Los mamuts y los mastodontes, ambos antiguos parientes de los elefantes, fueron llevados a la extinción por culpa del cambio climático y no por la caza masiva por parte de los seres humanos, sugiere una nueva investigación publicada en la revista Nature Ecology & Evolution.
El estudio cuestiona las afirmaciones de que los primeros cazadores humanos acabaron con estos animales y culpa al cambio ambiental global extremo al final de la última Edad de Hielo por el declive y la eventual eliminación de la especie.
“Nuestros datos refutan algunas afirmaciones recientes sobre el papel de los humanos arcaicos en la eliminación de los elefantes prehistóricos, desde que la caza mayor se convirtió en una parte crucial de la estrategia de subsistencia de nuestros antepasados hace alrededor de 1,5 millones de años. Aunque esto no quiere decir que hayamos refutado de manera concluyente cualquier participación humana”, explica Zhang Hanwen, coautor del estudio de la Universidad de Bristol.
Así, la disminución de mamuts y mastodontes en África ya habría comenzado mucho antes de que los humanos modernos llegaran a Eurasia hace unos 185.000 años, debido a los cambios del hábitat que fueron implacables; se encontraban en un clima global en constante cambio y los proboscidios que no se pudieron adaptar acabaron extinguiéndose.
Aunque los elefantes de hoy están restringidos a solo tres especies en peligro de extinción en los trópicos africanos y asiáticos, estos son sobrevivientes de un grupo una vez más diverso y extendido de herbívoros gigantes, conocidos como proboscidios, que también incluyen a los ahora extintos mastodontes, estegodontes y deinotéridos.
Sarah Romero