decir que Santa Pola haya vuelto a la normalidad absoluta ya que el coronavirus ha dejado ‘encallado’ sine die el Barco Museo Esteban González, una de las sedes periféricas del Museo del Mar que pocos meses antes de la pandemia se vio obligado a cerrar por falta de personal que pudiera atender las visitas.
Esta oferta turística, ubicada entre el Ayuntamiento y el puerto, donde se recrea la vida a bordo de los pescadores de la localidad y la importancia de la pesca de arrastre, no cumple los mínimos requerimientos de seguridad para su apertura, asegura María José Cerdá. El espacio tan reducido que existe dentro del navío solo permitiría abrirlo “con un guía para un único visitante”, una opción “absolutamente inviable”, a lo que habría que sumar la presencia constante del personal de limpieza para desinfectar el baño con cada nuevo usuario, añade.
Aun así, desde el Museo del Mar confían en que, cuando la sociedad salga de esta situación tan excepcional, el Barco Museo pueda volver a ocupar su lugar, que representa uno de los principales atractivos turísticos. Mientras tanto, y para evitar el deterioro que conlleva mantenerlo cerrado, el consistorio está acometiendo “un proceso profundo de conservación, con pintores trabajando en la actualidad en su mantenimiento”.
Acuario
En una situación similar se encuentra el acuario de Santa Pola. Si bien no forma parte de la red del Museo del Mar, sí que es de gestión municipal. El considerado como más antiguo de la Comunidad Valenciana (posee nueve grandes acuarios en su interior), permanece cerrado “por reformas” según fuentes internas consultadas desde un poco antes de la pandemia.
Mejor suerte está corriendo el Museo de la Sal, de competencia autonómica, que sigue ofreciendo visitas de lunes a domingo de 9 a 14 horas. Esta instalación, que ha reducido el aforo de 45 personas a 15 por la covid, ha cobrado importancia tras el temporal de nieve bautizado con el nombre de Filomena y que ha afectado al centro del país, donde se ha demandado a la provincia de Alicante decenas de miles de toneladas de sal marina para las labores de deshielo.
Partes del museo se pueden visitar digitalmente
Contenido 2.0
Que el Barco Museo no pueda ser visitado por el coronavirus no implica que el usuario no pueda darse un paseo virtual por todas sus estancias, una a una. Estas es una de las últimas novedades disponibles en la web de Turismo Santa Pola, donde también hay imágenes 360º del acuario y de otros rincones de la villa como el Baluarte del Duque de Arcos.
Esta oferta se complementa con la creación de las redes sociales del Museo del Mar (Facebook, Twitter e Instagram), así como el canal de Youtube donde desde hace un mes se han subido una veintena de vídeos sobre cuestiones etnográficas curiosas y sobre la historia que envuelve al Museo al Aire Libre Portus Ilicitanus, la segunda sede periférica que abrirá por primera vez sus puertas al público cuando el coronavirus lo permita.
El museo del Portus Ilicitanus cuenta con realidad aumentada
A este respecto, y con el objetivo de hacerlo más accesible y atractivo, se han aplicado tecnologías de interpretación del patrimonio, como la realidad aumentada en la Casa Romana del Portus, y se está generando más contenido audiovisual. También está previsto crear contenidos digitales para las exposiciones temporales; la última que se inauguró el pasado 29 de enero en el ala norte del Castillo Fortaleza lleva por título ‘Destrenzando realidades’.