La narcolepsia es un trastorno del sueño que afecta a cerca del 1% de la población mundial y está caracterizado por padecer sucesivos ataques de sueño o un deseo irrefrenable por dormir. La cataplexia, asociada a este trastorno, tiene la misma consecuencia que la narcolepsia pero con un motivo distinto: las emociones fuertes como la risa o el llanto provocan una pérdida repentina del tono muscular que pueden ir desde algo tan liviano como la caída de los párpados al colapso total del organismo en el que el individuo cae al suelo repentinamente; como si los músculos se desconectaran sin previo aviso.
Se trata de un problema neurológico para el que no existe cura pero que puede controlarse mediante medicamentos específicos y la modificación de los factores desencadenantes potenciales (como las carcajadas o un enfado).
Esta pérdida repentina del control muscular que, por lo general sucede en ambos lados del cuerpo, tiene un desencadenante muy frecuente: la risa, aunque también pueden provocarlo simplemente la sorpresa, el estrés, la felicidad o cualquier cambio en el estado emocional como la ira.
El ataque de cataplexia puede durar desde unos pocos segundos a varios minutos y la media suelen ser varios ataques a la semana; sin embargo, existen casos de personas que sufren varios cada día.
A pesar de que suele asociarse a la narcolepsia, también puede tener su origen en otras enfermedades raras como la enfermedad de Niemann-Pick de tipo C, el síndrome de Prader-Willi y la enfermedad de Wilson.
Según los expertos, la cataplexia sucede a raíz de una disociación del sueño REM -cuando los músculos están en reposo- en horas de vigilia. Una pérdida de hipocretina, un neurotransmisor implicado en la regulación del ciclo sueño / vigilia es, al parecer, el responsable o mayor impulsor de este trastorno.
Síntomas
Los síntomas de cataplexia asociados con la narcolepsia a menudo comienzan en la infancia y la edad adulta, entre las edades de 7 y 25 años, pero pueden comenzar en cualquier momento.
Los síntomas de un episodio catapléctico pueden incluir:
- espasmos faciales, parpadeos o muecas
- movimientos inusuales de la lengua
- temblor de mandíbula
- dejar caer la cabeza o la mandíbula
- temblor de rodilla
- párpado caído
- dificultad para hablar
Causas
Como hemos comentado, la hipótesis de la disociación del sueño REM sugiere que la cataplexia es la parálisis muscular que normalmente ocurre durante el sueño REM que entra en horas de vigilia. Se desconoce la causa subyacente exacta de esta intrusión, pero se cree que la pérdida de neuronas que producen hipocretina (también conocida como orexina) es un factor importante que contribuye a estos episodios. La hipocretina es un neurotransmisor involucrado en la promoción de la vigilia dentro del ciclo sueño / vigilia.
Se cree que la narcolepsia puede ser un trastorno autoinmune, pero se necesita más investigación.
Un estudio publicado en la revista Journal of Clinical Investigation en 2010 reveló que la pérdida de hipocretina es causada por una respuesta autoinmune dirigida a los autoantígenos TRIB2. Esta respuesta autoinmune hace que se formen anticuerpos trib 2, que atacan y destruyen las neuronas en el cerebro que producen hipocretina.
La frecuencia de los episodios cataplécticos varía de menos de uno por año a varios por día. En promedio, una persona con cataplexia experimentará uno o más episodios cada semana.
Tratamiento y prevención
No existe cura para la cataplexia, y el tratamiento se centra en el manejo de los síntomas con buenas prácticas de higiene del sueño y el uso de medicamentos según sea necesario. Además, se deben tomar medidas de seguridad para evitar lesiones graves como consecuencia de caídas.
Las buenas prácticas de higiene del sueño incluyen:
- mantener un horario de sueño constante, que incluye levantarse y acostarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana o durante las vacaciones
- esforzarse por dormir 7 a 8 horas al día
- hacer que la habitación sea tranquila y relajante y mantenerla a una temperatura cómoda y fresca
- limitar la exposición a la luz por las tardes
- hacer ejercicio regularmente y mantener una dieta saludable
- evitar ingerir una comida abundante antes de acostarse y optar por una merienda ligera y saludable si es necesario
- evitar la cafeína al final de la tarde o noche
- evitar el alcohol
- programar una o más siestas cortas durante el día.
Uno de los medicamentos que pueden ayudar a controlar los síntomas son los antidepresivos. Estos incluyen venlafaxina, un antidepresivo inhibidor de la recaptación de serotonina-noradrenalina (IRSN) y antidepresivos tricíclicos como la clomipramina, la imipramina y la desipramina. Sin embargo, la evidencia que respalda el uso de antidepresivos para la cataplexia es variada.
Sarah Romero