Entrevista > José Antonio Maciá y Ramón Más / Presidente de la Semana Santa y pregonero respectivamente
Los cofrades crevillentís, al igual que el resto de toda España, se han enfrentado a un antes y un después en las dos últimas Semanas Santas. Antes se enfrentaban a lo único que podía perjudicarles, el tiempo, y ahora por segunda vez a una pandemia.
En el año 2019 unas lluvias torrenciales les impidieron salir a la calle el Viernes Santo y el Sábado Santo, dos de los días más importantes de la Semana Santa crevillentina, y en los dos últimos años ha sido el coronavirus el que no lo ha permitido. Aun así, no han perdido la devoción que les caracteriza, y han adaptado su Semana Santa a los tiempos, sin desfiles, pero con sus tronos en la iglesia de Ntra. Sra. de Belén para poder visitarlos.
La Semana Santa crevillentina tiene varios siglos de historia y está declarada de Interés Turístico internacional.
Desde el siglo XVII
Existen datos desde el siglo XVII, y es la manifestación religiosa y cultural más enraizada en el municipio. La antesala de la Semana Santa es la celebración del septenario a la virgen de los Dolores, obra del gran escultor Mariano Benlliure. A mediados del siglo XIX llega el momento de esplendor para la celebración pasional, con la adquisición de un importante número de imágenes y constituyéndose las primeras cofradías.
En la actualidad son 6.000 cofrades los que participan en 30 cofradías que cuentan con 32 tronos. José Antonio Maciá es el presidente de la Federación de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa crevillentina.
«Los crevillentís vivimos con mucha pasión y fervor esas fechas» J. A. Maciá
¿Cómo han vivido estos dos últimos años la Semana Santa?
Con mucha desilusión y desamparo, pero entendiendo las circunstancias como no podía ser de otra manera. Los crevillentís vivimos con mucha pasión y fervor estas fechas desde hace siglos y las tenemos un gran respeto.
De todas formas, aunque no se hayan celebrado los desfiles procesionales, que es lo más vistoso de la Semana Santa, hay otros muchos otros actos y momentos que hemos seguido viviendo, porque el tiempo litúrgico siempre se ha celebrado. También las costumbres gastronómicas han permanecido.
«A pesar de las restricciones, el año pasado el museo fue visitado por 12.000 personas» J. A. Maciá
¿Este año el museo de Semana Santa ha sido más visitado?
Siempre es muy visitado, pero ahora especialmente al no haber procesiones. A pesar de las restricciones, el año pasado accedieron 12.000 personas.
Este Museo, gracias a la configuración del edificio, lo hace completamente distinto a cuantos de este género existen en España, puesto que la ubicación de los pasos procesionales en distintas plantas, unido a los espacios centrales abiertos y las balconadas que rodean cada una de las plantas de exposición, permiten al visitante contemplar estas obras de arte desde distintas perspectivas. Llegan a sentirse completamente integrados en el ambiente creado.
¿La Gastronomía autóctona es otra de vuestras tradiciones?
Tenemos nuestras propias costumbres, donde predomina el almuerzo del ‘Pa Torrat’, que el crevillentí ha podido degustar como cada año durante la mañana del Viernes Santo, junto a productos de la huerta como habas tiernas, tomates o rábanos, y por supuesto, acompañado de un buen vino.
Otro elemento particular es la Coca Crevillentina, siendo la más común la coca de boquerón o la de verduras, o los arroces de bacalao o de verduras de la huerta, así como el arroz caldoso, un guiso elaborado con todo tipo de legumbres como alubias o lentejas y acompañado de todo tipo de verduras, donde destaca el nabo. Tampoco podemos olvidar entre los dulces las típicas toñas. Son tradiciones que se han podido seguir también este año.
«Nuestra revista, publicada desde 1925, es la decana de las revistas de Semana Santa en España» J.A. Maciá
¿Qué le gustaría añadir?
Me gustaría hacer mención a nuestra revista, que es la decana de las revistas de la Semana Santa en España. Se editó por primera vez en 1925, y estamos cerca del centenario. Tampoco me puedo olvidar de nuestra banda de cornetas y tambores Los Lucas, que ha celebrado ya su centenario y se ha convertido en la segunda más antigua de España, solo por detrás de la de Málaga.
Un pregonero sin pregón
El músico crevillentí Ramón Mas fue elegido en el 2020 como pregonero, y ni pudo serlo entonces ni tampoco ahora al suspenderse todos los actos.
Ramón Mas Soler es desde 2016 director del Septenario de los Dolores y desde 1983 director de las Marchas de la Dolorosa en las procesiones de la Pasión de Cristo y Bajada del Calvario. Es cofrade de San Juan Evangelista y miembro de su junta directiva desde 1975.
¿Se ha visto obligado a ir modificando el contenido de su pregón en los dos últimos años?
Me he visto obligado a hacerlo porque precisamente uno de los principales mensajes de mi pregón era la invitación a la participación más que nunca. Evidentemente la situación se aleja mucho del fondo de mi mensaje.
Espero poder hacerlo el año que viene, aunque aun así creo que tendremos que seguir con mucha prudencia en cuanto a las distancias sociales y a las aglomeraciones de gente.
La música es también muy importante en la Semana Santa, ¿cómo le ha afectado a usted como músico?
Como a tantos otros músicos que, en muchos casos, es su medio de trabajo. En mi pregón he querido hacer un homenaje a todos aquellos autores y músicos que han creado las piezas que venimos interpretando, y a conocer los orígenes de artistas como Marcelino Sempere entre otros.
¿Ya que no ha podido hacer su pregón que le gustaría decir a sus paisanos?
Que a pesar de que esto ha sido un golpe duro para todos por segunda vez, no pierdan la esperanza, y que confíen en que el año que viene todo haya mejorado. Pero sobre todo que piensen en todas aquellas personas que han perdido la vida, porque eso es lo realmente importante en lo que debemos pensar.