Entrevista > José Manuel Rodríguez Trigueros / Artista multidisciplinar (Orihuela, 11-marzo-1983)
José Manuel Rodríguez, más conocido artísticamente como Mr. Chapú, es un joven oriolano que tiene obra repartida por todo el mundo, tanto en territorio nacional como en otros países como Francia, Marruecos, Honduras, Corea del sur, Italia y Argentina.
El artista realiza obras de distintos tipos como murales, esculturas, diseños de tatuajes o lienzos, pero declara que donde mejor trabaja es en la calle en contacto con la gente.
¿Cuándo comenzó tu interés por el grafiti y la pintura?
Me inicié en el dibujo cuando era pequeño gracias a mi hermano mayor, porque dibuja muy bien y quería imitarle. Más tarde, cuando ya estaba finalizando el colegio, empecé a ver grafitis en Orihuela de la vieja escuela, murales muy currados y chulos que despertaron mi interés y mi vocación. La gente que empezó a pintar en Orihuela en los ochenta y principios de los noventa tenía un gran nivel. En la ciudad predominaban estos murales sobre los grafitis vandálicos.
El arte urbano fue realmente lo que me enganchó. Estudié el bachiller de arte en Orihuela y posteriormente la carrera de Bellas Artes en Granada.
¿Qué destacas como aprendizaje en tu época universitaria?
El aprendizaje sobre escultura y las muchísimas técnicas de pintura que aprendí. Fue una explosión de conocimientos para mí, pasé de controlar un poquito el dibujo a dominar muchísimas técnicas, y si observas mi obra hay un cambio brutal del 2002 al 2007. Pasé de hacer el típico muñequito rapero, como decimos en el mundillo, a crear dibujos mucho más artísticos.
Durante esa época el arte urbano pasó un poco a un segundo plano, pero jamás dejé de pintar grafitis.
«Mi obra tiene un estilo y unos personajes muy definidos»
Con tantas formas de expresión que ofrece el arte, y con esculturas, murales y grafitis tuyos repartidos por todo el mundo, ¿qué es lo que prefieres hacer?
Lo que me gusta es estar en la calle con la gente, pero como técnica me gustan todas. Soy un artista multidisciplinar que tiene un perfil muy concreto en temáticas, color y forma, independientemente de la técnica que utilice.
«Tengo un repertorio de personajes muy definido porque mi estilo es muy caricaturesco a la vez que mágico y de fantasía»
Tengo un repertorio de personajes muy definido porque mi estilo es muy caricaturesco a la vez que mágico y de fantasía. Lo que hago con esos personajes es contar mi visión de la vida, mis experiencias, mis viajes, mis emociones… pero de una forma muy particular.
¿Desarrollas tus temáticas en todos tus trabajos?
Si trabajo por mi cuenta sí, pero cuando me hacen un encargo en un lugar prefiero que me digan qué debo plasmar. Es importante que la obra hable de algo que pertenece a ese lugar para que todo el mundo la entienda. Lo que sí quiero es libertad para interpretar esa temática a mi bola.
Por ejemplo, hace unos años contactaron conmigo para hacer un mural en un barrio obrero de Teruel. Me dieron total libertad en la temática, pero se me ocurrió y propuse pintar mi versión de los amantes de Teruel en aquella pared. Finalmente lo hice y quedó muy guay.
Últimamente has pintado murales en diversas poblaciones de la Vega Baja como Orihuela, Almoradí o Rojales, donde organizaste el Primer Festival de Arte Urbano el pasado mes de octubre. ¿Está en auge este tipo de arte?
Así es, los murales contribuyen a decorar, darle color y un lavado de cara en muchas ocasiones a casas y fachadas deterioradas, donde se puede plasmar cualquier tema. En Almoradí estuve pintando en un barrio donde conviven muchas culturas y religiones, y me propusieron unas temáticas muy sociales y personalizadas para ese lugar.
En Rojales la iniciativa era hablar de la huerta y del pueblo en los murales, y gran parte del vecindario se quedó alucinado con el resultado. La mayoría no había visto ese tipo de arte; de hecho, al final no querían que nos fuésemos, querían que siguiéramos pintando en las paredes contiguas. Desde aquí agradezco personalmente a la concejala Inma Chazarra su esfuerzo por sacar el festival adelante en los tiempos que corren y su lucha por promover la cultura y el arte.
«No se puede negar que el grafiti tiene un lado vandálico por naturaleza»
Mucha gente asocia el grafiti a un acto vandálico.
No se puede negar que el grafiti tiene un lado artístico y un lado vandálico. Es la esencia del grafiti, porque puedes elegir dónde, cuando y como tú quieres pintar.
Yo siempre he intentado mantener ese espíritu y hago grafitis, por ejemplo, en la carretera de los tubos. Es una ocupación del espacio donde sé que no hago daño a nadie con mis pinturas como me ha ocurrido en otros espacios abandonados y desaprovechados de Orihuela. Es la parte más pura y más libre del grafiti y la que me gusta.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Empiezo el año con bastantes proyectos, pero con mucha incertidumbre debido a la covid. Tengo confirmado el festival de Valencia en abril, y me invitaron a Honduras para hacer un mural en marzo, pero no sé si es buen momento para viajar.
En Orihuela vamos a hacer una exposición de una serie de escultores si todo va bien y, por supuesto, continuar mis proyectos personales.