La pérdida de población y el deterioro comercial es un mal endémico que está lastrando el centro de Petrer desde hace décadas. El abandono progresivo de habitantes en busca de otras zonas más alejadas del municipio y la falta de comercios en el casco histórico, está ocasionando una desconexión y una desigualdad manifiesta entre los diferentes barrios que obliga a mirar al futuro con evidente preocupación.
A pesar del resurgimiento turístico que ha experimentado el casco histórico en los últimos años, no termina de generar una especial atracción entre sus propios vecinos, que prefieren elegir otros puntos de la población para irse a vivir. Un gran reto, por tanto, el que tienen por delante nuestros gobernantes si quieren volver a seducir a una población que únicamente abarrota las calles del centro los días de fiestas de Moros y Cristianos.
Desplazamiento poblacional
“Una cuestión fundamental ha sido la pérdida de población y el envejecimiento”, razona el concejal de Urbanismo, Fernando Portillo, al explicarnos los motivos de esta deserción. “Muchas viviendas se consiguieron recuperar cuando los cuartelillos comenzaron a instalarse masivamente en el centro, pero eso supuso a la vez que dejaran de tener habitantes”.
“Así, con el paso de los años y la llegada de otra forma de urbanismo, la gente comenzó a desplazarse hacia zonas más al sur de la población, sobre todo de Felipe V hacia Chimeneas”, una tendencia que está cambiando en los últimos tiempos, continúa el edil, porque “muchos jóvenes están interesándose de nuevo por vivir en el casco histórico”.
El estudio ha sido encabezado por Pablo Martí, catedrático de Urbanismo de la UA
Informe de expertos
Precisamente, para revitalizar el centro urbano, el ayuntamiento de Petrer ha encargado a la Universidad de Alicante (UA) un estudio estratégico que abarca hasta el conocido como primer ensanche y que incluye la zona de Luvi.
A través de una relación de pautas de carácter transversal, los expertos de la universidad alicantina, encabezados por el catedrático de Urbanismo Pablo Martí, ofrecen soluciones para mejorar el tejido poblacional y comercial del centro histórico, agrupadas en cinco grandes bloques temáticos que tienen que ver con cuestiones como la accesibilidad rodada, accesibilidad peatonal, fomento de la actividad económica, fomento de la población residente y mejora de la imagen urbana.
Con este estudio, planteado a largo plazo, se ha buscado alcanzar un amplio consenso social y político haciendo partícipes tanto a comerciantes como a vecinos de la zona, y en él han estado involucrados concejales de todos los grupos municipales y técnicos de diferentes concejalías. Es, como se resalta desde Urbanismo, aplicar unas actuaciones que pretenden “reactivar el centro histórico para hacerlo atractivo, tanto para vivir como para implantar nuevos negocios”.
Algunas de las calles principales del centro cambiarán su sentido de circulación
Reordenación del tráfico
El primero de los ejes está centrado en mejorar la accesibilidad rodada y de peatones, y para ello se plantea una reformulación de los accesos al centro urbano con la reordenación de algunas de las calles, ya que la actual configuración está “más pensada para facilitar la salida que la entrada”.
Así, cambiando el sentido de circulación de calles principales como San Bartolomé y Leopoldo Pardines, y transformando otras que actualmente son de doble dirección en una sola como la avenida Bassa Perico y el paseo de la Explanada, se favorecería el acceso al centro y se ganarían espacios de aparcamiento. También, al estilo de otras urbes, el acceso a calles estratégicas como Gabriel Payá se restringiría a la circulación de vehículos a determinadas horas del día, permitiendo recuperarlas para el paseo y disfrute del viandante.
Mejorar la accesibilidad para peatones es fundamental, y en este sentido el estudio de la Universidad de Alicante apuesta por contar con abundancia de plazas de aparcamiento que permitan dejar el vehículo cómodamente y desplazarse al casco histórico a pie en apenas unos minutos, poniendo de ejemplo el desarrollo de Luvi, un espacio clave de futura urbanización que contará con área residencial, comercial, zonas verdes y de aparcamiento, y del que se espera que sirva para “crear vitalidad económica y urbana”.
Se propone ofrecer beneficios fiscales para reactivar el comercio
Beneficios fiscales y de tasas
Para reactivar la actividad económica, el plan dibuja una batería de incentivos fiscales municipales a los comercios, tales como bonificaciones en licencias de obra o de actividad, y subvenciones comerciales para fomentar la creación de nuevos negocios.
Otras de las metas, según el estudio de la Universidad, para atraer tejido poblacional al centro, consiste en promover el cambio de uso de bajos comerciales cerrados a viviendas, permitir la ampliación de alturas de edificabilidad, y promover la rehabilitación de viviendas en el casco antiguo.
El último de los ejes para los expertos tiene que ver con la configuración de una imagen homogénea y reconocible de ciudad, y para ello se propone la creación de un catálogo de mobiliario urbano y el incremento de arbolado y vegetación en las calles.