El término ‘transformación digital’ ha resultado ser, durante los últimos años, un comodín dentro del discurso político para referirse al inmenso reto que supone transformar y actualizar no solo buena parte del modelo productivo de España y del resto de las economías del planeta, sino todos los ámbitos de la vida diaria del ciudadano medio.
Esas dos palabras sirven de paraguas para un enorme catálogo de acciones a abordar de forma más o menos urgente, que, haciendo un resumen muy simplista, deben conseguir que la actividad diaria, tanto la económica como cualquier otra, vaya acorde con la rápida evolución actual de los tiempos en lo que a nuevas tecnologías se refiere.
El turismo, una de las actividades que más aporta al PIB del país, no es ajeno a todo ello, y, con la revolución que está suponiendo la transformación de los Destinos Turísticos Inteligentes (DTI) como ariete, la industria de la que viven Benidorm y el resto de la Costa Blanca está marcando, sin duda, el camino a seguir por otros muchos sectores.
Accesibilidad universal
El DTI, como el concepto mismo de la transformación digital, es una entelequia tan amplia y con tantas aristas que, muchas veces, parece conjugarse en un lenguaje muy alejado de la comprensión y el día a día del ciudadano medio. Por ello, siempre resulta clarificador, para comprender el camino hacia el que se dirige nuestro futuro, que ciudades como Benidorm concreten en proyectos entendibles y tangibles todo ese bombardeo de información constante.
La capital turística, primer DTI certificado del mundo, sigue avanzando en ese sentido, y, como ya anunciara en este mismo medio su alcalde, Toni Pérez, ha puesto ahora el foco en conseguir el que, junto a la sostenibilidad, es uno de los grandes retos a abordar de manera más urgente: la accesibilidad universal de sus productos.
De nuevo nos encontramos ante un campo de acción muy grande que engloba cuestiones que van desde la movilidad hasta otras muy concretas, como es garantizar el acceso a personas con cualquier tipo de discapacidad a su oferta turística, algo en lo que la ciudad de los rascacielos dará un nuevo e importante paso en el ya muy próximo otoño.
El proyecto se implantará en el casco antiguo, desde donde se expandirá al resto de la ciudad
Tecnología española
En concreto, Benidorm aprovechará los próximos meses para implantar un innovador sistema de marcadores para el guiado de personas con discapacidad visual en su casco antiguo. De antemano el proyecto no resulta extremadamente novedoso, pero sí lo es el enfoque que se le va a dar en la ciudad. Como explica Toni Pérez, “se trata de una herramienta pensada para facilitar la accesibilidad a las personas con discapacidad visual, pero en Benidorm podrá ser utilizada por cualquier usuario”.
NaviLens, que es el nombre que recibe la tecnología que se implantará en la zona más céntrica de Benidorm este otoño, es “una herramienta de desarrollo español que está en absoluta sintonía con los planes de accesibilidad universal y turística de la ciudad, y nos permite avanzar en nuestro objetivo de alcanzar la plena accesibilidad en un arco temporal lo más reducido posible”, añade el primer edil.
Creada como herramienta para personas con discapacidad visual, Benidorm la evolucionará a un sistema más universal
Pérez especificaba que, sin limitarse al objetivo para el que ha sido diseñada la herramienta, Benidorm pretende “ir más allá y aprovechar toda su potencialidad e implementar la aplicabilidad universal, de forma que empleemos estos mismos códigos para diferentes usos”. Añadiendo que, tras su implantación en el casco antiguo, se pretende “ampliar su aplicación a otros niveles”.
Permitirá crear audioguías o facilitar al usuario información relevante a tiempo real
Ampliaciones futuras
Benidorm ha demostrado con hechos que no ha llegado a la revolución de los DTI solo para amontonar ideas y documentos lustrosos sobre el papel, sino que ha pisado a fondo el acelerador para hacer llegar esa realidad a pie de calle. Así, con el caso de NaviLens, Pérez avanza que, llevándolo más allá de esa función primigenia de ayuda a personas con discapacidad visual, al proyecto “se podrían incorporar, en una siguiente fase, audioguías con datos históricos, patrimoniales y de cualquier aspecto turístico, o facilitar a tiempo real información relevante que deba conocer el usuario”.
Para garantizar el acceso universal a esta tecnología, basada en unos códigos de colores evolucionados desde los ya extendidos y conocidos QR, podrán ser ‘leídos’ usando “cualquier teléfono móvil gracias a una aplicación libre y gratuita que, además, permitirá ese escaneado desde una distancia de entre cuatro y quince metros, e incluso en movimiento”, avanzaba Pérez.
Otro factor no menos importante: teniendo en cuenta la procedencia internacional de gran parte del turismo benidormense, Pérez destaca que la propia aplicación “permite la traducción de la información al idioma del usuario de forma automática, e incluso puede aportar un mensaje visual en lengua de signos”.