Aunque los más obtusos todavía vean en ellas poco más que unos días de diversión, descanso y algún que otro exceso; hace ya mucho tiempo que las fiestas y, en general, todo lo que tenga algo que ver con el folklore local, es percibido como una parte fundamental de la cultura de una zona o región y, a la vez, como un potentísimo vehículo de promoción turística para aquellos municipios que, como es el caso de Altea, tienen en esta actividad su principal fuente de ingresos.
Castell de l’Olla
La Villa Blanca sabe muy bien lo que significa tener un acontecimiento festivo capaz de arrastrar a centenares e, incluso, miles de personas. Pese a que en 2021 se haya tenido que tomar la decisión de cancelar su celebración por segundo año consecutivo, el Castell de l’Olla se mantiene como uno de los espectáculos musicales y pirotécnicos más importantes del verano de la Costa Blanca y nadie duda que cuando sus luces vuelvan a iluminar la noche alteana, congregará, de nuevo, las mismas multitudes que antaño.
El Castell de l’Olla suma más de tres décadas de historia. Un evento que ha ido creciendo a lo largo de los años, y que ya pocos recuerdan que nació como un homenaje al pirotécnico local Blas Aznar. Una ofrenda que en 1999 fue reconocida con el premio al Mérito Turístico por el Patronato Provincial de Turismo de la Costa Blanca, y que desde 2007 cuenta con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Autonómico por la Generalitat Valenciana.
Solicitud a Valencia
Un camino que Altea quiere ahora recorrer con sus fiestas patronales. Para ello, se ha elaborado un extenso informe que, presentado ya al Consell, recoge los fundamentos por los que la comunidad festera de la Villa Blanca considera que sus Fiestas del Santísimo Cristo del Sagrario, Sant Blai y del Cristo de la Salud, deben ser reconocidas como Fiestas de Interés Turístico de la Comunidad Valenciana.
Ahora será el turno de la propia Generalitat Valenciana de responder afirmativa o negativamente a esta solicitud que, como han reconocido sus impulsores, llega con algo de retraso debido a las dificultades que para toda la comunidad festera ha supuesto la pandemia, pero que también podría ayudar, en caso de ser vista con buenos ojos por el Consell, a relanzar las fiestas una vez que la situación sanitaria permita su celebración.
El informe elevado a la Generalitat destaca la importancia cultural y social que en Altea han tenido sus fiestas desde los orígenes
Fechas adaptadas al campo
Juanvi Martín Devesa, autor del informe elevado al Consell, destaca, como una de las principales fundamentaciones sobre las que se asienta la solicitud, la “importancia cultural y social que en Altea han tenido sus fiestas desde los orígenes”.
Así, recordaba que “las fechas elegidas para las fiestas en Altea solían estar entorno a los meses de enero y de septiembre; meses en los que el trabajo del campo era menor, por estar los campos yermos o por haber acabado ya la recolección de las cosechas”.
Valor histórico y cultural
Martín Devesa comenta que “esas fechas se han conservado hasta nuestros días a lo largo de los siglos, y un ejemplo de ello es que las fiestas del Santísimo Cristo del Sagrario y de Sant Blai se celebran el tercer domingo de septiembre, y las fiestas del Cristo de la Salud de Altea la Vella tienen lugar el domingo de Quincuagésima, que oscila entre finales de enero y el mes de febrero”.
Unas fiestas que, como suele ocurrir con este tipo de celebraciones compartidas por todo un municipio, sirven también para mantener vivas tradiciones y rasgos fundamentales de la cultura alteana como, por ejemplo, su gastronomía más popular, algo que “demuestra el hecho de que el ‘putxero amb pilotes’ sigue siendo la comida del Día del Cristo por excelencia”.
Aunque sirven como punto de unión con el pasado y las tradiciones, las fiestas alteanas han sabido evolucionar con los tiempos
Evolución joven
Pero esas raíces que se hunden en la tradición y la historia no han impedido que las fiestas alteanas hayan evolucionado con el tiempo, encontrando el equilibrio entre la celebración propia de los residentes en la Villa Blanca y los actos que tanto interés despierta entre sus visitantes.
Las Fiestas de Moros y Cristianos en honor a Sant Blai cumplieron en 2019 su 40 aniversario
En este sentido, cabe recordar que, al menos en su formato actual, las Fiestas de Moros y Cristianos en honor a Sant Blai cumplieron en 2019 su 40 aniversario, habiéndose convertido en este tiempo en unas fiestas jóvenes, pero con mucho carácter.