Amarillo, verde, azul… y no, no estamos hablando ni del arco iris, ni de las fichas del parchís. Nos estamos refiriendo a los colores de los contenedores de reciclado que desde hace décadas nos hemos acostumbrado a ver por las calles y plazas de nuestra ciudad, y a los que, a partir de ahora, tendremos que sumar uno nuevo que llega para quedarse.
El ayuntamiento de Petrer, con la colaboración de Fobesa, la empresa concesionaria del servicio de basuras en la ciudad, da un paso más en materia de reciclaje y va a implantar, a partir de este mes de marzo, un nuevo contenedor de color marrón que dará cabida a los residuos orgánicos, que representan aproximadamente el 40 por ciento del total de los deshechos que se producen.
Todo lo que no pueda ser reciclado deberá depositarse en el contenedor gris
Colores para el reciclado
Azul para papel y cartón, amarillo para envases de plástico y verde para vidrio, un mantra que nos sabemos de memoria y que va a seguir igual que siempre. La novedad viene de la mano del conocido como ‘quinto contenedor’, que tendremos que aprender a usar correctamente.
Aunque, en realidad, lo que nos vamos a encontrar a partir de ahora van a ser dos, que van a sustituir a los tradicionales contenedores cuadrados verdes, con los que podremos seleccionar y separar todos los residuos que, de una u otra manera, pueden tener un nuevo uso y dejar de lado lo que todavía no puede ser reciclado: uno marrón, concebido para depositar restos de basura orgánica, y otro, de color gris o verde, en los que irá el resto de deshechos que no pueden ser tratados en una planta de reciclaje.
Se van a instalar 534 contenedores marrones y 110 grises
Separación eficaz
Por lo tanto, ¿qué residuos tenemos que depositar en un cubo u otro? Los responsables de la concejalía de Servicios Generales, Fernando Díaz, concejal, y María José Soler, técnico jefe del área, nos explican todas las variantes.
El cubo marrón está concebido para biorresiduos o materia orgánica, y es importante tener claro lo que se puede depositar y lo que no, para que el reciclaje sea lo más eficaz posible. Allí irán residuos domésticos como restos de comida (carne, pescado, verdura, cáscaras o pieles de fruta), restos vegetales (desechos de poda, hojas, flores…) y residuos de papel (servilletas o papeles de cocina usados), con los que, una vez sometidos a un proceso biológico, se puede hacer compost, un biorresiduo que se aprovecha como fertilizante.
En el otro recipiente se depositarán el resto de desechos, lo que no es orgánico y por lo tanto no puede ser reciclado, como pañales, chupetes, colillas, toallitas o cepillos de dientes.
Concretamente, Petrer ha adquirido un total de 534 unidades de contenedores marrones, que se irán ampliando en función de las necesidades, y 110 nuevos grises, a los que se suman 310 recipientes de color verde que se han recuperado y customizado de los actualmente existentes.
Evitar el impacto medioambiental
El Plan Local de Gestión de Residuos “nos obliga a impulsar un sistema de recogida selectiva que permita facilitar el proceso cuando llegue a la planta de reciclado, separando la materia que puede ser tratada de la que no”, explica la técnico.
La intención, destaca Soler, “es acostumbrarnos a realizar una acción importantísima como es separar, a través de un esfuerzo mínimo que tiene evidentes beneficios para el medio ambiente”.
Más de 300 islas de recogida
Los recipientes estarán dentro de las 353 islas de recogida selectiva que van a estar repartidas por todo Petrer, aunque no siempre en igual número. “Hemos hecho un estudio vial en toda la población y se ha intentado que los contenedores estén lo más cerca posible unos de otros, sin embargo, donde por razones de espacio no sea posible, nunca estarán a una distancia mayor de 75 metros, para que el ciudadano tenga total accesibilidad a ellos. Además, podrá haber más de un contenedor de las mismas características en zonas donde se produzca un mayor volumen de residuos”, detalla Soler.
La implantación del servicio dará comienzo este mes en el barrio de San José, que será el primero en recibir las nuevas unidades, hasta extenderse paulatinamente al resto de la población, y así, según previsiones de Fernando Díaz, “estar funcionando en toda la localidad en los meses de verano”.
El ayuntamiento pondrá en marcha una campaña informativa en todo el municipio
Educación medioambiental
El ayuntamiento pondrá paralelamente en marcha una amplia campaña informativa para explicar a la población las ventajas ambientales y económicas de separar, y a tal motivo se desplegará por el pueblo un grupo de educadores ambientales para incentivar la correcta separación de los residuos en origen.
Esta nueva fase de reciclado supone una modificación en el contrato que el ayuntamiento tiene firmado con la empresa concesionaria, aunque, asegura Soler, no repercutirá en el bolsillo del contribuyente. “Llevamos un año de negociaciones con Fobesa y nos hemos adaptado al presupuesto que tenemos con ellos, pero el ciudadano puede estar tranquilo porque no le va a suponer un sobrecoste extra en el recibo”.
Tan importante es reciclar como saber hacerlo, y en este sentido el concejal Fernando Díaz ha aprovechado para dar un tirón de orejas a todos aquellos ciudadanos que se “olvidan” de cómo se recicla. “Todos sabemos separar, pero muchos, por comodidad, no lo hacen. Las cifras son mejorables, y aunque en términos generales podemos decir que en Petrer se recicla bien, hay que ir más allá y hacerlo muy bien”.
Unidades que se van a instalar
Distribución de las islas de aportación de residuos en suelo urbano en Petrer inicialmente prevista (sin considerar zonas de polígonos industriales y diseminadas):
212 puntos con fracción orgánica (marrón) y resto (gris o verde).
102 puntos con fracción orgánica, resto, envases, papel y vidrio.
6 puntos con fracción orgánica, resto, envases y papel. Se completarán con fracción vidrio en cuanto se tenga disponibilidad.
23 puntos con fracción orgánica, resto, envases y vidrio. Se completarán con fracción papel en cuanto se tenga disponibilidad.
10 puntos con fracción orgánica, resto y vidrio. Estos contenedores de vidrio se encuentran próximos a establecimientos de hostelería.
Total: 353 puntos de aportación de residuos (todos incluyen el quinto contenedor marrón de orgánica).