Entrevista > Pilar Gay / Concejala de Cultura y Patrimonio de Guardamar del Segura
Guardamar del Segura pone a disposición de todos los visitantes su nueva Villa Romana, el último gran yacimiento arqueológico que ha sido descubierto recientemente bajo las dunas de arena cerca de la playa del Moncayo.
Este nuevo gran descubrimiento no es sino una pieza más del impresionante patrimonio monumental que alberga esta localidad: Una ciudad fenicia, templos islámicos, un castillo medieval, piezas íberas… Hablamos con Pilar Gay, concejala de Cultura y Patrimonio, sobre todos estos recuerdos que nos dejaron aquellas antiguas civilizaciones en Guardamar.
Los cimientos de toda una antigua villa romana en perfecto estado. ¿Cómo aparece esto así tan repentinamente en la playa del Moncayo?
El Moncayo es una clásica zona de yacimientos, aquí ya aparecieron en su día la Torre del Descargador islámica y una antigua mezquita; por eso sospechábamos que podía haber algo más bajo la arena. Dado que teníamos disponible la máquina de desbrozamiento que habíamos utilizado para la torre, la aprovechamos para excavar en los alrededores… y así aparecieron los primeros restos romanos.
En cuanto los descubrimos, lo primero que hicimos fue taparlo todo para protegerlo hasta la siguiente campaña arqueológica que realiza la Universidad de Alicante (UA) anualmente en Guardamar. Este año además tuvieron que retrasarla algunos meses por la pandemia.
Finalmente, cuando los arqueólogos se pusieron a excavar, para nuestra sorpresa empezaron a aparecer salas y más salas… hasta que nos acabamos dando cuenta de que estábamos ante toda una villa romana.
Además ha salido toda la base del antiguo edificio.
Sí, la estructura es imponente. Es como si fuera un perfecto plano de la Villa Romana original dibujado sobre la arena. A través de estos cimientos podemos distinguir todas las estancias que tenía.
¿Cuánto tiempo ha costado terminar de excavarlo todo y hacerlo visitable para el público?
Pues entre sacarlo, desbrozarlo y arreglarlo habrán sido unos cuatro o cinco meses. Ahora hemos puesto las pasarelas para que la gente pueda acceder desde la playa sin pisar las dunas, pues son un espacio natural protegido. Hemos unido así los tres yacimientos arqueológicos que están apenas a unos 100 metros: la Villa Romana, la Torre del Descargador y la mezquita. También hemos colocado unas gravas de distintos tonos con el fin de distinguirlos mejor.
Aprovecho para agradecer a todos los profesionales que tanto han trabajado para hacerlo posible. Especialmente por parte de la UA a los arqueólogos Sonia Gutiérrez, Víctor Cañavate y Antonio García Menárguez. Igualmente por parte del Ayuntamiento, al conservador Francisco Parres y al arquitecto municipal José Gambín. Ha sido todo un equipo multidisciplinar que ha realizado una tarea apasionante.
Ahora mismo se me ocurren pocos planes de ocio más adecuados que visitar yacimientos arqueológicos al aire libre.
Desde luego, desde el punto de vista sanitario es una actividad totalmente inocua que además se puede combinar con un paseo muy bonito por la playa. El Moncayo es un sitio espectacular, no me extraña que los romanos eligieran este lugar. Está claro que tenían muy buen gusto (risas).
«Este verano esperamos abrir al público la ciudad fenicia amurallada de La Fonteta»
Aparte de la zona del Moncayo, en Guardamar también hay otros yacimientos musulmanes y fenicios…
Tenemos nuestra gran Rábita Califal en las dunas junto a la desembocadura del río Segura, que está ya casi excavada en su totalidad y ha quedado una estructura muy bonita.
«En Guardamar tenemos restos arqueológicos que no se encuentran en ninguna otra parte del Mediterráneo»
Por otro lado están los restos fenicios de La Fonteta. Esto es algo increíble, hablamos de toda una ciudad con varias estancias dentro de la muralla. No hay otro yacimiento arqueológico fenicio como éste en todo el Mediterráneo, tienes que irte a Líbano para encontrar algo parecido.
La Generalitat está haciendo un gran trabajo de restauración en estos yacimientos. La Fonteta ahora mismo está cerrada al público, pues se están realizando obras para tratar de recuperar casi toda la antigua muralla. Esperamos poder abrirlo al público en verano.
Todos los yacimientos tienen códigos QR para descargar una audioguía con toda la información
¿Es fácil acceder a estos yacimientos?
Sí, perfectamente. De hecho quien venga a echarse el día a Guardamar, puede visitarlos todos sin problema. Es una excursión ideal para todos aquellos amantes del senderismo.
El camino para acceder a la Rábita Califal, por el Sub 7 o el Paseo de la Pinada, está totalmente indicado. Y los yacimientos de la playa del Moncayo, como te comentaba antes, están conectados mediante pasarelas. Y por supuesto ningún visitante puede olvidarse de subir al Castillo.
Mediante las rutas de ‘Memoria de la Arena’ los visitantes pueden recorrer todo el patrimonio histórico de Guardamar
Además, en todos los puntos de interés hay carteles informativos con unos códigos QR a través de los cuales se pueden descargar una audioguía y un localizador web que lleva a los diferentes yacimientos. Existen varios itinerarios a recorrer, las llamadas ‘Rutas de Memoria de Arena’, para que los visitantes elijan cómo visitar nuestro patrimonio.
«Con la nueva muralla reconstruida, las vistas desde el Castillo hacia el interior de la Vega Baja son aún más impresionantes»
En los últimos temporales de lluvia el Castillo sufrió algunos daños, ¿qué tal van las obras de restauración?
Ya antes de los temporales hicimos una gran restauración, gracias a la financiación de un millón de euros que obtuvimos de los fondos europeos FEDER, por la cual le dimos un gran lavado de cara al Castillo.
Efectivamente durante el temporal Gloria se nos cayó un trozo de la muralla más antigua, justo en la que no se había intervenido. Así que ahora estamos reconstruyendo esa parte, y también hemos aprobado un plan director para seguir haciendo más actuaciones.
Lo último que ya hemos finalizado es la reconstrucción de la muralla de poniente, la que da hacia el interior, que estaba prácticamente desaparecida. De hecho al principio pensábamos que era del siglo XVI pero al excavar nos apareció una del siglo XII, y evidentemente hemos reconstruido la más antigua. Ahora con esta muralla se ha quedado una vista todavía más impresionante desde el Castillo, no solo hacia al mar sino también hacia la Vega Baja.
La verdad es que Guardamar es una caja de sorpresas. Nunca dejan de aparecer cosas nuevas.
Totalmente. Y habrá muchas más enterradas que aún no sabemos. Ya estamos deseando que empiece la próxima campaña de excavación arqueológica para ver que nos encontramos.
Ten en cuenta que Guardamar del Segura era un punto estratégico. Antiguamente el río Segura era navegable hasta Orihuela, y ésta era su puerta de entrada. Por ello tantas culturas distintas han pasado por aquí, y además la ciudad sufrió varias invasiones.
Nuestra arena ha conservado muy bien todas estas maravillas, que nos han servido para poder hacer un dibujo de la historia de Guardamar y de toda la comarca de la Vega Baja. Nosotros desde el Ayuntamiento siempre apoyamos todos estos trabajos arqueológicos porque entendemos que esto es tanto nuestro pasado como nuestro futuro.
Es curioso que exista una continuidad hasta la actualidad. En el pasado muchas civilizaciones extranjeras se establecían en Guardamar, y en cierta manera eso sigue pasando…
Es así. Guardamar combina varias cosas muy interesantes para quien viene de fuera. En primer lugar, tenemos un urbanismo más sostenible y bastante menos exagerado que en otros pueblos de alrededor tipo Torrevieja. Y también desde el punto de vista medioambiental contamos con once kilómetros de playa de arena fina, con una calidad y extensión que tampoco son fáciles de encontrar. Por no hablar de nuestra pinada.
Guardamar ya es una ciudad en cuanto a número de habitantes, sobre todo en verano, pero al mismo tiempo sigue guardando esa esencia de pueblo. Aquí todavía quien tiene huerta luego vende la cosecha en el garaje de su casa. Para los guardamarencos ha sido muy importante siempre conservar esto. Por eso quien vive en una gran ciudad encuentra en esta localidad un lugar muy tranquilo, agradable y bien bonito para pasear.
¿Se organizarán visitas guiadas para conocer todo este inmenso patrimonio que existe en Guardamar?
Sí, cuando la pandemia nos lo vaya permitiendo. De hecho tenemos pendiente aún la gran visita con los arqueólogos que organizamos todos los años cuando terminan su campaña en Guardamar, y que este año hemos tenido que aplazar. Seguro que la haremos próximamente, porque ellos mismos son los primeros encantados en explicar su trabajo. Y una vez La Fonteta se pueda abrir al público, también queremos establecer guías fijos que expliquen los yacimientos a grupos de visitantes.
Actualmente estamos realizando tallares de historia y manualidades dirigidos a niños en el Castillo, y esperamos que a lo largo de marzo podamos ir recuperando las visitas guiadas con limitación de aforo.
De todas formas, en todos los yacimientos hay carteles informativos y unos códigos QR a través de los cuales los visitantes pueden descargar audioguías con más información.
Con tanto yacimiento en el término municipal, el Museo Arqueológico de Guardamar se ha convertido en uno de los más destacados de la provincia. ¿Crees que se podrá reabrir pronto?
Eso esperamos, dependerá también de la evolución pandémica. Recientemente hemos añadido la sala de Roma, y nuestra idea es seguir incrementando el Museo con toda la cerámica y piezas aparecidas recientemente tanto en los yacimientos como en el Castillo. Esto requiere un trabajo importante de catalogación, pero merece la pena.
Además, este 2021 es un año especial pues se cumple el 750 aniversario desde que fuera concedido el título de villa. ¿Guardamar podrá celebrar su cumpleaños, aún a pesar de la pandemia?
Yo creo que sí. La fecha exacta fue el 7 de mayo y esperamos que por aquel entonces podamos organizar alguna exposición así como varias actividades en el Castillo u otras cosillas que tenemos preparadas.
Guardamar del Segura tiene una historia detrás muy importante, que debemos recordar. De hecho durante una época fuimos la única villa entre Cartagena y Alicante. Tenemos muchísimo relato que contar en nuestra localidad.
Toda una masía romana aún por descubrir
Las investigaciones apuntan a que los propietarios de la antigua Villa se dedicaban a la pesca y a la sal
La nueva Villa Romana que ha aparecido en Guardamar del Segura data del siglo IV. No pertenece a un antiguo poblado, sino que formaba parte de toda una gran finca rústica. Así opinan los expertos, después de sus primeras averiguaciones.
“En la playa de El Moncayo había una especie de masía, donde vivían varias familias romanas dedicadas a la explotación de algo relacionado con el mar. Quizás a la pesca del atún y la extracción de la sal. Hay que tener en cuenta que por aquel entonces la costa estaba todavía más cerca del complejo arqueológico, pues la gran generación de dunas no se produjo hasta el siglo XIX” nos indica Francisco Parres, conservador cultural del Ayuntamiento de Guardamar del Segura.
Esta masía probablemente constaría de varias construcciones. De momento los arqueólogos solo han encontrado la villa romana y una balsa. “Sospechamos que este edificio descubierto era un lugar de trabajo o de comedores. Las residencias de los propietarios de esta finca aún están por descubrirse, así que probablemente la arena todavía nos dé más sorpresas” nos indica Parres.
«El edificio hallado debía ser usado por los romanos como lugar de trabajo o comedor» F. Parres (conservador municipal)
La cápsula del tiempo
En los próximos meses el Instituto de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante (INAPH) investigará si existe alguna conexión entre la Villa Romana y las construcciones islámicas de la playa del Moncayo.
“Tiene toda la pinta que la Torre del Descargador fue construida por los musulmanes con piedras obtenidas de la Villa Romana. Probablemente la masía quedó abandonada en algún momento, y por eso se reutilizaron estos materiales. Esto era algo muy común en época islámica” nos apunta el conservador municipal.
El comercio marítimo a través del mar, la entrada al río Segura, la abundancia pesquera, la cercanía de salinas y las posibilidades de caza en los montes de alrededor, convertían a Guardamar del Segura en un emplazamiento más que apetecible para las distintas civilizaciones que han pasado por la costa mediterránea de la Península Ibérica.
“Guardamar ha estado poblada ininterrumpidamente desde el siglo VIII a.C. hasta la actualidad, lo cual no es nada habitual. Somos muy optimistas respecto a encontrar más cosas, tiene pinta de que El Moncayo fue un embarcadero donde había una circulación muy importante tanto de mercancías como de personas. Nuestra arena es como una cápsula del tiempo, que nos permite rescatar toda esta arquitectura en estado casi perfecto” nos apunta Francisco Parres.