Entrevista > Isabel Muñoz / Concejala de Cooperación y Voluntariado de l’Alfàs del Pi
Cuando un municipio se arroga la etiqueta de ‘ejemplo de convivencia’, tal afirmación corre el enorme riesgo de quedarse huérfana de todo sentido a poco que cualquiera escarbe, aunque sólo sea superficialmente, su realidad social.
En l’Alfàs del Pi, un municipio en el que cerca de la mitad de sus poco más de 20.000 habitantes son extranjeros y que reúne a más de cien nacionalidades distintas en sus 20 kilómetros cuadrados de extensión, esa máxima se cumple por completo.
Integración
Para que la inmigración que se ha asentado en el municipio alfasino haya conseguido ese alto nivel de integración se han tenido que dar, innegablemente, una serie de factores y circunstancias que no siempre pueden ser controladas por las administraciones, pero, a la vez, el trabajo que durante muchos años se ha realizado desde el consistorio se ha mostrado muy eficaz en ese sentido.
Esa labor, cuyos frutos sólo se recogen en el largo plazo, se ha extendido a lo largo de varias décadas y ha conseguido, entre otras cosas, que la actividad asociativa alfasina sea uno de los grandes motores de su vida social.
Por ello, no es de extrañar que la concejalía del área haya optado ahora por la creación del Consejo Local de Cooperación y Voluntariado que, tal y como explica la edil, Isabel Muñoz, busca organizar y maximizar el trabajo de cada una de las asociaciones y ONG que operan en el municipio.
«Tenemos muchas asociaciones y ONG que trabajan en o desde el municipio, pero que no mantienen un contacto o que no se conocen»
¿Cuál es el principal objetivo del recién creado Consejo Local de Cooperación y Voluntariado?
Tenemos muchas asociaciones y ONG que están trabajando diariamente en o desde el municipio, pero que no mantienen un contacto constante entre ellas o que no se conocen. Lo que hemos querido es agruparlas en ese Consejo Local y que, de esa manera, se conozcan y puedan trabajar conjuntamente. Además, queremos dar visibilidad a todo el trabajo que hacen, que es muy importante.
«El Consejo nace con la vocación de tener dos o tres reuniones anuales en las que se puedan aunar esfuerzos»
Por lo que me comenta, parece que nace a imagen y semejanza de la iniciativa que, de una manera más informal, se desarrolla desde hace años desde el área de Residentes, con reuniones mensuales con las asociaciones de extranjeros.
En cierta medida, sí. En la primera reunión que mantuvimos nos dimos cuenta de que algunas de esas asociaciones y ONG no se conocían entre ellas, pese a que sus responsables viven en el municipio y las entidades trabajan aquí. También es importante aclarar que algunas trabajan desde aquí, pero se centran en ejercer su labor fuera. Son ONG de Cooperación y Desarrollo que trabajan en África o Latinoamérica.
Lo que nos resultó curioso fue, precisamente, esa falta de conocimiento entre ellas. El Consejo nace con la vocación de tener dos o tres reuniones anuales en las que se puedan aunar esfuerzos.
«Estamos animando a que la gente dé el paso y se haga voluntaria, y que participen en todas las asociaciones y ONG»
De esa primera toma de contacto, ¿qué prioridad han sacado?
Estamos animando a que la gente dé el paso y se haga voluntaria, y que participen en todas estas asociaciones y ONG ya que también las viene bien contar con un mayor número de personas.
Seguramente las dos asociaciones más potentes de cuantas trabajan en el municipio sean, por este orden, el Voluntariado Social y Cruz Roja. ¿Hay muchas más?
Como decía antes, tenemos varias que centran su trabajo en otros países, como Aborigen View, que está trabajando mucho en África. También hay asociaciones como el Club de Leones y ahora estamos hablando con Corazón Exprés, que quiere tener una sede en l’Alfàs del Pi. Son muchísimas, sólo he nombrado algunas.
Efectivamente, el Voluntariado Social es una de las más potentes y que ahora, por desgracia, se ha hecho todavía más conocida y necesaria a causa de los efectos económicos y sociales de la pandemia.
Como dice, el último año ha supuesto todo un reto para las ONG y asociaciones a causa del incremento de la demanda derivado de la pandemia. ¿Cómo está la situación en este momento? ¿Están pudiendo responder a ese aumento de la demanda?
La verdad es que las asociaciones que trabajan fuera no han podido hacerlo. En cuanto a la labor local, hemos hecho un gran esfuerzo para poder seguir trabajando con las asociaciones; un esfuerzo al que se han sumado empresarios, particulares… todos han puesto lo mejor de su parte para poder ayudar.
Ahora me gustaría centrarme por completo en aquellas asociaciones y ONG que trabajan a nivel local. Más allá del hecho de que se conozcan entre ellas y se puedan coordinar mejor, ¿cuáles son las mayores prioridades que les han transmitido en sus primeras reuniones?
Poder hacer frente a las consecuencias de la pandemia. Hay mucha gente que se ha quedado sin trabajo, y familias que tienen que hacer frente a diversas necesidades. Hay núcleos familiares en los que nadie tiene empleo y se tienen que seguir cubriendo las necesidades básicas de todos sus miembros, incluidos los niños.
«El banco de alimentos no da abasto. En el voluntariado social se están haciendo dos repartos semanales»
¿Cuáles son esas necesidades básicas que más urgentes a cubrir?
El banco de alimentos no da abasto. En el Voluntariado Social se están haciendo dos repartos semanales e, incluso cuando está el banco de alimentos lleno, con esos dos repartos se vacía por completo. Por fortuna, insisto, estamos contando con la colaboración de muchas personas, empresarios, supermercados…
«Ir a pedir alimentos es un paso muy complicado, pero la gente está sacando fuerzas de donde sea para alimentar a sus hijos»
Esto va para largo. Confiamos que en el futuro la situación mejore. Hay que tener en cuenta que ir a pedir alimentos es un paso muy complicado, pero la gente está sacando fuerzas de donde sea para alimentar a sus hijos. Resulta muy triste ver cómo hay gente que tenía un trabajo y ahora se ha visto necesitada hasta este punto.
L’Alfàs del Pi es un lugar donde buena parte de su actividad cultural ha tenido siempre un fin solidario. En ese sentido, la imposibilidad de seguir realizando eventos parece haber contribuido a esa ‘tormenta perfecta’ de la pandemia ya que no sólo ha aumentado la demanda, sino que las asociaciones y ONG han visto reducidas esas aportaciones. Esta realidad, ¿les ha obligado a aumentar las dotaciones desde el propio Ayuntamiento?
Este año nos hemos visto obligados a aumentar en gran medida los convenios que mantenemos con asociaciones y ONG. Sobre todo, como decía antes, con el banco de alimentos. Es verdad que, como comentas, se realizaban muchas acciones culturales con fines solidarios que ahora ya no se han podido mantener.
En ese sentido, también quiero destacar que desde el Ayuntamiento no sólo hemos aumentado la dotación de esos convenios, sino que hemos ampliado la cantidad de los mismos a nuevas ONG que se han asentado y han empezado a trabajar en el municipio.
Resulta muy humano y casi lógico que, en una situación como la actual, la sociedad se vuelva más egoísta y pida que se priorice, a la hora de destinar ayudas, a las asociaciones y ONG que trabajan a nivel local antes de todas aquellas que, como ha dicho, trabajan fuera del municipio o de nuestras fronteras. ¿Considera que, al menos en este momento, es un enfoque acertado?
Es una pregunta muy recurrente en estas circunstancias. Considero que tenemos que mantener la solidaridad y no ser egoístas. Nosotros ponemos un granito de arena en África o Sudamérica, lugares donde también existe mucha necesidad.
Es verdad que hay gente que se pregunta porqué lo hacemos existiendo tanta necesidad aquí. Lo hacemos porque hay que ser solidarios y hay que tener proyectos aquí, pero también ayudar fuera. Considero que entre todos podemos conseguir grandes cosas. No podemos cerrarnos y pensar únicamente en nuestro municipio, hay que pensar a nivel global.
¿Esto debe ser extensivo también a la administración local?
En el ayuntamiento estamos trabajando con los objetivos de desarrollo sostenible y uno de ellos es la erradicación de la pobreza. Es una meta muy complicada, pero las administraciones, a través de las asociaciones y las ONG, tenemos la obligación de colaborar en ese ámbito porque, de lo contrario, esas regiones nunca podrán salir de la pobreza.
Creo que la gente que niega esa realidad es muy egoísta ya que no se da cuenta de que en esos países también hay gente necesitada y, sobre todo, niños que, por ejemplo, no pueden ir al colegio y que se ven obligados a trabajar.
Como sociedad, ¿damos por sentadas muchas cosas que no están plenamente garantizadas en esos lugares?
Abrimos el grifo y tenemos agua, pero hay lugares donde para conseguirla hay que caminar muchos kilómetros. O hay niños que no van al colegio y tienen que trabajar para poder cuidar a sus hermanos. Insisto, pienso que no hay que caer en el egoísmo y debemos tratar de poner nuestro granito de arena en diversos frentes.
También debo decir que la gente que realmente es solidaria da su aportación sin importar quién la va a recibir, y en ese sentido quiero hacer un llamamiento a que la gente sea solidaria y participe en la medida que le sea posible.
Incluso porque como ha dicho muchas familias no tienen recursos económicos que puedan destinar a ayudar a los demás, pero pueden hacerlo a través del voluntariado aportando tiempo.
Efectivamente. Es algo muy valioso e importante. El Voluntariado Social, si no fuese por todas esas personas que dedican su tiempo a ayudar a los demás, no podría hacer nada. Tienen muchísimo trabajo y están desbordados. Por ello, hacen un llamamiento a que todo aquel que tenga algún hueco para poder colaborar, lo haga.
«Desde el Consejo Local se quiere potenciar el voluntariado y mostrar que todo el mundo puede colaborar»
¿Todo el mundo puede colaborar?
Todo el mundo es bienvenido en cualquier asociación. El Consejo Local de Cooperación y Voluntariado quiere potenciar el voluntariado y mostrar que todo el mundo puede colaborar. Hay personas que con más de 70 años están ayudando y es una maravilla ver como participan.
Lo que nos falta ahora es incentivar el voluntariado juvenil, que está un poco más parado. Es un sector que está estudiando o trabajando y cuyo horario puede ser más complicado, pero hay que incentivarlo y animarlos porque la labor voluntaria da muchísimas satisfacciones.
Para todos aquellos que quieran recoger el guante y colaborar, pero no sepan cómo o dónde dirigirse, ¿cómo pueden informarse?
Pueden venir cualquier mañana a la concejalía de Cooperación y Voluntariado, que está ubicada en la planta baja del ayuntamiento. Nosotros podremos informarles sobre las distintas opciones o, si ya tienen claro que quieren participar con una ONG determinada, les podemos poner en contacto con ella.
Asociaciones y ONG en l’Alfàs del Pi
Asociación Amicitia, ONGD Estrellas de Colores, ONGD Aborigen View, Asociación Amistad con Cuba, Asociación Juita del Pueblo Saharaui, Voluntariado Social, Voluntariado Ambiental, IV Grupo Scauts, Cruz Roja, APPA, Rotary Club, Club de Leones, Frivilig y Asociación de pacientes Old Timers.