Desentrañar los secretos ocultos que aún guarda la tierra bajo nuestros pies, y sacar a la luz los últimos restos que quedan enterrados de la Guerra Civil Española (1936-1939) en Petrer, son los objetivos de las áreas de Cultura y Urbanismo.
En colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se han puesto manos a la obra para tratar de encontrar los restos de los refugios antiaéreos que se construyeron en la localidad durante el periodo más trágico de nuestro país en el siglo XX, y que todavía permanecen escondidos bajo el suelo del centro histórico.
El CSIC, que será el encargado de realizar los trabajos, utilizará la prospección por georradar, una técnica de sondeo que permite penetrar, a través de ondas electromagnéticas, por debajo de la superficie para detectar movimientos de tierra sin necesidad de realizar excavaciones.
El CSIC realizará los trabajos de búsqueda con un presupuesto de 2.300 euros que sufragará el ayuntamiento
Localización de vestigios
Este tipo de sondeo, con un coste de 2.300 euros que va a asumir íntegramente el ayuntamiento de Petrer, se va a emplear en varios puntos del casco antiguo para localizar estructuras de diferente tipo de material que demuestren la presencia de restos de interés patrimonial, cuya localización se ha perdido con el paso del tiempo.
La previsión es comenzar con los trabajos a mediados de este mes y que en el plazo de diez días, aproximadamente, estén completados los resultados.
Las pesquisas se centrarán en varios puntos del casco antiguo, donde se presupone que existen ocultas las construcciones bélicas
Según apunta el concejal responsable de Cultura y Urbanismo, Fernando Portillo, la intención es la de detectar con precisión qué lugares del subsuelo esconden las construcciones bélicas para, en un futuro, y dependiendo de su interés y su estado de conservación, “plantearnos recuperar e incluso hacer visitables” estos lugares que sirvieron de refugio para que la población pudiera protegerse en caso de posibles ataques aéreos.
Testimonios orales
Concretamente, el georradar va a explorar el suelo de la plaza de Dalt, plaza de Baix, calle Horno Mayor, Derrocat, calle Sancho Tello y calle Nicolás Andréu, así como la Ciudad Sin Ley. De la mayoría de estos lugares no tenemos constancia documental ni vestigios materiales, dado que los fortines fueron rápidamente inutilizados tras la contienda civil, así que no es posible determinar con exactitud ni su estado de conservación ni su existencia debido a que tan solo nos han llegado a través de referencias orales de vecinos del pueblo.
De otros refugios, por el contrario, se puede hablar casi con total seguridad, como el de la plaza de Baix donde se sabe de un acceso situado frente a la fachada principal de la iglesia de San Bartolomé, pero del que se desconoce su ubicación exacta; así que, apunta Portillo, su conservación es una incógnita y es probable que “no se encuentre en buenas condiciones” debido a las raíces de los árboles y a las reformas realizadas en la plaza en las últimas décadas, que han podido dañar su estructura.
También es conocida la ubicación de otro búnker situado en la calle Horno Mayor, del que uno de sus accesos quedó al descubierto al realizarse hace unos años unas obras en la calzada.
También se van a buscar restos de la antigua Villa Petraria en la plaza de Baix
Ciudad Sin Ley
El único refugio antiaéreo que ha llegado a nuestros días es el de la Ciudad Sin Ley, construido durante la guerra para proteger a los trabajadores de las fábricas en caso de ataque aéreo. El búnker, deteriorado por el paso del tiempo y la humedad, mantiene intactas su estructura y uno de sus accesos, aunque no se conocen las dimensiones al estar en su mayor parte tabicado. Tras la guerra sirvió de almacén y como lugar de cultivo de champiñones.
Los trabajos que va a llevar a cabo el CSIC también van a servir para rescatar de la oscuridad otro tipo de construcciones arqueológicas con mayor antigüedad. Aprovechando que la Plaza de Baix va a ser remodelada próximamente, se va a intentar averiguar si existen en el subsuelo estructuras ocultas de la antigua Villa Petraria de la época romana, que permitan seguir profundizando en el conocimiento de este crucial periodo de la historia de Petrer.
Petrer en guerra
Cabe recordar que nuestra localidad tuvo una importancia fundamental durante los compases finales de la Guerra Civil Española, al acoger en la finca El Poblet, conocida como Posición Yuste, los dos últimos consejos de ministros del gobierno de la II República encabezados por el presidente Juan Negrín justo antes de partir al exilio.
También se instaló en el municipio un puesto de observación aérea en El Altico, que aún se puede ver. Además, Petrer fue un enclave muy importante del patrimonio industrial de guerra al trasladarse a la Ciudad Sin Ley la fabricación de armamento bélico para la República, como fusiles y ametralladoras.