Entrevista > Andrea Roda Martínez / Balonmanista (Orihuela, 29-junio-1993)
Tras una temporada deportiva atípica en el Club Balonmano Bolaños de Ciudad Real, la pivote oriolana Andrea Roda se trasladó el año pasado al Adesal Córdoba, equipo que milita en la Liga Guerreras Iberdrola. Este mes finaliza su contrato con el club pero tiene pensado renovar al menos por una temporada más.
Háblanos de tus inicios en el balonmano.
Llevo toda mi vida con un balón entre mis manos. Empecé con seis años en el colegio Nuestra Señora del Carmen hasta que pasé a las Escuelas Deportivas Municipales con doce años, pasando en juvenil al equipo sénior del ahora inexistente Club Balonmano Orihuela. De ahí me fui a la universidad, debutando en el UCAM Murcia en primera división, aunque los tres años siguientes jugué en categorías más pequeñas por motivos económicos del propio club.
Desde entonces he pasado por varios equipos como el Sporting La Rioja, el Salud Tenerife y el Bolaños, hasta el actual Adesal Córdoba.
Cuéntanos cómo ha sido tu primer año en el Adesal Córdoba.
Al principio un poco nerviosa, ya que llevaba muchos años esperando volver a jugar en la División de Honor, pero ahora el sueño ya es realidad. Lo estoy viviendo con mucha ilusión, como una niña pequeña con su juguete nuevo. Además, he tenido mucha suerte al fichar por este equipo porque tanto las chicas como el cuerpo técnico me están haciendo el camino más fácil.
¿De qué forma se fraguó tu participación en el equipo?
El entrenador del Adesal, Rafael Moreno, se puso en contacto conmigo hace dos temporadas, cuando aún el club jugaba en la División de Honor Plata, pero por circunstancias de la vida decidí irme a otro equipo.
En la anterior temporada me enfrenté al Adesal Córdoba en un partido y la verdad es que fue un equipo que me entró por los ojos. Cuando finalizó la temporada, a los pocos días de confinarnos, Rafael me comentó que quería verme con la camiseta de su club. Esa confianza me ganó.
«Lloré muchísimo la primera vez que estuve en la División de Honor»
Esta es tu segunda vez en la División de Honor, tras tu experiencia con el UCAM Murcia, ¿qué significó para ti participar por primera vez en dicha categoría con tan solo dieciocho años?
Aunque lo recuerdo con muchísimo cariño es cierto que lloré un montón durante las primeras semanas no sólo por el dolor de cuerpo que tenía, ya que nunca había entrenado tanto, sino también por el cambio de vida tan radical que tuve en tan poco tiempo.
Con el club llegué a viajar en autobús por toda España y fue ahí cuando empecé a plantearme seriamente que yo quería ser como ellas y poder llegar a vivir de esto. Ese año aprendí muchísimo a nivel deportivo y personal.
«En el Adesal Córdoba nos estamos jugando el descenso»
¿Cómo está yendo la temporada a nivel deportivo?
Estamos mejor de lo que esperaba al principio de la temporada. En la primera vuelta prácticamente todos los equipos nos pasaban por delante, ya que éramos las novatas y pecamos de ello, pero en la segunda vuelta se ha visto un cambio increíble, empezamos a jugar mejor, más compenetradas y pudiendo hacerles cara a los equipos más fuertes del país.
Ahora nos estamos jugando el descenso. En esta segunda fase, por ahora, llevamos pleno de victorias y fuera de la zona de descenso. Aún nos quedan unos cuantos partidos muy importantes que vamos a luchar y a demostrar el equipo que somos y todo el trabajo que llevamos a las espaldas.
«Me gustaría montar una escuela de balonmano en Orihuela»
¿Tienes en mente regresar a Orihuela?
Cuando vuelva la vida normal después de la covid-19 me gustaría mover el balonmano en Orihuela, ya que creo que se ha perdido en los últimos años la gran tradición que había por este deporte en nuestra zona.
Me gustaría empezar con un campus de verano o invierno y, poco a poco, ir a los colegios para captar el máximo número de niñas y niños para montar una escuela de balonmano, consiguiendo a lo largo de los años un equipo sénior con buena base. A día de hoy esto es soñar mucho, pero no me quedaré con las ganas de intentarlo.
Labor sanitaria
Mientras que jugaba al balonmano en el UCAM Murcia, Andrea se sacó la carrera de enfermería, actividad que le resulta muy difícil poder compaginar con el balonmano profesional.
Este año, con la covid-19 de por medio, le han llamado unos cuantos días para trabajar alguna noche en un hospital de Córdoba. Actualmente está cursando un máster para no desvincularse totalmente de la sanidad ya que, tal y como asegura, le gustaría poder compaginar su faceta como enfermera junto a la futura escuela de balonmano.