Hace ya varios años que l’Alfàs del Pi apostó por una estrategia de promoción turística en la que el concepto de salud es su principal reclamo. Para ello, el municipio ha utilizado tanto sus recursos naturales como una industria sociosanitaria desarrollada a lo largo de varias décadas que le ha permitido adoptar ese reclamo ya de sobra conocido de ‘Territorio Saludable’.
La apuesta por convertirse en un ‘destino saludable’ provocó la creación de un ecosistema deportivo inmejorable
Valor añadido
Su ubicación privilegiada, a orillas del Mediterráneo y a los pies del Parc Natural de la Serra Gelada, es sólo una de las patas sobre las que se asienta un propósito promocional cuyas piezas, como las de un complicado puzle, han ido encajando a veces de forma premeditada y otras, sencillamente, por la inercia de los acontecimientos.
Así, por hacer un recorrido muy somero y superficial a cómo se ha llegado al punto actual, basta con recordar que, cuando l’Alfàs comenzó a posicionarse como destino del turismo residencial europeo en la segunda mitad del siglo pasado, la mayor parte de sus nuevos habitantes llegaban con una edad ya avanzada, lo que provocó una floreciente industria sociosanitaria que ahora, ordenada y puesta en valor, constituye eso que en la mercadotecnia actual se ha bautizado como valor añadido al destino.
Cada año se cuentan por decenas los medallistas o aspirantes olímpicos que preparan los Juegos en l’Alfàs del Pi
Predicar con el ejemplo
En todo ese proceso ha habido muchos factores que han tenido un peso fundamental, y uno de ellos, sin duda alguna, ha sido el deporte. Si nos ceñimos al concepto más extendido del término salud, a nadie se le escapa que un estilo de vida activo, con una práctica del deporte monitorizada y acompasada a las necesidades de cada momento vital, es fundamental.
El fomento del deporte, a su vez, precisa de varias acciones para que una buena parte de la población se anime a calzarse las deportivas y abandonar la comodidad del sofá. La primera de ellas, evidentemente, pasa por contar con unas buenas instalaciones en las que disfrutar de la disciplina elegida; pero también es importante contar con ejemplos inspiradores a los que imitar.
Y es ahí, en el efecto llamada a grandes figuras de distintas modalidades deportivas, donde el resto de los atractivos de l’Alfàs del Pi ha jugado un papel fundamental para atraer hasta su polideportivo a consagrados medallistas olímpicos y a otros deportistas, menos experimentados, que buscarán la gloria dentro de pocas semanas en Tokio.
Atletismo, el deporte rey
La lista de nombres que han pasado por las instalaciones deportivas alfasinas, para preparar las distintas citas olímpicas celebradas hasta ahora y los Juegos de Tokio, es inabarcable, pero si algo destaca sobre cualquier otra cosa es la enorme cantidad de atletas que pasan anualmente por el Estadio de Atletismo de l’Alfàs del Pi durante cada ciclo olímpico.
El atletismo, deporte rey de los Juegos Olímpicos, vive su momento de gloria mediática cada cuatro años y, sabedores de ello, los deportistas se dejan la piel durante cada Olimpiada para, con los lógicos picos de forma en la disputa de mundiales o continentales, llegar en su mejor momento a los Juegos.
Nombres como los de Dmitriy Sergeyev Tarabin, Mariya Abakumova, Olga Saladuha, Caterine Ibargüren, Ivan Uhov o Svetlana Shkòlina son sólo algunos de los ejemplos más representativos de poseedores de preseas olímpicas que han venido utilizando la pista alfasina para alcanzar la gloria en la competición deportiva más importante del planeta.
Cuartel de invierno
En su apuesta por convertirse en un banco de pruebas idóneo para los Juegos Olímpicos, l’Alfàs del Pi no sólo se ha centrado en el atletismo, sino que son muchos los equipos y deportistas que eligen el municipio como base de operaciones de forma regular.
Así, es muy habitual ver a equipos de fútbol, especialmente de las ligas nórdicas, viajar en bloque hasta este rincón del Mediterráneo para mantenerse activos durante los parones invernales a los que el clima de sus países les obliga.
Así mismo, el ciclismo es otro de los deportes que ha convertido a l’Alfàs en parada invernal obligatoria. Los meses de noviembre a enero son testigos, cada temporada, de un masivo peregrinaje que ha traído al municipio a estrellas del calibre de Alberto Contador, Vincenzo Nibali, Wout Van Aert, ‘Luisle’ Sánchez, Alejandro Valverde, Chris Froome o los tres últimos campeones olímpicos: Samuel Sánchez (2008), Alexandr Vinokourov (2012) y Greg Van Avermaet (2016).
La ONCE ha elegido en repetidas ocasiones al municipio alfasino para celebrar las más importantes citas nacionales
Deportistas paralímpicos
Y todo ello, cumplimentado por los eternos olvidados de las citas cuatrienales: los deportistas paralímpicos.
La ONCE, organización bajo cuyo paraguas se aglutina buena parte del deporte adaptado español, ha elegido en repetidas ocasiones al municipio alfasino para celebrar las más importantes citas nacionales de disciplinas como atletismo o baloncesto, trayendo al polideportivo o al Pabellón Pau Gasol a estrellas anónimas que, Olimpiada tras Olimpiada, engrosan el medallero español.