“Ningún simulacro de los realizados hasta la fecha nos había preparado para hacer frente a la DANA vivida en la Vega Baja en septiembre de 2019. Corroboramos la importancia de la digitalización de las herramientas y de la gestión centralizada de las operaciones a través de la Red Dinapsis. También detectamos necesidades y carencias en los protocolos establecidos, en las redes encargadas de recoger las aguas de lluvia y en las instalaciones responsables de garantizar el suministro. Y aquí es donde estamos focalizando todos los esfuerzos de Hidraqua en la Vega Baja”, afirma Juan José Alonso, gerente territorial de Hidraqua que vivió en primera línea la DANA de 2019.
Alonso entró a trabajar en Hidraqua hace 25 años como subgerente y ha ocupado diferentes cargos vinculados a planificación y negocio. Sin embargo, pese a su larga trayectoria en el sector, pocos momentos se asemejan a los días vividos durante aquella DANA, desde que las previsiones meteorológicas marcaron por primera vez el nivel rojo de alerta, hasta que se consiguió recuperar el abastecimiento de agua a toda la población de la comarca sur de Alicante.
Dinapsis For Water Resources es una herramienta desarrollada por Hidraqua que cubre una de las principales necesidades que se detectaron durante este episodio de 2019: poder calcular cuáles serán las consecuencias que provocarán los fenómenos meteorológicos extremos como la DANA o las sequías prolongadas conforme se van produciendo diferentes hechos o alternaciones. “Hasta la puesta en marcha de esta herramienta contábamos con mapas de inundabilidad que nos permitían conocer cómo se iba a comportar el agua que atravesaba la cuenca durante una lluvia de alta intensidad, es decir, el nivel de agua que se va a alcanzar según la previsión meteorológica, pero eran estáticos y no permitían cambiar los criterios atendiendo a los incidentes que se pudieran ir produciendo durante la lluvia, como por ejemplo la rotura de un puente, una mota o una presa”.
Con esta solución que la entidad cedió de forma gratuita a la Diputación Provincial de Alicante para su gestión en aquellos municipios más afectados la DANA, se consigue información de gran interés a través de dos módulos, el de alerta temprana frente a inundaciones y el de sequías.
Respecto al primer módulo, además de la información anteriormente descrita, se han identificado los puntos críticos de cada municipio: hospitales, centros de salud, policía local, albergues o bomberos, entre otros. “Así, conforme avanza el agua y los datos se van volcando en la herramienta, conocemos por donde pasará, cuáles serán los niveles que alcanzará, si algún punto crítico se verá afectado… y así podemos actuar antes de que este hecho se produzca, evacuando la zona o dotándola de los servicios necesarios”.
Mientras que el módulo de sequías compara las demandas de recursos hídricos para abastecimiento humano o riego agrícola de varios años y contrasta esta información con los recursos disponibles a fin de establecer para cada cuenca el riesgo de desabastecimiento que se pueda producir y tomar así decisiones tempranas.
“En estos momentos la cartografía de los municipios de la Vega Baja se ha cargado en el sistema y la herramienta ya está en marcha. El siguiente paso es poder disponer de señales propias que alimenten la herramienta como limímetros, pluviómetros y radares meteorológicos. Así, conseguimos no depender de fuentes externas que pueden fallar o sobresaturarse ante episodios meteorológicos extremos”.
Alonso destaca además que “pese a que esta herramienta es reciente, no se hubiera podido prestar el servicio que Hidraqua llevó a cabo durante los días de la DANA sin tres hechos que condicionaron su actividad: la digitalización de las instalaciones, la gestión centralizada a través del modelo Dinapsis y la anticipación”.
Así, la digitalización de las instalaciones permitió a la compañía controlar en tiempo real el estado de todas las instalaciones, entradas de agua a los municipios, bombeos, depuradoras y redes de saneamiento y poder ir actuando conforme se iban detectando las incidencias.
Por su parte, la gestión centralizada a través del modelo de la Red Dinapsis permitió contar con un centro de control fuera de la zona implicada al cual podían acceder los diferentes planificadores y responsables de los procesos y desde allí gestionar todas las llamadas e incidencias que se fueran atendiendo y distribuir las tareas al personal de Hidraqua y sus empresas contratadas en función de la gravedad y la localización de cada equipo de trabajo.
Por último, Hidraqua se anticipó a estas lluvias preparando sus instalaciones y dotando a cada municipio de personal y material con el que poder trabajar ante un posible aislamiento por zonas.
“Sin embargo, pese a que a día de hoy estamos más preparados, queda mucho trabajo por hacer. Reducir la vulnerabilidad de los municipios para seguir prestando agua potable ante un episodio de esta magnitud, la puesta en marcha de redes e infraestructuras destinadas únicamente a la recogida de agua de lluvia o la construcción de soluciones verdes para el drenaje de estas aguas de lluvia, son indispensables para poder hacer frente a estos fenómenos meteorológicos extremos tan vinculados al cambio climático. Y para poder conseguirlo, necesitamos obligatoriamente recurrir a las alianzas y la colaboración público-privada”, concluye Alonso.