Carlos Sobera / Actor y presentador
Es uno de los grandes rostros televisivos de este país. Durante años fue el conductor de varios exitosos concursos como la primera edición de ‘¿Quién quiere ser millonario? 50×15’ o ‘Atrapa un millón’. Últimamente lo hemos visto más al frente de realities y programas de ligoteo. Un hombre capaz de levantar casi cualquier formato que se le ponga por delante.
A pesar de su intenso historial en la televisión, Carlos Sobera (Baracaldo, 11-agosto-1960) nunca ha dejado de lado su faceta como actor trabajando en series, películas y, sobre todo, obras de teatro. El próximo 30 de julio llega al Auditorio de Torrevieja con ‘Asesinos todos’, una comedia negra cuyo reparto completan Neus Asensi, Elisa Matilla y Ángel Pardo.
Cuéntanos tus inicios. ¿Cómo te dio por ser actor?
Hombre esto no es como meterse en un bar, no es algo que a uno le dé por hacer (risas). Para mí fue una vocación, una llamada que se siente desde pequeño. Cuando tenía 18 años formé un grupo de teatro llamado ‘La Escuela’ en mi Baracaldo natal. Recuerdo que la primera función que hicimos fue ‘La dama del alba’, de Alejandro Casona.
Vas dando pequeños pasos hasta que un día te haces adulto y descubres que ya eres actor. Y desde ese momento disfrutas de la vida de una forma distinta.
¿De qué va la obra ‘Asesinos todos’?
Es un estudio sobre la naturaleza humana, a través de dos matrimonios que aparentemente son normales y buenas personas, pero que de repente ven su modo de vida en peligro. Así pues, deciden hacer lo necesario para que las circunstancias no cambien… y entonces descubren la necesidad de matar.
En resumen, la función va de hasta qué punto los seres humanos somos capaces de hacer barbaridades por conseguir aquello que creemos, y de impartir justicia por nuestra cuenta sin ningún tipo de reparo. Todo esto, en clave de humor. Los espectadores se lo pasan en grande mientras que los personajes van discurriendo si deben matar y cómo hacerlo.
El argumento me recuerda a comedias negras del tipo ‘Misterioso asesinato en Manhattan’ u ‘Ola de crímenes’…
Sí, es humor negro del bueno. Un viaje emocional a través de los cuatro personajes, donde el espectador va descubriendo lo miserables que pueden llegar a ser. Porque al principio parecen todos estupendos, pero luego la cosa va cambiando…
De todas formas, aún siendo comedia negra, al mismo tiempo es una función muy blanca pues puede ser vista por toda la familia sin ningún problema. No es una obra violenta en ningún sentido y los niños entienden muy bien el argumento.
En este tipo de obras donde los personajes van cayendo en una vorágine de instintos básicos, siempre es muy importante la química entre los actores del reparto.
Totalmente, es muy necesario. Hacer teatro o cine es un trabajo en equipo y que el reparto se lleve bien fuera de escena o que sean personas de sensibilidades parecidas, influye más de lo que parece. Lo contrario puede perfectamente destruir una buena obra. Y te aseguro que eso ocurre.
Después de todo lo que hemos sufrido en la pandemia, quizás es el momento de empezar a reírnos de temas tabú como la muerte…
Yo creo que es el momento de todo tipo de comedia. Hemos vivido una época muy dramática que ha afectado y sigue afectando a muchas personas, ya sea porque han sufrido el fallecimiento de seres queridos o graves pérdidas económicas. Son tiempos convulsos, con mucha desorientación en el terreno público. Por eso conviene utilizar el humor como recurso para escaparse de toda esta miseria económica y moral que nos rodea.
Desde hace poco también presentas la nueva versión de ‘El precio justo’. Ese concurso que siempre vuelve.
Es un clásico que siempre funciona. Desaparece, pero vuelve a aparecer. Yo me alegro de que esta nueva etapa me haya tocado a mí porque la estoy disfrutando mucho. Hemos sido de los pocos programas de este año con público, y en breve podremos incluso grabar sin que lleven mascarilla. Será como una ventana a la época en que hacíamos vida normal (risas).
Siempre has dado el perfil para concursos de éxito. Quizás ayude ese gran repertorio de poner caras de suspense que tienes.
Eso sobre todo funciona en los concursos de preguntas y respuestas porque ayudan a crear tensión… y por tanto emoción. Ten en cuenta que el espectador desde casa no participa en el juego, así que para hacerlo atractivo tenemos que poner incertidumbre. Y es bonito ayudar con ese tipo de elementos a generar una atmósfera de suspense.
Los concursos me acompañaron sobre todo en mis inicios televisivos, pero desde que en 2016 regresé a Mediaset el 80% de los programas que he presentado han sido de otros formatos como realities o First Dates.
«El equipo de First Dates busca por todo el país a las personas más auténticas y espontáneas»
Hablando de First Dates, ya estáis cerca de cumplir seis años. Me sorprende que habiendo pasado ya de todo, aún os sigan ocurriendo situaciones nuevas.
El mérito es del equipo de producción, que son quienes buscan personas en todos los rincones del país sabiendo escoger a los más auténticos y espontáneos. De lo contrario habría sido imposible lograr semejante éxito tan prolongado.
¿Y qué porcentaje de los participantes crees que de verdad acaban siendo parejas consolidadas?
Yo diría que hacia un 12-15%, más o menos como en la vida real. Y es que el programa no deja de ser un reflejo de la vida.
«Dentro de unos meses todos estaremos haciendo vida como si la pandemia nunca hubiera ocurrido»
Quizás ahora, cuando se pase la pandemia, nos venga una época de mucho ligoteo…
Sé que algunos piensan eso, que nos ocurrirá lo de los ‘felices años 20’. Pero a mí me parece que la covid ha sido más bien como la peste bubónica de la Edad Media o de la Grecia de Pericles. No creo que las morales de los ciudadanos se vayan a rebajar tanto (risas), sino que simplemente volveremos a nuestra vida normal. Ya verás como en un par de meses estaremos todos como si no hubiera pasado nada.