La Costa Blanca es tierra de ciclismo desde siempre. Buena parte de culpa de esa cultura de pasión por la bicicleta que se ha instalado en la provincia la tienen escuelas modestas como la de l’Alfàs del Pi, que desde hace décadas realiza una labor impagable en cuanto a formación y promoción de su deporte.
Siempre con el foco en los más jóvenes, la escuela que dirige Luis Gerardo desde hace varios lustros es un referente en la provincia, tanto en hombres como en mujeres, como lo demuestran los numerosos premios y reconocimientos que viene conquistando.
A pesar de los éxitos deportivos, Gerardo, leonés de nacimiento pero afincado desde la adolescencia en l’Alfàs, defiende que el secreto del excelente rendimiento que ofrecen los jóvenes ciclistas que pasan por la academia está en la mezcla de “pasión y diversión” con la que se afronta cada prueba o competición.
La escuela ha ganado seis de las ocho últimas ediciones del Trofeo Diputación
Historia formativa
“Desde el año 98 llevo trabajando con la base. Este club no ha tenido equipos mayores, solo hasta 18 años. Somos un equipo formador”, presume con orgullo Gerardo, cuyo club ha sido ganador de seis de las últimas ocho ediciones del Trofeo Diputación, la competición que permite calibrar el potencial de todas las escuelas ciclistas de la provincia.
La escuela cuenta este año con quince niños menores de trece años; un equipo cadete, formado por dieciséis corredores; y un conjunto de féminas, formado por doce niñas. Además, mantiene otra formación que comparte con el club vecino de Calpe, compuesto por once juniors.
A pesar de que el ciclismo es uno de los deportes que menor riesgo tienen de contagio al celebrarse al aire libre y ser fácil mantener una distancia de seguridad, la pandemia ha golpeado a la escuela de l’Alfàs del Pi, que ha visto reducido considerablemente su calendario de pruebas y limitado su capacidad organizativa.
“También ha sido complicado para entrenar, sobre todo en la fase más dura del confinamiento. A los chicos se les hacía un seguimiento, pero cada uno tenía que hacer su entrenamiento”, asegura el director.
«Los chavales tienen que divertirse, ya habrá tiempo de ser profesionales» L. Gerardo
Cantera inagotable
Los resultados nunca han sido una obsesión en la política formativa de la escuela alfasina. “Yo siempre les digo a los chavales que disfruten, que ya habrá tiempo de pensar en ser profesionales”, comenta Gerardo.
Por la entidad han pasado Ors o Ayuso, la gran promesa del ciclismo español
Sin embargo, es inevitable que de vez en cuando se cruce en el camino del club algún diamante en bruto, como fue el caso de Juan Ayuso, la gran promesa del ciclismo español, que perteneció al club durante cuatro años.
“Ya se le veía que era especial con once o doce años. Si tenía que ganar, ganaba con una pata. Si le decías que trabajara para que ganara un compañero, lo hacía”, recuerda Gerardo. “Se fue porque buscaba un punto más de profesionalidad. Yo trabajo para que el ciclismo sea una diversión y una forma de hacer piña. Pero él ya estaba en otro nivel. Cuando se fue le dije que la calidad del equipo al que se fuera la pondría él. No necesita a nadie”, explica.
También ha disfrutado de los consejos de Gerardo otro alicantino ilustre como Felipe Ors, ciclista profesional y campeón de España de ciclocross. “Es todo un orgullo haber contribuido en la formación de estos chavales y que ellos, al igual que muchos otros, me consideren una especie de profesor”, añade el leonés.
Diversión
A pesar de los títulos y del caché de algunos de sus alumnos, Luis Gerardo defiende siempre la vertiente lúdica del ciclismo. “Lo que me gusta es enseñar a chavales y que luego el ciclismo les acompañe durante toda su vida. El ciclismo no es ni mucho menos ganar una carrera, es hacer deporte en un entorno de camaradería”, argumenta.
Uno de los equipos que más rendimiento están dando a la escuela es el de las chicas. “Hemos apostado por ellas con la ayuda de un patrocinador. No son buenos tiempos para el ciclismo femenino. Es verdad que somos el referente de la comunidad, porque la mitad de las mejores juniors son nuestras, pero es que tampoco hay mucho más”, reconoce el presidente, quien además es técnico y coordinador de varias categorías.
Dominio
Además de la pasión por el ciclismo, la gran obsesión de Gerardo es que todos sus alumnos tengan un “dominio absoluto” de la herramienta a la que están entregados.
“Mi objetivo es enseñarles que la bicicleta tiene que ir donde ellos quieran llevarla. No se trata de correr más, sino de dominarla. Si consigues ese dominio la sensación de miedo desaparece. Y eso se consigue con muchos ejercicios, gincanas y juegos rodando en el pelotón”, detalla.
El daño de la pandemia
Sin embargo, Luis Gerardo sospecha que la pandemia y su onda expansiva, sobre todo el confinamiento, puede haber provocado un daño tremendo a las escuelas ciclistas a medio o largo plazo.
“Muchos chicos se han acostumbrado a no hacer deporte, porque no se podía. Y sustituyeron la actividad por estar delante de una consola durante horas. Ahora les cuesta mucho regresar. Hay una generación intermedia, ni pequeños ni mayores, a los que todo esto les ha llegado en el peor momento”, lamenta.
Pese a todo, la Escuela de l’Alfàs del Pi sigue su marcha y ya prepara a sus equipos para una temporada de primavera con nuevas competiciones por toda España en las que el objetivo será, como siempre, “disfrutar y divertirse” sin mirar el pódium. “Y si luego llegan las victorias, pues mejor”, sentencia.