Las esculturas de arena, ese arte efímero que lleva años maravillando a locales y visitantes en los arenales de medio mundo, se han convertido en una estampa muy habitual de las playas de la Costa Blanca y, por supuesto, también de las de Orihuela.
Los mejores escultores han llevado sus obras a niveles de complicación inimaginables para la mayoría de nosotros, pero como ocurre con todas las expresiones artísticas, esas creaciones son, en el fondo, el producto de años de práctica y perfeccionamiento que empezaron, casi como un juego, siendo todavía niños.
Pese a la cada vez mayor presencia de los entretenimientos tecnológicos en las vidas de los más pequeños, hay cosas que no cambian y muy pocos, por no decir ninguno, se puede resistir a la tentación de coger un cubo y una pala y, aprovechando el frescor y la materia prima que ofrece la orilla del mar, construir sus propios castillos que, con un poco de imaginación, convierten en auténticas fortalezas.
Sensibilización medioambiental
Por ello, no es de extrañar que grandes y pequeños pasaran un un día genial demostrando sus habilidades con la arena en el Concurso de Figuras de Arena en la Playa celebrado en La Zenia.
El certamen reunió a niños, jóvenes, adultos y familias completas que derrocharon imaginación para que su escultura, que debía estar en esta ocasión relacionada con la naturaleza marina, fuera la ganadora.
Tal y como explicaba el concejal de Medio Ambiente del ayuntamiento oriolano, Dámaso Aparicio, “lo que queremos es sensibilizar con estas actividades a todos los ciudadanos de la importancia de proteger el medio ambiente y, en este caso, el litoral”.