Entrevista > Gregori Yegorov / Ex saltador de pértiga, medallista olímpico y subcampeón del mundo (Chimkenit, Kazajistán, 12-enero-1967)
Ya hace un cuarto de siglo que Grigori Aleksandrovich llegó por primera vez a l’Alfàs del Pí, localidad de la que no volvió a separarse y donde ha echado raíces. El ex atleta soviético, que llegó a volar ayudado por su pértiga a 5’90 metros de altura, fue una de las figuras de su tiempo y testigo directo de los épicos duelos con el legendario Serguéi Bubka.
Grigori se encarga ahora de reclutar atletas para que entrenen en l’Alfàs y la comarca, y alecciona a los jóvenes del Club de Atletismo de La Nucía. Tras toda una vida dedicada al atletismo, deporte que sigue practicando ahora como veterano, mira con cierta pena en lo que se ha convertido el moderno movimiento olímpico. “Ya no importa participar ni los atletas, solo la televisión y la publicidad”, lamenta.
Usted ya era una estrella del atletismo en los noventa, ¿cómo comenzó su idilio con l’Alfàs?
Llegué sin tener ningún plan. Vine a una concentración y me gustó el sitio. Me quedé y empecé a entrenar con el club Benacantil que dirigían Joaquín Villar y Antonio Sogorb. Y aún sigo haciéndolo, pero en el equipo de veteranos.
¿Aún le queda motivación por saltar?
Siempre. El día que deje de hacerlo me quedaré parado para siempre y me dolerá todo.
La URSS era una súper potencia en salto de pértiga. Y tenía a Bubka, el mejor de todos los tiempos. Qué mala suerte coincidir con él en la misma época, ¿no? Sin él, igual su palmarés sería el triple de largo.
Yo creo que no es mala suerte, que es al revés, que tener un rival así te hace mejor. Cuando compites contra alguien tan importante tienes más motivación y creces como deportista. En mi época, de los diez mejores del mundo nueve eran de la Unión Soviética. Y en el Grand Prix de 1992, de los doce primeros once éramos de la URSS.
Llegó a Seúl, en sus primeros Juegos, con solo 21 años y tocó bronce. ¿Qué pasó después para no poder repetir pódium?
Yo era el primero que pensaba que iba a ganar más medallas en los siguientes Juegos, pero no hubo más. A Barcelona no fui porque el equipo olímpico de la URSS era muy fuerte y eligieron a otros. Luego las lesiones…
«Los Juegos no van a ser lo mismo porque los atletas no han podido entrenar en condiciones»
Este año, en teoría, hay Juegos Olímpicos. ¿Qué espera de ellos teniendo en cuenta las circunstancias?
No serán lo mismo por mucho que se quiera. Los atletas se prepararon para competir en 2020. Ahora entrenan sin saber seguro si serán en 2021. Así no se puede ofrecer el mejor nivel porque no hay una preparación correcta. No se saben fechas, no se puede entrenar, ni competir. Competir es la mejor forma de ver el nivel que tienes y en qué debes mejorar.
Vamos, que podemos olvidarnos de grandes marcas.
No han entrenado en las mejores condiciones. Se está hablando de Juegos sin espectadores, de limitar los participantes… El barón de Coubertin decía que lo importante era participar y no ganar. Ahora parece que solo importe el dinero de la televisión y la publicidad y que no se piense en los atletas.
«Muchas federaciones están esperando a que pase la pandemia para que sus atletas vengan aquí a entrenar»
Volvamos al presente, ¿cómo va su trabajo de reclutar atletas de élite para que entrenen en l’Alfàs?
Parado. Sigo recibiendo llamadas, pero no quiero traer a nadie en esta situación al Albir Garden porque no podemos ofrecerles las mejores condiciones de trabajo. No sabemos si pueden entrar en España, si van a tener la pista abierta o, simplemente, si pueden tomarse un café en un bar.
Mantengo los contactos con muchos de los atletas de mi época que ahora son entrenadores o presidentes de federaciones, por lo que el interés por venir aquí sigue intacto a la espera de que pase la pandemia.
¿Cómo lleva su etapa de formador en La Nucía?
Bien, empezamos hace poco más de un año pero hemos tenido mala suerte con la pandemia, porque estamos más tiempo parados que entrenando.
¿Hay nivel en la cantera española o seguimos a años luz de las súper potencias?
España lo tiene todo, sobre todo clima, para formar y tener grandes atletas, porque se puede estar entrenando a todas las horas de día. Pero hay un problema: los niños quieren ser futbolistas y los padres que sus hijos se hagan millonarios. Al atletismo, salvo algunos que tienen mucha vocación, llegan los que no han tenido suerte en el tenis, baloncesto y, sobre todo, fútbol.
«Traer el Mundial de veteranos a la comarca sería una inyección económica»
Sé que desde hace años tiene un sueño, traer a la comarca un mundial de atletismo para veteranos. ¿Lo ve posible?
Yo creo que sí, sería un evento espectacular para miles de personas. Tenemos tres pistas en pocos kilómetros (La Nucía, Benidorm y l’Alfàs) para poder realizarlo. Además, en temporada baja sería una gran inyección para los hoteles, porque los deportistas suelen viajar con sus familias.