Entrevista > Elisa Bravo y Alex Cardoso / Autores del fotolibro ‘Matices de La Habana’
Él es cubano y ella es gallega. Álex es escritor y Elisa es artista visual. Cuando hablas con ellos percibes que son personas muy diferentes, pero con dos importantes puntos en común: ambos residen en Alicante y comparten una fascinación enorme por La Habana.
‘Matices de La Habana’ es un fotolibro que nos lleva a recorrer la capital cubana a través de una veintena de imágenes. Todas estas ilustraciones (algunas fotografías al natural y otras más artísticas) se acompañan por relatos o poemas bilingües (en español y en inglés). Una forma diferente de conocer esta singular ciudad llena de encanto, música, contradicciones y vida.
«Este libro trata de reflejar cómo es La Habana combinando el punto de vista de un cubano y de una extranjera» E. Bravo
¿Cómo surgió este proyecto?
Elisa Bravo – Surge a raíz de dos viajes que hicimos Alejandro y yo a Cuba. Siempre me llamaba la atención que durante esos días parecía que él no veía lo mismo que yo. Viene a ser lógico, ya que Álex observa su tierra con ojos del inmigrante que regresa mientras que yo lo hago como turista extranjera. Entonces se nos ocurrió editar un fotolibro que reflejara estas dos formas de interpretar La Habana.
Álex Cardoso – Cada ilustración está acompañada por un pie de imagen donde Elisa cuenta que le inspiró hacerla. Al costado, yo añado algunos microrrelatos o poemas. Para realizar este libro he tenido que cambiar totalmente mi proceso habitual de creación. Normalmente primero escribo y luego acompaño mis escritos con ilustraciones. En esta ocasión lo he hecho justo al contrario, escribiendo aquello que las propias imágenes me sugerían.
Yo estuve en La Habana hace años. También vi dos ciudades muy distintas: Un casco histórico monumental bien bonito, a la vez que una realidad de pobreza y edificios ruinosos imposible de obviar.
E. B. – Justo en la primera foto del libro se muestra eso. Se trata de una mujer cubana que observa el contraste entre La Habana turística y La Habana profunda. Y en algún relato también se toca el tema de esta dualidad.
Á. C. – Elisa además se recorrió prácticamente toda la ciudad, cogiendo bicitaxis y haciendo fotos en lugares donde los turistas no suelen llegar. Ella ha sabido captar imágenes únicas. Son estampas que están realmente detenidas en el tiempo, ya no solo por tratarse de fotografías fijas, sino porque muestran la realidad de una ciudad paralizada que no progresa… o que incluso va a peor.
«Como artista de la fotografía, las mujeres habaneras me fascinaban por lo coquetas que son» E. Bravo
¿Por qué hay tantas imágenes de mujeres?
E. B. – Las mujeres cubanas me impactaron mucho. A pesar de toda la pobreza y dificultades que sufren, me fascinaba lo arregladas que iban siempre. Hay una foto de una madre y su hija con las uñas tan bonitas, que a mí misma me dio vergüenza porque las tenían mejor que yo (risas). A veces, aún a pesar de su situación de extrema pobreza, incluso preferían que les regalaran productos cosméticos antes que bienes de primera necesidad.
«Un cubano es capaz de trabajar como profesor de historia y al día siguiente como vendedor de boniatos» Á. Cardoso
A mí quizás lo que más me impresionó de Cuba es ese instinto generalizado de supervivencia que tienen los cubanos, para sacar cada día adelante ganando apenas unos dólares al mes.
Á.C. – Cuba es la improvisación constante. Muchos cubanos que han estudiado o trabajado toda la vida en un oficio, de repente en un día se ven trabajando en otra cosa totalmente diferente. El cubano siempre experimenta una transformación que nunca termina. Un profesor de historia acaba de taxista o un artista de vendedor de boniatos. De hecho esto condiciona tanto nuestra personalidad, que cuando emigramos también somos así en el extranjero.
¿Qué sentís los cubanos cuando regresáis?
Á. C. – Yo de primeras siento rechazo, porque vuelvo a una ciudad con la que ya no me veo identificado. Me ocurre aquello de que soy cubano en España y español en Cuba. Ni siquiera me siento con la autoridad suficiente como para comentar los temas políticos que atañen a las personas que viven ahí. Son unos días de ambivalencia afectiva con la ciudad y la gente.
Luego esta sensación va cambiando con el tiempo. Cuando me vuelvo a marchar, noto que se me rompe el corazón porque es muy duro dejar ahí a mis compatriotas sabiendo lo mal que lo están pasando. Ahí es cuando me doy cuenta del cariño que aún siento por este país. En cada viaje noto cómo un pedazo de mí se queda en la isla, el cual se convierte en una nostalgia que afortunadamente puedo canalizar a través de mis escritos.
E. B. – También para un español es una experiencia brutal. Durante esos días te pasas el tiempo absorbiendo y absorbiendo información y vivencias de todo tipo. Recuerdo que en ambos viajes nos pasamos todo el avión de vuelta prácticamente sin hablar. Era tanto lo que habíamos visto, que necesitábamos tiempo para digerirlo todo. Te quedas como si te hubieran dado una paliza.
¿Dónde se puede comprar el libro?
Á. C. – Está disponible en la web nidodepapel.com Es una editorial pensada sobre todo para escritores cubanos que quieren publicar fuera de Cuba ya sea porque viven en el extranjero, tienen dificultades materiales o también porque puedan estar censurados en la isla por motivos políticos.
También tenemos intención de que pronto se pueda conseguir por Amazon y otras plataformas web. Igualmente queremos organizar alguna exposición con las imágenes.