Rondaba el año 1812, cuando se construyó en los extramuros de la localidad un cementerio que albergaría a partir de ese momento a miles de alcoyanos.
Hasta entonces, el antiguo cementerio estaba ubicado detrás de la iglesia de Santa María, en la popularmente conocida como ‘Placeta del fossar’. La epidemia del cólera azota la ciudad de Alcoy con fuerza a partir del 1885, y el aumento de fallecimientos y la proximidad de a zona urbana hacen que se habilite por completo el Cementerio Municipal de Cantagallet o de Sant Antoni Abat.
Momento histórico
Sumergidos en el siglo XIX, la ciudad de Alcoy vive un momento de máximo esplendor histórico. La industria ha permitido que Alcoy se convierta en una ciudad moderna y actual en la que la sociedad se divide claramente en clases. Fruto de la buena economía de algunos, el modernismo deja huella en las calles del centro, con espectaculares monumentos que son hoy parte de la historia.
El modo de vida de aquella sociedad se dividió en distintas tipologías: los que trabajaban largas horas en las fábricas con duras jornadas laborales y vivían en edificios estrechos, altos y pequeños; y aquellos que se podían permitir contratar a grandes arquitectos y adornar las fachadas de sus casas. El cementerio inaugurado en ese momento fue, y sigue siendo, un fiel reflejo de la sociedad alcoyana.
Enrique Vilaplana construyó el cementerio moderno que solo se había visto en grandes ciudades europeas de la época
Arquitecto
Enrique Vilaplana Juliá fue elegido mediante concurso público para la construcción de este espacio que fue considerado ‘moderno’ para el momento histórico. La característica principal del lugar es que se diseña como si se tratara de una ciudad con calles y arboledas. Un concepto que estaba muy de moda en la Europa del momento, pero que estaba poco instaurado en España.
Vilaplana fue un ingeniero alcoyano de destacado recorrido que dedicó gran parte de su carrera a la modernización de la ciudad de Alcoy, con planes urbanísticos que recordaban a los aprobados en grandes ciudades como Valencia o Barcelona. También fue el primer presidente de la Caja de Ahorros de Alcoy.
Las galerías subterráneas de la periferia se asemejan a las catacumbas de la época romana
Qué visitar
Este recinto funerario cuenta con muchas peculiaridades, entre las más destacadas, quizás, son las galerías subterráneas con nichos a los lados, que se parecen a las catacumbas de la época romana pero construidas en piedra y adornadas con arcos. Se sitúan en la periferia. Además, también alberga un espacio teñido de blanco donde se sitúan los nichos de las religiosas.
Este espacio es reflejo de aquella sociedad alcoyana. Los panteones son propiedad de familias de gran poder adquisitivo. Cada una de ellas son pequeñas obras de arquitectura que se diseñaban en exclusiva para albergar a las personas fallecidas. Los creadores tenían libertad y aplicaban los estilos artísticos más utilizados del momento. Esto permite ver panteones de distinta naturaleza creativa que van evolucionando de unos estilos a otros: neogótico, modernista, eclecticismo…
La jerarquía de la sociedad se refleja en los distintos espacios: zona de los panteones, zona de una fosa general, pozo de cenizas, espacio para los niños sin bautizar, parcela para militares o zona para el clero. Todos estos espacios se pueden seguir en orden cronológico. La concejalía de Turismo, a través de la Tourist Info, ofrece varias visitas guiadas a lo largo del año, diurnas y nocturnas, bajo el título de ‘Alcoy, la ciudad dormida’.
Destacan monumentos como el ‘Ángel del silencio’, escultura de Lorenzo Ridaura que embellece el panteón familiar de Agustín Gisbert Vidal. El Panteón Enrique Carbonell, también obra de este escultor. O el Panteón José Monllor, entre otros muchos.
El Consejo de Europa lo incluye en 2021 en la Ruta Europea de Cementerios
Ruta Europea de Cementerios
Todo esto convierte al Cementerio de Alcoy en un icono del patrimonio histórico, artístico y cultural único donde se puede aprender sobre arquitectura e historia, pero también sobre botánica funeraria o iconografía, por ejemplo, con la representación de Sant Jordi en varios de los espacios funerarios en reflejo a la devoción de muchos alcoyanos por las Fiestas de Moros y Cristianos.
En 2012 el Consejo de Europa establece un itinerario cultural en el que incluye a este espacio en la Ruta Europea de Cementerios. Pero, además, obtiene tres premios en años posteriores: El Primer Premio en 2014 al Mejor Monumento Arquitectónico por el panteón de la familia de Agustín Gisbert; Primer Premio en 2018, a la mejor historia documentada en el recinto entre Ovidi Montllor y Teresa Mora; y Tercer Premio en 2018, a la mejor actividad de puertas abiertas por la celebración del 125 aniversario de la inauguración del Cementerio.