La gestión del agua en los municipios turísticos requiere obligatoriamente de la previsión y anticipación para gestionar la demanda, y esto sólo se consigue gracias la digitalización. Así es como Laura Gascón, gerente de Aigües de Cullera y de Hidraqua en la zona de Valencia Sur, justifica que estas dos entidades hayan apostado por la transformación digital desde sus inicios. “El concepto debemos abordarlo desde dos vertientes: la digitalización de todos los procesos que se realizan en las instalaciones vinculadas al ciclo integral del agua para ofrecer una gestión eficiente y el uso de las últimas tecnologías para el uso sostenible del recurso que gestionamos”. Gascón entró a trabajar en el área de operaciones en Hidraqua hace quince años hasta 2016, momento en el que pasó a ocupar su cargo actual.
En municipios como Cullera o Benidorm, con una estacionalidad sumamente elevada, la labor llevada a cabo por Hidraqua y sus empresas participadas implica que, pese a que esta estacionalidad y la afluencia turística es cada vez más elevada, la tendencia del agua suministrada es a la baja. Ejemplo de ello lo encontramos precisamente en estas dos ciudades, donde dejando al margen los datos de consumo obtenidos previos a los meses de pandemia, Cullera ha reducido su consumo de agua un 40% desde 1992, año en el que se configuró la empresa mixta. Y en Benidorm, pese a que la población se ha duplicado, se suministra un 20% menos de agua que hace 20 años.
“La digitalización nos permite además tener más información, y esta es la pieza clave para la gestión de este tipo de municipios”, añade Gascón. Las redes son las mismas en invierno y en verano. “La diferencia está en el uso de herramientas que nos permiten saber cómo va a evolucionar la demanda, mediante el empleo de históricos de consumo de años anteriores, así predecimos la época (del 15 de junio al 15 de septiembre) e incluso los días en concreto en los que de forma recurrente se producen los picos de demanda y preparamos las instalaciones para que sean capaces de abastecer a toda la ciudad”.
Para ello, la compañía ha digitalizado el nivel de los depósitos, los horarios de bombeo, la calidad del agua, la presión de las redes, en definitiva, todo lo necesario para saber cuándo el sistema necesita trabajar a mayor velocidad y responder adaptándose a esa demanda. “Adaptamos la gestión, no la red en sí”, subraya Gascón.
Estas ciudades turísticas coindicen además con zonas de alto estrés hídrico, donde el aprovechamiento de cada gota de agua es fundamental. De ahí que, además la digitalización, haya sido necesaria para conseguir este uso eficiente del recurso.
Los sistemas de búsqueda de fugas, la sectorización de la red, el control en tiempo real de las instalaciones a través del telemando, entre otros, son algunas de las tecnologías que la compañía emplea para este fin.
Así como otros sistemas directamente vinculados al cliente como los contadores con telelectura que permiten conocer el consumo de agua de forma inmediata. “Este sistema es fundamental para ciudades turísticas donde hay muchas segundas residencias. Así, los propietarios pueden conocer en todo momento su consumo y, en caso de sufrir alguna avería o rotura, repararla de forma inmediata sin tener que esperar a que llegue la factura. De hecho, en Cullera, más del 60% de las viviendas ya están cubiertas mediante telelectura. Además de esto, se ha digitalizado la atención al cliente gracias a la cual conseguimos ofrecer una atención telemática e inmediata”.
Además, Gascón destaca otras soluciones innovadoras que han ayudado al municipio de Cullera a ser más sostenible, como por ejemplo el uso de agua salobre para los lavapiés de las playas, evitando así el uso de agua potable, el ARA Sistem instalado en el Parque Daniel Clar para regenerar y recircular el agua, o el uso de placas solares en los bombeos para el ahorro energético del ciclo integral del agua.
“La digitalización nos envuelve y nos acerca hacia la excelencia en nuestra gestión, pero no nos damos cuenta de ello hasta que echamos la vista atrás”, finaliza Gascón.