El aviso llega en 2013, cuando Vectalia se hace, vía concurso, con las 29 líneas de autobús que unen Villena y Alicante ciudad. Sólo un año después, queda el transporte urbano de la zona metropolitana eldense coordinado por esta empresa, lo que significa encargarse de los autobuses en la conurbación entre Elda (52.813 habitantes según censo de 2020) y Petrer (34.241). Si ya vimos que esta zona del valle del Vinalopó sigue pidiendo una mejor intercomunicación ferroviaria, al menos no parece ocurrir con la basada en autocares y autobuses.
Pero las fechas también patentizan el alcance de una peculiar rivalidad, lógicamente aceptable desde un puro enfoque comercial: la empresa que se encargaba anteriormente de estas líneas era la madrileña Alsa. No son, ni mucho menos, Alsa y Vectalia las únicas firmas que operan en la provincia (viajan otras, como la benidormense, antes mutxamelera, Autocares Martínez, rodando desde 1968), pero a casi nadie se le escapa, incluso o sobre todo a pie de calle, la competencia entre ambas hoy multinacionales, convertidas en presencia habitual en nuestros viales.
Vectalia obtuvo buena parte del transporte del Vinalopó
Contendientes en la carretera
Bien veterana es Alsa (Automóviles Luarca), fundada en 1923 en Asturias, internacionalizada desde 1964 (acompaña a la emigración asturiana Pirineos arriba; con el tiempo, transporta hasta en China) y adquirida en 2005 por National Express (nacida en 1972 en Birmingham). Establecía la línea Asturias-Alicante el 3 de julio de 1982, ampliada el 17 de marzo de 1986 a Benidorm. La Noveldense, surgida en 1930, fue una de sus filiales, adquirida en 1987, oficialmente activa hasta 2012, cuando Vectalia se hace con la concesión del transporte en la ciudad de las especias.
Vectalia, por su parte, constituye un aporte autóctono. También veterano: creación del leonés Joaquín Arias (1929-2019), quien en los 70 adquiere la alicantina Masatusa (Marco Sánchez Transportes Urbanos, 1969) y la convierte en la base, junto a Auplasa (Autobuses Playa de San Juan, 1951) o La Alcoyana (1910), de lo que desde 1995 será el Grupo SuBús y desde 2010 Vectalia. Ha ido extendiendo sus actividades como transportista de viajeros y urbano por el resto de España, Francia y Marruecos; internacionalización en la que también participan otros ramales de la firma (aparcamientos, servicios municipales, limpieza, antiplagas…).
La empresa posee incluso bodegas en la comarca
Problemas con los bonobuses
Vectalia posee hoy una fuerte presencia en el Vinalopó, y no sólo tras establecer en 1985 la firma ilicitana Mollá, sino también con áreas de negocio como la gastronomía o las bodegas. La entrada en Elda, Petrer o Villena no ha hecho sino reforzarla. El propio conglomerado empresarial ha subrayado esta presencia, especialmente en el núcleo urbano Elda-Petrer, lo que, sin embargo, no estuvo al principio exento de polémica. El cambio de transportista tuvo sus correspondientes agobios para los usuarios.
El cambio de operador provocó quejas por líneas y bonobuses
Bonobuses y bonos universitarios lo fueron. Aunque la propia empresa entrante informa de que en la taquilla de la estación de autobuses de Petrer se procedería a la devolución de los importes de los bonos expedidos por Alsa, aparte de la adquisición de los nuevos en los lugares habituales, lo cierto es que la permuta resultó sorpresiva, sobre todo con estudiantes que se quedaron en tierra, lo que provocó centenares de quejas.
Promover una estación
También hubo reacción ciudadana al suprimir líneas o aumentar la frecuencia de parada en autobuses urbanos. El asunto ha ido asentándose en una relativa y normalizada cotidianidad, como la de cualquier otra urbe, según se puede comprobar tanto mediante consulta a pie de calle, así como al descuido, como leyendo los escasos foros críticos internautas que quedan en la red, en cuanto a repasos urbanos.
Hay repuntes: en febrero del año pasado, a punto de echarle el cierre a la normalidad, un cambio de las líneas por carretera de Vectalia en el Alto y el Medio Vinalopó hizo resurgir idénticas quejas, más teniendo en cuenta que la empresa había convertido ya la estación de Petrer en punto concentrador e intercambiador de desplazamientos. Estación, por cierto, inaugurada en 1993, con hotel incluido, por concesión municipal durante 99 años a favor de Vinalopó Bus, firma local a la que después adquirió Alsa. El hotel bajaba la persiana en 2009.
La red interurbana
La recuperación del establecimiento, hoy el Hotel Sant Bonifaci, obviamente junto a la estación de autobuses, unido al acento puesto por la concesionaria de los viajes en la propia estación, aumentaba la apuesta por el transporte público en la conurbación Elda-Petrer. Con sus sombras y luces, pero por ahora sin especial algarabía. Quizá la covid-19, como en tantas cosas, ha morigerado los ánimos reprobadores o laudatorios.
En la actualidad, la empresa alicantina mantiene normalmente, salvo epidemias, cuatro líneas en la conurbación; las urbanas eldenses A (hasta el hospital) y B (hasta el colegio Sagrada Familia) y las interurbanas 28 (Elda-Petrer) y 29 (Elda-Monòver), más las conexiones adscritas a la estación petrerí, conectada también con la de Alicante ciudad. Mientras el tren de cercanías parece languidecer, y el ferrocarril no abrocha de una vez el sur provincial, al menos nos queda el autocar de toda la vida.