Entrevista > Antonio Serrano / Músico (Madrid, 1974)
Antonio Serrano es un músico con un gran reconocimiento internacional. Destaca por su habilidad en tocar todo tipo de instrumentos musicales, especialmente la armónica, que la hace sonar de manera prodigiosa en diferentes géneros como el jazz, blues, flamenco o clásica.
Formó parte del grupo de Paco de Lucía, hasta el fallecimiento del maestro de la guitarra. Ha participado en varias bandas sonoras de películas, entre las que destaca ‘Carne Trémula’ de Pedro Almodóvar. También ha colaborado con artistas de la talla de Serrat, Sabina, Pedro Guerra o Victor Manuel, entre muchos otros.
Recientemente ha estrenado la adaptación para armónica y orquesta del ‘El Sombrero de Tres Picos’ de Manuel de Falla, ha publicado un método para aprender a tocar la armónica cromática y actuó en la última Gala de los Goya.
Vamos a remontarnos a tus orígenes. ¿Cómo aprendiste a tocar la armónica? ¿De dónde surgió esa pasión?
Aprendí a tocar la armónica casi antes de aprender a hablar, siempre digo que la armónica fue como mi primer chupete. Mi padre era un auténtico apasionado de la armónica y nos enseñó, como si de un juego se tratara, un método que me ayudo a entender la música y seguir jugando con ella hasta día de hoy.
«Paco de Lucía ha sido el artista más internacional que hemos tenido»
¿Qué recuerdos tienes de la etapa en la que formaste parte del grupo de Paco de Lucía?
Paco ha sido una persona muy importante para mí, tanto en lo profesional como en lo personal. Era un innovador nato… innovaba sin darse cuenta. La mayoría de los recuerdos que tengo de aquella época los guardo con mucho cariño, de hecho, mantengo a día de hoy una estrecha relación con su familia.
Paco ha sido el artista más internacional que hemos tenido y fue un privilegio compartir tanto junto a él… nunca olvidaré la primera vez que me llamó y escuché al otro lado del teléfono su voz que decía: “¡Qué pasa Antonio! ¿Vamos hacer que la armónica suene flamenca?”
¿Cómo fue la experiencia de tocar en la última Gala de los Goya?
La verdad fue algo inesperado. Me llamaron pocos días antes para participar, al parecer a Antonio Banderas le sorprendió gratamente mi música y cuando le conocí pude comprobar que además de un gran actor es un enamorado del musical americano. Además, no todos los días se toca ‘Moon River’ con orquesta, chaqué y bajo una farola…
¿Cómo está siendo el proceso de adaptar para armónica y orquesta el ‘El Sombrero de Tres Picos’ Suite I y II de Manuel de Falla?
Han sido meses de trabajo. He intentado con la armónica darle a esta obra toda la fuerza y carácter que merece, estoy muy orgulloso del resultado. Me hubiera encantado que el maestro Falla hubiera podido escucharla.
Gracias a su fundación, y a través de familiares suyos, he podido saber que ha sido una adaptación que les ha gustado y yo agradecido por ello. Espero que la gente lo disfrute casi tanto como yo lo he hecho haciéndolo.
¿Cuál ha sido tu concierto más emotivo?
Cada concierto es único, pero guardo con especial cariño cuando, con trece años, Larry Adler me hizo subir al escenario con él.
«Hoy en día hacerse rico o famoso es un fin que no me interesa lo más mínimo»
Has colaborado con Serrat, Sabina, Pedro Guerra, Víctor Manuel, Ana Belén… ¿Con qué músico con el que no hayas trabajado te haría especial ilusión?
Me haría ilusión trabajar con músicos a los que admire. Escucho música muy variada, clásica, jazz, flamenco… lo que me hace especial ilusión es que músicos que no esperas que te sorprendan lo hagan, seguir descubriendo, aprendiendo… Hay músicos increíbles, absolutamente desconocidos.
Hace años la gente se hacía famosa por hacer algo excepcionalmente bien, incluso podías llegar a hacerte rico. Hoy en día hacerse rico o famoso es un fin en sí mismo que no me interesa lo más mínimo.
«La armónica aún está luchando porque se la considere un instrumento de primer orden»
¿Es más complicado obtener reconocimiento con la armónica que con otros instrumentos como el piano o la guitarra?
Es una buena pregunta. Creo es un arma de doble filo. La armónica aún está luchando porque se la considere un instrumento de primer orden, hay aún muchos escépticos… pero por otro lado al ser un territorio más virgen, es muy gratificante cada paso que se consigue.
Te has formado en una gran variedad de estilos musicales, como el jazz, flamenco, clásica o tango. ¿Te planteas incursiones en otros géneros?
Lo que más me gusta es descubrir estilos nuevos y artistas que me sorprendan, de pronto escuchar algo que me llame la atención. Me encanta cuando entro en un sitio y tengo que preguntar qué es lo que suena porque no lo conozco. Recientemente he compuesto un pasodoble… ¿quién me lo iba a decir a mí?
¿Qué relación tienes con Altea? ¿De qué forma te inspira?
Es el lugar donde me crie, donde crecí y descubrí la música. Hace un año que he vuelto a vivir aquí, después del confinamiento. La Altea que dejé de chaval, era muy diferente, la estoy redescubriendo y está siendo un periodo calmo en mi vida. Es un lugar acogedor que me permite centrarme en lo importante, sin tanto ruido y más música.