Hoy queremos rescatar del olvido a una mujer eldense que paradójicamente se convirtió en una gran actriz en América, al tiempo que sigue siendo una casi total desconocida en su propia tierra.
Hablamos de Liliana Durán, obligada a partir hacia el exilio siendo niña por razones políticas totalmente ajenas a ella. No le fue nada mal en su nueva vida, pues llegó a labrarse una fama como seguramente nunca habría soñado cuando subió a aquel barco que la alejaría de España para siempre. Este mes se cumple el decimoquinto aniversario de su fallecimiento, y desde este periódico hemos querido recordar a esta estrella que tanto brilló al otro lado del charco.
Huyeron del franquismo a América porque su padre había sido gobernador civil de Girona por CNT
El exilio
Liliana Durán Leal vino al mundo el 2 de mayo de 1932 en Elda, cuando eran tiempos de la Segunda República. Su padre, Expósito Durán, trabajaba en telecomunicaciones, probablemente en el centro telefónico de Alicante. Estaba afiliado al sindicato anarquista CNT.
Durante la Guerra Civil su progenitor fue nombrado gobernador civil de la provincia de Girona. Probablemente Expósito apenas ejercería dicho cargo durante un breve período de tiempo.
Cuando las tropas sublevadas conquistaron Cataluña a principios de 1939 la familia Durán se vio obligada a escapar al exilio por miedo a sufrir represalias del nuevo régimen franquista. Desconocemos si tomaron un barco hacia el norte de África o bien huyeron por tierra hacia Francia. Lo cierto es que acabaron en México, la nación que más refugiados españoles estuvo dispuesta a acoger.
El cine mexicano
En el país azteca Liliana sintió el gusanillo de la actuación. Ya de adolescente formó parte del reparto en alguna obra de teatro, y poco después logró pasar a la gran pantalla. Su debut en el cine fue con dieciocho años, en una película llamada ‘Donde nacen los pobres’, con un papel secundario. La eldense convenció al director, José Díaz Morales, quien le dio rápidamente una nueva oportunidad más protagónica en la cinta ‘La malcasada”. Desde entonces se convertirá en su auténtica musa, llegando a realizar hasta siete largometrajes juntos.
Los años cuarenta y cincuenta fueron la llamada ‘Época de Oro del Cine Mexicano’, en la que se hacían películas como churros por aquel país. Nuestra joven actriz se subió rápidamente al carro y trabajó con varios de los más significativos directores y artistas del momento. Entre ellos, Pedro Infante, Germán Valdés ‘Tin-Tan’, Jorge Mistral, etc.
En el amor vivió un apasionado romance con otro español exiliado, el escritor y político republicano conquense Luis Rius. Sin embargo, quien realmente acabó ganando el corazón de Liliana fue un publicista mexicano llamado Eduardo (Héctor según otras fuentes) Quintanilla. Tras casarse con él, por motivos laborales de su marido se trasladaron a Venezuela.
Se especializó en interpretar papeles de mujeres malvadas
Las telenovelas venezolanas
Durante los siguientes años Liliana fue cambiando el cine por el que siempre ha sido el género fetiche de Venezuela: las telenovelas. La eldense logró ser una de las mayores especialistas del país en interpretar personajes malvados de culebrones. Los directores solían elegirla para dar vida a estas villanas por su facilidad para dominar la escena, su potente voz y su carisma.
Coincidió con la época dorada del cine en México y de las telenovelas en Venezuela
En Venezuela fue donde vivió su mejor etapa como actriz. Sus constantes apariciones en telenovelas la convirtieron en uno de los rostros más reconocibles para aquel público en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta. Muchos identifican esta época precisamente como los años más dorados de las producciones televisivas en dicho país.
Nos consta que Liliana Durán llegó a pisar los Estados Unidos. En un registro de personas llegadas por barco en 1955 a Texas aparece su nombre procedente de La Guaria (Venezuela). Quizás fuera allí para grabar alguna producción mexicano-estadounidense en Hollywood, o tal vez para promocionar su película ‘Escuela de vagabundos’, que se estrenó ese mismo año.
Retiro
Su último trabajo fue en la telenovela ‘Peligrosa’, de 1994, interpretando a la madre del protagonista. Tras esta experiencia decidió retirarse de la escena para establecerse en la isla de Margarita, un archipiélago caribeño típico lugar de vacaciones o jubilación para los venezolanos.
Desconocemos si alguna vez Liliana Durán regresó a Elda. Sí sabemos, por una entrevista que realizó unos años antes de fallecer, que viviendo en Venezuela llegó a tener una casa en Madrid. Tal vez en alguna visita a España aprovechara para pasarse por su ciudad natal. En caso de que así lo hiciera debió de ser en un total anonimato, pues no hemos encontrado ninguna mención en la prensa local de la época.
Hoy en día ni tiene una calle dedicada en el municipio. Toda una leyenda en América, recordada por los amantes de la mejor época del cine mexicano y por los venezolanos de aquella generación, cuyo nombre apenas suena a nada en España… ni tan siquiera en Elda.