Entrevista > Javier Gómez Quintana / Pintor (Cañada de Gómez, Argentina, 20-julio-1982)
Javier Gómez Quintana nació en Argentina y se vino a España a los catorce años. Desde muy pequeño sintió curiosidad por la pintura. Empezó Historia del Arte en Granada pero decidió estudiar Bellas Artes en Altea, ciudad de la que se enamoró y en la que permaneció durante diecisiete años.
Actualmente reside en Murcia, aunque afirma que Altea siempre quedará marcada en su corazón. Ha viajado por toda España pintando al natural las calles, las gentes y los paisajes que veía, logrando numerosas menciones y premios artísticos. Hay obras suyas colgadas en numerosos ayuntamientos españoles y en muchos países del mundo. Javier pinta allá donde va, con su técnica mixta y su realismo contemporáneo, contando cuentos con su pincel y sus colores.
«Altea tiene mi amor eterno»
Hace diecisiete años viniste a estudiar a Altea. ¿Cómo recuerdas aquella etapa?
Fueron tiempos llenos de energía en una ciudad tan preciosa, acogedora y familiar. Siempre me sentí como en casa. Era una ebullición de energías, de muchos artistas, tanto forasteros como alteanos, que te envolvía en una burbuja llena de posibilidades, contrastes y altas vibraciones, en la que aprendías mucho.
En otras palabras, Altea era un universo de posibilidades artísticas. Allí conocí a autores muy importantes para mí, que, además de Dalí, Escher, Picasso o Van Gogh, también marcaron mi trayectoria como pintor y muchas partes de mi vida. Altea tiene mi amor eterno.
Luego abriste una galería de arte en la misma Altea…
Decidí abrir una galería donde enseñar mi obra y poder venderla. Se llamó Luz de Altaia. Ofrecíamos obras mías y de otros pintores, bisutería de mi hermano Ignacio, Creaciones Naday, y otras cosas más. Nos fue bastante bien en el plano económico, aunque por motivos ajenos a nuestro arte nos vimos obligados a cerrar. No obstante, siempre queda la idea de retomar el proyecto.
¿Cómo percibes la relación histórica del pueblo de Altea con el arte? ¿Aún perdura esa esencia bohemia?
Conociendo a muchos artistas de Altea pude apreciar la estrecha relación que tiene el pueblo con el arte. Aquí han venido numerosos artistas de diversos lugares a desarrollar, como yo, su arte. Músicos, poetas, pintores, etc. Y creo que ese crisol de disciplinas artísticas hizo de Altea la cuna del arte. Pictóricamente hablando, la luz que tiene Altea invita a los pintores a reproducirla.
Actualmente creo que perdura dicha esencia, aunque con toda esta crisis de la pandemia los bohemios hemos estado más escondidos. Pero seguimos estando. Por otra parte, las nuevas tecnologías, los nuevos procesos y las nuevas formas de vida, distorsionan un poco el concepto de bohemia. Con el paso del tiempo se ve más desasociado Altea con el arte y la bohemia.
«Al pintar me gusta hacer estático algo tan volátil como el tiempo»
¿Por qué te especializaste en la pintura al natural?
Siempre me gustó la pintura al natural. La idea de plasmar lo que percibo en todas sus dimensiones, en el momento presente, hacer estático algo tan volátil como los instantes que van pasando… También he pintado basándome en fotografías, aunque considero que carecen de esa dimensión del tiempo, que es imprescindible a la hora de plasmar un ‘cuento’.
Me gusta pintar lo que veo -el pueblo, sus rincones, sus gentes- en el instante actual. También me agrada valerme del contraste de conceptos y plasmar una realidad lo más cercana y reconocible posible. Todo se transforma: la gente se mueve, el tiempo pasa, incluso la luz cambia de un instante a otro. Y yo deseo plasmar ese momento en todas sus formas.
¿Cuáles son los referentes que más han marcado tu trayectoria?
Mis referentes son muchos. Desde Dalí, pasando por el Impresionismo, toda la pintura del siglo XIX, Escher, Picasso… hasta mis compañeros de los concursos de pintura al aire libre de toda España.
Me gustan las curiosidades de muchos artistas de las disciplinas más diversas, y estos también han marcado mi trayectoria artística. Incluso cuento con artistas que me inspiran en las redes sociales; no les conozco pero tienen mucho que decir. Internet también es un buen referente.
«Pinto donde encuentro una historia interesante que contar»
En agosto te veremos pintando en las calles de Altea. ¿Tienes pensado dejarte llevar o vas con alguna idea previa? ¿Cuáles son los lugares más te inspiran?
Sí, este mes de agosto estaré pintando por las calles de Altea. Lo único que llevo premeditado es el concepto. No voy con ninguna idea en particular; ni siquiera sabré dónde me voy a colocar hasta el mismo día.
Tengo ganas de pintar el mar, el casco antiguo, la gente, la noche… Pinto donde encuentro una historia interesante que contar.
Háblanos de la exposición que inaugurarás este verano en el bar-galería Altearte.
Desde el primer jueves de agosto, durante todo el mes, tengo una exposición en Altearte, un bar-galería situado en el casco antiguo de Altea. Allí podréis verme pintando un cuadro en vivo en el momento de la inauguración y otros días más.
También habrá una exposición de mis últimas obras, en un espacio que comparto con la ceramista y acuarelista Emilia García-Villalba Fernández.
¿Ha cambiado tu vida desde el punto de vista artístico desde que resides en Murcia?
Altea es mágica pero La Alberca, en Murcia, donde estoy ahora, también tiene su magia. Sigo pintando en las calles y en mi casa, y siempre encuentro algo que contar; me inspiro tanto aquí como allí.
Creo que mi pintura no ha cambiado tanto. Además, siempre puedo visitar Altea, que está tatuada en mi corazón.