Entrevista > Juan José Ivorra / Presidente de la Unión Musical de La Nucía
Aunque todavía es pronto para haberlo olvidado, llegará un día en el que casi no nos acordemos que durante casi tres meses del año 2020 la mayoría de nosotros estuvimos encerrados en casa tratando de protegernos de un enemigo invisible que se iba cobrando, día a día, un número insoportable de víctimas. Olvidaremos, quizás, nuestra fragilidad y las lecciones aprendidas en este tiempo para volver a repetir, esperemos que más tarde que pronto, los mismos errores.
Sin embargo, la mente humana es una máquina maravillosa que nunca olvida lo bueno y lo bello que nos sucede a lo largo de la vida y, por lo tanto, seguramente jamás borremos de nuestra memoria aquellas iniciativas que, de balcón a balcón, nos iban haciendo el encierro algo más llevadero. Unas manifestaciones en las que la música tuvo un hueco fundamental.
40º aniversario
La Unión Musical de La Nucía, que en este 2021 cumple su 40º aniversario, también tuvo que silenciar sus instrumentos, pero nunca se detuvo por completo. En la recta final del odioso 2020 salió a las calles y se asomó, vía Youtube, a los hogares nucieros.
Ahora, con mucha esperanza y, quizás, más ilusión que nunca, esperan poder volver a llenar recintos y a hacernos vibrar a todos con sus conciertos. Para hablar de todo ello, AQUÍ en La Nucía ha querido conocer la opinión de su presidente, Juan José Ivorra.
¿Cómo se organiza actualmente la Unión Musical de La Nucía?
En la actualidad, nuestra estructura está formada por varias agrupaciones. Por un lado, tenemos una banda sinfónica y, por otro, una coral polifónica. Esos son los dos grupos artísticos fijos con los que contamos.
Por otra parte, tenemos una escuela de música que, a su vez, cuenta con una banda de formación y otro conjunto instrumental de iniciación. De esta forma, abarcamos las diferentes especialidades instrumentales y también de canto.
«Se ha podido demostrar que la música es una herramienta buenísima para luchar contra el fracaso escolar»
Centrándonos en la rama formativa, ¿qué aporta la música en el proceso de aprendizaje de un niño?
Hay estudios científicos que desvelan resultados muy interesantes. El más importante, seguramente, es que la música es una herramienta buenísima para luchar contra el fracaso escolar. También se ha demostrado que el desarrollo del córtex cerebral es más destacado en las personas que estudian música que en las que no lo hacen.
Las personas que reciben una formación musical obtienen mejores resultados en asignaturas como matemáticas o lenguaje, es decir, aquellas que van más parejas al pensamiento que a la memorización.
Además, ya decían los romanos aquello de ‘mens sana in corpore sano’. Debemos ser capaces de cuidar las dos grandes partes del cuerpo: el ‘hardware’, todo lo relativo a nuestro físico; y nuestro ‘software’, la mente. Para ello, la música es un gran entrenamiento.
¿En qué sentido?
Esos mismos estudios, a los que hacía referencia, nos indican también que en aquellas personas que no han estudiado música o nunca han ejecutado nada con ningún instrumento aparecen antes enfermedades degenerativas como el Parkinson o el Alzheimer.
«A día de hoy, la Comunitat Valenciana tiene más de 550 sociedades musicales que representan a 40.000 músicos, 60.000 alumnos y un total de 200.000 socios»
En la Comunitat Valenciana la música, en especial las bandas, tiene una importancia capital en su cultura popular. ¿Cómo es el estado de salud actual de esta expresión artística?
Goza de muy buena salud. A día de hoy, la Comunitat Valenciana tiene más de 550 sociedades musicales que representan a 40.000 músicos, 60.000 alumnos y un total de 200.000 socios. Dicho de otra manera, los músicos de la Comunitat Valenciana podríamos caber en el estadio del Valencia, pero no en el del Villarreal.
Ese nivel representativo supone el 50% del total de las sociedades musicales con las que cuenta el estado español.
Con esas cifras, ¿se puede decir que hay buenas perspectivas de futuro?
Es muy alentador. Al final, como banda, intentas tener siempre un crecimiento endógeno, es decir, echar raíces. En toda nuestra región muchas bandas desaparecieron durante la Guerra Civil y los años de la posguerra a causa de la situación socioeconómica que se generó.
«En La Nucía los primeros datos de existencia de una banda se remontan a finales del siglo XIX, en concreto, a 1892»
¿Sucedió en La Nucía?
En nuestro caso, los primeros datos de existencia de una banda se remontan a finales del siglo XIX, en concreto, a 1892. De ahí, han ido apareciendo y desapareciendo distintas formaciones hasta el año 1981, que es cuando nace la Unión Musical tal y como la conocemos hoy.
¿Qué supone para una organización de este tipo la permanencia en el tiempo?
Ahora mismo, cosa que antes no sucedía, existen lazos familiares intergeneracionales entre los miembros. Estamos tocando en la banda padres, hijos, primos, hermanos… todos juntos. Eso va a hacer que, como decía antes, echemos raíces y se perpetúe en el tiempo.
¿Sucede lo mismo con las personas que, sin haber nacido en la zona, se han establecido aquí?
Nosotros intentamos ser integradores de la sociedad en la que vivimos. No deja de ser verdad que una Unión Musical tiene que estar muy ligada a la realidad en la que existe. Por ejemplo, nosotros tenemos gente que proviene de otros lugares. Somos un claro ejemplo de integración, no tenemos las puertas cerradas a nadie.
Volviendo a la importancia de las bandas en la cultura valenciana, ¿se ven lo suficientemente reconocidas por parte de la Administración y de la sociedad?
Las bandas, en nuestra región, gozan de un título como es el de Bien de Interés Cultural Inmaterial (BICI). Se nos debería de proteger, apoyar y respaldar igual que a una catedral o cualquier monumento que pueda tener un municipio…
«Más que reivindicar o estar siempre protestando hay que proponer y hacer»
Pero, ¿eso se hace?
Sí, pero se podría hacer más. Todo va en función de los recursos de los que disponen las administraciones para ello. También debes ser capaz de prestar un servicio a la sociedad en la que existes a través de la proposición de proyectos en los que se pueda decir que vale la pena invertir dinero y apoyo.
El inmovilismo de ciertas sociedades musicales no conduce a nada. Muchas veces digo que más que reivindicar o estar siempre protestando, que puede estar muy bien en algunos casos, pero que en otros no conduce a nada; hay que proponer y hacer. De esa forma, los resultados siempre se verán mejor reflejados.
¿Cómo está la situación del reconocimiento de su interés cultural más allá de la Comunitat Valenciana?
El Ministerio de Cultura acaba de iniciar el procedimiento para otorgar a las sociedades musicales el reconocimiento como Manifestación Cultural Inmaterial. Al final, es lo mismo: ¿de qué me sirven esos títulos si no van acompañados de un apoyo y un reconocimiento de lo que hacemos y lo que somos? Necesidades siempre hay. A la vez, no vivimos aislados del mundo que nos rodea y tenemos que entender la realidad actual.
¿Llega algún momento de la vida en el que es tarde para comenzar con la formación musical?
Nunca. Hay personas que se están iniciando en el mundo de la música cuando han alcanzado la edad de jubilación.
¿Cómo es el proceso formativo desde sus inicios?
Se puede comparar con la lectura y la escritura. ¿Qué es primero, leer o escribir? Lo primero, evidentemente, es ser capaces de reconocer e identificar visualmente las letras y, a la vez, aprender a escribirlas. En el mundo de la música, actualmente, estamos haciendo que el aprendizaje del lenguaje musical y la práctica instrumental vayan paralelas.
Usamos un método llamado Fasolet, que se fundamenta en fomentar la psicomotricidad del niño, la enseñanza de la audición y la interiorización del ritmo. A la vez, desde el primer día están tocando las notas con teclados. Con eso, empiezan a practicar.
¿Cuándo llega el momento de elegir un instrumento?
En el momento de iniciar la formación un poco más formal, sobre los ocho años. Es entonces cuando eligen el instrumento que quieren. En aquellos que no lo tienen claro, nosotros les indicamos en base a los instrumentos que, como sociedad musical, nos interesa que tengan más salida.
«Dada la realidad actual, tampoco es necesario hacer todos los actos del 40º aniversario en 2021»
Este año 2021 se cumple el 40º aniversario de la Unión Musical. ¿Qué planes tienen?
Planes tenemos muchos, pero las actuales circunstancias nos lo están poniendo muy difícil. De entrada, tocaba realizar el segundo concurso de composición de pasodobles y teníamos una serie de conciertos programados.
Haremos lo que la evolución de la pandemia nos permita hacer. También te digo que, dada la realidad actual, tampoco es necesario hacer los actos del 40º aniversario en 2021. No pasa nada si los dividimos entre 2021 y 2022.
De nuevo, y enfocando mi pregunta anterior de otra manera, estas circunstancias tan especiales, convierten todavía en más importante el apoyo de la Administración.
Es fundamental. La Unión Musical de La Nucía, como otras muchas bandas, nos hemos llegado a ver en peligro de desaparición. En nuestro caso concreto, las condiciones de la sala de ensayos, al estar en un sótano, impedían los ensayos al carecer de la ventilación suficiente.
Gracias al apoyo del Ayuntamiento, que nos ha permitido ensayar en el Auditori de Les Nits, en el Centro de Educación Ambiental del Captivador o que nos ha dejado las instalaciones de la Escuela de Adultos para seguir adelante con nuestra escuela de música, la propia de actividad se ha podido mantener.
«Si no hubiese sido por la cultura, la gente se hubiese vuelto loca en casa durante el confinamiento»
Durante estos meses en los que no se han podido organizar conciertos ustedes nunca dejaron de actuar y aprovecharon las nuevas tecnologías para ofrecer recitales a los vecinos. Ante la acogida de los mismos y lo que le hayan transmitido los vecinos nucieros, ¿tiene la sensación de que existe una auténtica necesidad social de reencontrarse con la música?
Te voy a dar un dato crucial: el día 9 de agosto fue el primer día en que pudimos volver a salir a la calle. Ese día, había alegría y emoción interna y contenida por parte de los músicos; pero más importante todavía es que había alegría y emoción visible por parte del público. Vi a gente llorando porque recordaban de dónde veníamos y que recuperar esa presencia de la música en la calle en un momento de fiesta era algo muy importante.
La música, gracias a las propuestas de mucha gente y de muchos artistas, ha sido un bálsamo durante la pandemia. No sólo la música. En realidad, todas las expresiones artísticas lo han sido: teatro, pintura… toda la cultura en general. Todos han intentado animar el espíritu de la gente. Si no hubiese sido por la cultura, la gente se hubiese vuelto loca en casa.
¿Cómo se imagina ese primer concierto en condiciones de plena normalidad?
(Duda) Eso va a ser… la bomba, por no decirte otra palabra más fuerte. Será un momento de sensaciones encontradas, como ya sucedió ese día 9 de agosto. Por un lado, tristeza y emoción por lo que hemos vivido anteriormente, pero lo más importante es que será un momento muy alegre porque la música siempre es alegría.