Este año habría cumplido 75 años Manolo Galván, uno de los crevilletins más reconocidos fuera de nuestras fronteras. Su privilegiada y singular voz le llevaron a ser venerado como un auténtico rey de las baladas románticas, especialmente en Latinoamérica.
Desgraciadamente Galván abandonó este mundo cuando todavía le quedaban unas cuantas canciones por cantar, pero eso no evita que podamos recordar cómo transcurrió su intensa vida. A fin de cuentas, durante décadas llevó bien alto el nombre de su Crevillent natal por medio mundo.
Inicios en la música
Manuel José Galván vio sus primeras luces el 13 de marzo de 1946 en Crevillent. Siempre que decía que de mayor quería ser cantante, sus padres Manolo y Olvido desaprobaban esa ocurrencia. Ellos querían que su hijo estudiara y se labrara un buen futuro profesional. Sin embargo, la vida tenía otros planes.
A los 15 años el pequeño Manolito les indicó que quería dejar el colegio para dedicarse exclusivamente a la música. Su familia aceptó permitirle que cantara en garitos de la zona, pero solo a condición de que se matriculara en la escuela de hotelería. Así al menos tendría una red de seguridad en caso de que su sueño de triunfar en los escenarios fallara.
Marcha a Madrid
El joven crevillentí no se desanimó y compaginó esta doble vida durante dos años. Finalmente acabó encontrando un grupo pop madrileño llamado ‘Los Sonors’ al que se unió. Por tanto se marchó a Madrid siendo todavía un chaval.
En la capital de España trató durante una época de forjarse un nombre como cantante solista, pero apenas tuvo éxito. Aparecieron entonces en su camino ‘Los Gritos’, unos jóvenes de Fuengirola (Málaga) que estaban a punto de disolver el grupo por haberse marchado su cantante. Galván entendió que lo mejor que podía hacer en ese momento era buscar de nuevo el amparo de un grupo, y aceptó ser su vocalista.
En 1968 ganó el Festival de Benidorm cantando ‘La vida sigue igual’ junto a Julio Iglesias
Julio Iglesias
La llegada de Galván a ‘Los Gritos’ supuso toda una revolución para el grupo, que vivió su época de mayor éxito. En 1968 se presentaron al Festival de Benidorm con el tema ‘La vida sigue igual’. Fue la primera vez que se interpretaba en público esta canción que hoy en día es una de las más icónicas de la música española sesentera.
En realidad este sencillo había sido escrito por un joven cantante entonces desconocido que había sido portero del Real Madrid y que quería probar suerte en la música, llamado Julio Iglesias. Las normas del Festival decían que cada canción debía ser cantada por dos artistas o grupos, así que acordó presentarse junto a ‘Los Gritos’. Sobra decir que arrasaron en el escenario, y el jurado les otorgó la victoria.
Puso la música de una película de Paco Martínez Soria, y actúo dos veces junto a Ricardo Darín
Paco Martínez Soria
Tras este gran triunfo las puertas del cine se abrieron para ‘Los Gritos’, pues el cineasta Pedro Lazaga contactó con ellos para que pusieran la música de su próxima película. Se trataba de ‘Abuelo made in Spain’, protagonizada por el mítico actor cómico Paco Martínez Soria.
Manolo todavía permaneció algunos años más en el grupo, que a partir de 1970 pasó a llamarse ‘La Zarzamora’. En 1972 la discográfica Ariola Records le ofreció empezar una carrera en solitario haciendo una gira de presentación en Sudamérica. Una oferta difícil de rechazar.
Sacó a la venta más de 50 discos en Sudamérica, la mayoría de baladas
Haciendo las Américas
Los cazatalentos de Ariola no se equivocaron en sus expectativas con Manolo Galván, pues su estilo romántico y meloso entusiasmó al público sudamericano. Particularmente fue en Argentina donde consiguió más éxito de ventas con sus primeros discos.
Hacia mediados de los años 70 Galván ya pasaba más tiempo en las Américas que en su país de origen. A partir de 1981 estableció su residencia definitiva en Buenos Aires, donde echó raíces casándose y teniendo tres hijos.
Entre discos nuevos y recopilatorios, el cantautor crevillentí sacó a la venta más de 50 álbumes. Su gran especialidad siempre fueron las baladas, las cuales él mismo solía escribir.
Éxito en Argentina
Especialmente recordadas fueron sus colaboraciones con Liliana Ester ‘Tormenta’, cantante argentina de gran éxito en la época. También participó en numerosos festivales, como en el de la Viña del Mar celebrado en la ciudad chilena de Valparaíso.
Incluso llegó a probar suerte como actor de cine, interpretando dos pequeños papeles en las películas argentinas ‘La carpa del amor’ y ‘Los éxitos del amor’. En ambas coincidió en el reparto con el mítico actor Ricardo Darín, cuando éste apenas estaba empezando en la profesión.
Retirada y fallecimiento
En 2008 Manolo anunció su gran gira de despedida, que transcurrió por varios países sudamericanos. Su último gran concierto se celebró en la localidad colombiana de Cali, acompañado de otros artistas sudamericanos amigos suyos.
Solo tres años más tarde fallecería en Buenos Aires a causa de un enfisema pulmonar. En su testamento pidió como última voluntad que sus cenizas fueran arrojadas al mar.
Quizás Manolo Galván pasara tanto tiempo triunfando al otro lado del charco que hoy en día no sea demasiado recordado en su pueblo natal. Pero sin duda fue uno de los cantantes más exitosos e internacionales que ha dado la provincia de Alicante. Celebremos pues el que habría sido el 75 aniversario del gran rey de las baladas.