Los números son tan espectaculares como demoledores. La Justicia española acumula, en los despachos de los distintos juzgados repartidos por todo el territorio nacional, toneladas -en lo metafórico, pero también en el sentido más literal, porque del retraso en la digitalización de esa administración también se podría hablar largo y tendido- de expedientes por resolver.
Delitos, faltas, reclamaciones, disputas… todas ellas, o muchas, de vital importancia para sus protagonistas, pero que no terminan de pasar por el embudo de la falta de medios.
Juez de paz
Sin tener intención de restar ni un ápice de responsabilidad en esta situación a todos los gobiernos que en España han sido los que nunca han intervenido en la cuestión con la decisión y contundencia que el problema requiera, lo cierto es que muchos de esos legajos todavía por resolver podrían, sin ninguna duda, haberse solventado sin necesidad de llegar al juzgado.
Para ello, hace ya décadas que existe en España la figura del juez de paz, actualmente regulados por una ley de 1985. Este recurso, común en poblaciones que no cuentan con un juzgado de primera instancia, ha servido, en muchas ocasiones, para alcanzar acuerdos extrajudiciales a través de la mediación entre las partes y, de esta manera, evitar la siempre penosa, costosa y lenta intervención de la justicia ordinaria.
Mediación gratuita
Benidorm hace mucho tiempo que cuenta con un Palau de la Justicia que no se escapa a la saturación de la que hemos dejado constancia. Precisamente por su tamaño y por contar con ese recurso, la ciudad no dispone de un juez de paz que pueda tratar de evitar la intervención togada, algo a lo que ahora trata de poner remedio a través de la creación de un Servicio Municipal de Mediación asumido por la concejalía de Bienestar Social.
Tal y como explica Ángela Llorca, titular del área, este proyecto de reciente creación es “gratuito y sirve para tratar de gestionar y resolver conflictos entre dos partes o más, para alcanzar un acuerdo amistoso y que sea beneficioso para todas las personas implicadas, evitando así que la disputa se traslade a la vía judicial”.
La propia edil añade que “este nuevo servicio está atendido por profesionales cualificados” y que su principal objetivo es el de “contribuir a no sobrecargar el trabajo de la administración de justicia, al atender conflictos que pueden solucionarse fuera de los tribunales”.
Como explica Llorca, “es una vía alternativa y complementaria al sistema judicial, en la que las partes reciben una ayuda profesional neutral e imparcial para resolver sus diferencias a través de un proceso de restablecimiento o mejora de la comunicación”.
El Servicio Municipal de Mediación se pone en marcha dentro del ámbito de la EDUSI Benidorm
Modernización de servicios
El nuevo Servicio Municipal de Mediación no nace, tal y como ha querido aclarar la concejala benidormense, de forma completamente independiente de la administración de justicia, sino que, para evitar que la solución pueda convertirse, a la larga, en un problema mayor “atenderá casos previamente derivados por el órgano judicial o arbitral, o bien los propuestos por los profesionales en Trabajo Social del Ayuntamiento”.
El proyecto, que supone también una modernización y actualización de los servicios que, en la materia, viene ofreciendo la capital turística, tal y como explica Llorca, “se encuentra recogido dentro de las líneas de actuación de la EDUSI Benidorm, por lo que con su puesta en marcha avanzamos en la implantación de esta estrategia de ciudad y evidenciamos el compromiso del Ayuntamiento en impulsar las acciones contenidas en la misma, y que están orientadas a mejorar la calidad de vida de residentes y visitantes”.
El Servicio Municipal de Mediación, tal y como adelanta la edil de Benidorm, “se prestará en el Centro Social José Llorca Linares, y estará a cargo de expertos universitarios en Mediación Familiar, Civil y Mercantil adscritos a la Concejalía de Bienestar Social”. Así mismo, adelanta que “una vez concedida la mediación, habrá posibilidad de que la misma se desarrolle de forma telemática”.
Los profesionales que atenderán este nuevo servicio dispondrán de un plazo máximo de cinco meses para resolver los conflictos
Plazos estrictos
Con el objetivo de que el Servicio Municipal de Mediación no se convierta en otro cuello de botella que acumule retrasos innecesarios, el proceso de mediación “no podrá superar los tres meses, salvo que el profesional considere que hay una posibilidad de llegar a acuerdos y solicite una prórroga de dos meses para así lograr este objetivo”. Así las cosas, tal y como ha explicado Llorca, el plazo máximo de resolución de disputas a través de este servicio municipal será de cinco meses.
Se trata de un proceso voluntario, flexible y rápido que reduce la tensión emocional entre las partes en conflicto
La edil ha recalcado que “las ventajas de la mediación son numerosas, ya que se trata de un proceso voluntario, flexible y rápido que reduce la tensión emocional entre las partes en conflicto al restablecer su comunicación”.
Además, la experiencia señala que “el nivel de cumplimiento de los compromisos acordados entre las partes es muy alto, debido a que las decisiones adoptadas han sido alcanzadas por éstas y no por un tercero”; y ha recalcado que “en caso de no alcanzarse un entendimiento, se puede explorar la vía del arbitraje”.