Entrevista > Vicenta Coves / Socióloga y ex policía local (3-julio-1974)
La autora comparte en su primer libro un impactante suceso que cambiaría su vida para siempre. Según cuenta, la dependencia emocional hacia su pareja la condujo a ser detenida por un delito contra la salud pública y la entrada en prisión.
No obstante, lo peor estaba por suceder. Una cruel trama urdida por una mente perversa; la persecución de unos supuestos sicarios y el temor por su vida y la de su familia, la sumergirían en una espiral de pánico, propias de una historia de ficción. Esta experiencia la transformaría hasta conseguir una vida libre de miedos y apegos, viviendo su actual situación en plenitud y libertad.
«Tuvieron que ponerme en régimen de aislamiento para preservar mi integridad física»
Lo complicado de ser policía en prisión
En ‘5 meses y 13 días en prisión’, Vicenta nos relata su experiencia en la cárcel siendo policía local, y las impactantes historias que en régimen de aislamiento compartió con cuatro presas con historias totalmente diferentes a la suya.
A través de los acontecimientos sucedidos la autora comprendió que la relación más importante es uno mismo, y concibe su libro como un método de autoayuda para salir de relaciones difíciles.
¿Cuáles fueron tus pensamientos en el momento de tu detención?
Muchos y muy diversos, sobre todo sentí mucho miedo. Me quedé paralizada y apenas podía hablar. Salía de comer con mi novio de un restaurante y subimos en mi coche, conducía yo. De repente se nos cruzaron dos coches y salieron cuatro hombres armados gritando, “Al suelo, al suelo”.
Mi mundo se vino abajo, no entendía nada, me acababan de detener por un delito contra la salud pública y no salía de mi asombro.
¿Cómo fueron los primeros momentos de tu entrada en prisión?
En el libro cuento con más detalle mi estancia en prisión. Los primeros momentos fueron muy desconcertantes. El miedo como fiel compañero me hizo estar en shock varios días.
¿Crees que tu relación intermitente con esta persona fue la consecuencia de una dependería emocional?
La dependencia emocional es la gran lacra de las relaciones de pareja y de muchas de las dificultades con las que lidiamos a diario. Te impide discernir qué personas resultan beneficiosas y cuáles no para tu vida.
Literalmente dependes de otra u otras personas para alcanzar tu felicidad, en mi caso concreto dependiente de mi pareja. Es como llevar una venda tapándote los ojos y no te deja ver con claridad. A esto le sumas la baja autoestima y la carencia de amor propio y tienes el cóctel perfecto para que sucedan infinidad de situaciones desfavorables en tu vida.
Siempre se ha dicho que un policía en prisión es carne de cañón, ¿en qué condiciones estuviste?
Es muy cierto y desgraciadamente lo viví. Tuvieron que ponerme en régimen de aislamiento precisamente para preservar mi integridad física. Una doble condena, privación de libertad y sin poder relacionarme con las demás internas para evitar posibles agresiones.
Afortunadamente no sufrí ninguna, sin embargo el miedo estuvo presente en todo momento. Es una situación complicada y mi profesión de entonces de policía lo empeoró todavía más.
«En situaciones críticas o difíciles se activa tu instinto de supervivencia»
¿Cómo invertiste el tiempo durante esos meses?
En situaciones críticas o difíciles se activa tu instinto de supervivencia, y gracias a éste pude descubrir todos los recursos de los que disponía para lidiar con tamaña situación. La creatividad y el sentido del humor fueron el bálsamo para atravesar con éxito mi estancia en prisión.
¿Cómo se supera el miedo y se acepta la situación?
Todo lo que sucede en tu vida tiene un cincuenta por ciento negativo y un cincuenta positivo. Si he de posicionarme en uno de los dos, elijo el positivo. Cuando extraes la intención positiva de cualquier situación desfavorable, el miedo desparece y la aceptación viene después o tal vez suceden a la vez.
Finalmente en el juicio tu abogado te recomendó declararte culpable para no volver a la cárcel. ¿Que supuso para tu familia con tradición de tres generaciones de policías?
Yo no puedo hablar de lo que siente mi familia. Lo que sí puedo decirte es que para mí supuso un gran aprendizaje. Descubrí que nada es para siempre y que la estabilidad no existe. La vida te cambia en un instante, por eso vivir el día a día sin expectativas es la mejor opción si no quieres llevarte sorpresas desagradables.
El juicio ya se realizó y la sentencia también, sin embargo los peores jueces somos nosotros mismos, y en ese sentido yo estoy en paz conmigo misma y ese es mi veredicto.
«El sufrimiento de esta experiencia me sirvió como trampolín para lograr mis objetivos»
Ahora, por fin ves la luz, ¿cómo remontaste y cómo es en este momento tu vida y tu profesión?
Cuando deseas algo con todas tus fuerzas el universo conspira, como dice Cohello, para que lo consigas. Mi deseo siempre fue vivir en pareja con facilidad y lo he conseguido.
Aunque resulte paradójico, el sufrimiento de esta experiencia me sirvió como trampolín para lograr mi objetivo, es lo que yo llamo ‘la optimización del sufrimiento’. Tanto es así, que actualmente acompaño a otras personas a salir de sus dificultades en pareja, y a descubrir una nueva forma de relacionarse desde la libertad y en plenitud, tal cual hice yo.