Entrevista > María José López Sánchez / Vicerrectora de Transferencia e Intercambio de Conocimiento de la UMH (Elche, 24-febrero-1971)
De familia ilicitana, por razones familiares estudió el COU en Estados Unidos. Al regresar se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Alicante (UA), carrera que finalizó en la Universidad de Leicester.
Se introdujo en el mundo laboral a través de la Confederación de Organizadores Empresariales de Alicante (COEPA) y también trabajó en el antiguo Instituto Tecnológico de la Empresa. Incluso en el mandato 2011-15 vivió una pequeña aventura política como concejala de Comercio, Fondos Europeos e Igualdad de Elche.
María José Sánchez López, a quien medio Elche conoce como ‘Tote’ (un mote que le viene de niña por sus hermanas), ha sabido compaginar su intensa vida laboral con la docencia universitaria. Es doctora, imparte clases de Economía Internacional y desde 2019 ejerce de vicerrectora en la UMH. Recientemente adquirió también la competencia de gestionar las cátedras universitarias.
¿Cuál es tu papel actual como vicerrectora de Transferencia e Intercambio de Conocimiento?
Tratamos de conseguir que la universidad tenga un contacto más directo con las empresas y ciudadanía, es decir que nuestra investigación no se quede en el cajón sino que mejore realmente la calidad de las personas. Ahora estamos inmersos en una iniciativa piloto para catalogar todos los proyectos de la UMH, porque si no sabemos lo que tenemos en casa… ¿cómo vamos a ofertarlo?
Trabajamos de la mano con el Parque Científico, quienes primero identifican las necesidades de las empresas y luego giran la cabeza hacia la universidad para ver si nosotros tenemos las soluciones. Conectamos oferta y demanda de conocimiento.
«Algunas empresas no son conscientes de todo lo que pueden recibir a través de la universidad»
¿Qué reclaman hoy en día las empresas de las universidades?
Pues mira, muchas veces las empresas no saben qué necesidades tienen simplemente porque desconocen las posibilidades. Algunas ni siquiera saben que desde la universidad podemos prestar servicios de investigación, asesoramiento técnico, formación a medida… En plena época de redes sociales pudiera parecer que todos estamos inundados de información, pero en la práctica a menudo ocurre que los empresarios no cuentan con tiempo real para informarse sobre estos aspectos.
Lo cierto es que al final a la empresa le cuesta mucho llegar a la universidad, pues no tiene una puerta de acceso clara. Estamos tratando de arreglar esto. Trabajamos mucho en talleres de innovación abierta, y tenemos una oficina de transferencia de resultados. Incluso algunos de nuestros investigadores son muy dinámicos y contactan directamente con el tejido empresarial. Igualmente fomentamos mucho las prácticas como oportunidades para que los alumnos demuestren su talento y se acaben quedando en la compañía.
«Siempre les cuento a mis alumnos que yo empecé en el mundo laboral mandando faxes hasta las tantas de la noche»
Siempre les digo a mis alumnos que cuando salgan de la universidad, tienen que hacer un poco de todo para abrirse camino. Yo recuerdo que cuando empecé en COAPA me quedaba hasta la noche mandando faxes, en aquella época ni existía el correo electrónico (risas). Y fíjate, al final llegué ser la directora de Fondos Europeos de la organización.
Hay algunas carreras que tienen muchos alumnos… pero luego pocos acaban trabajando en su sector. ¿Las universidades deberían ofertar sus matriculas siguiendo criterios de empleabilidad?
Es difícil regular esto. Una persona es libre de estudiar lo que quiera, aunque también deba ser consciente de cómo está el mercado laboral. No tengo una opinión clara sobre esta pregunta.
Desde luego para nosotros trabajar por incrementar la empleabilidad de nuestros estudiantes es un objetivo fundamental, el cual comparto con el Observatorio Ocupacional y la vicerrectora de Estudios. A mí me compete sobre todo la parte relacionada con el emprendimiento. Por eso realizamos numerosos estudios al respecto para conocer qué porcentaje trabajan y cuántos en su campo de estudio.
«Aún con la pandemia nos siguen llegando muchos interesados en participar en las maratones de creación de empresas»
La UMH siempre ha sido una universidad de muchos proyectos innovadores. ¿Cómo ha afectado la pandemia a las investigaciones?
Sí. Somos una universidad joven que ya nació con vocación de responder a las necesidades de su entorno, es decir sobre todo industria y calzado. Por eso siempre ha sido puntera en programas de emprendimiento.
En nuestro parque científico tenemos actualmente unas 60 empresas entre startups y spin-offs. Cuando alguien llega con un proyecto interesante e innovador, sea alumno nuestro o no, lo matriculamos en un programa de formación para que busque la viabilidad de su idea e incluso si es ganador la UMH lo apoya participando en un 5%. También permitimos a nuestros investigadores que exploten comercialmente sus patentes que han desarrollado en la universidad, quedándonos con un porcentaje de la empresa. Hemos sabido dinamizar mucho este tema y ayudamos a que estén cerca del mercado.
Está claro que la pandemia nos afecta a todos, pero no hemos parado las maratones de constitución de empresas. Nos siguen llegando muchos participantes de todas las edades.
Parece que la UMH va a entrar en el campus tecnológico de Elche. ¿Finalmente será en propiedad o en alquiler?
Siempre hemos expresado al Ayuntamiento nuestro interés en estar allí, y el propio consistorio también quiere que lo estemos. Lo concebimos como una oportunidad estupenda de estar todavía más cerca de las empresas. Ellos nos pusieron un presupuesto encima de la mesa y en breve daremos una respuesta. Estamos valorando si nos quedamos todo el inmueble o una parte.
Yo creo que al tejido empresarial no le importa demasiado si la UMH acaba comprando o alquilando, es más una decisión interna de viabilidad. Lo que de verdad valoran es que estemos allí para crear un ecosistema donde pasen cosas entre las empresas, los investigadores y nuestros estudiantes.
Incluso una vez entremos en el campus podemos valorar algunos traslados. Una parte tan importante de nuestro parque científico como son los agentes de desarrollo, quienes visitan a las empresas para los talleres de innovación abierta, quizás tiene más sentido que estén allí que en el campus. E incluso también nuestro Laboratorio de prototipado que tan bien nos está funcionando.