La provincia de Alicante se ha convertido en una zona de paso casi obligatorio para la Vuelta a España, la prueba ciclista más importante del calendario internacional que se disputa en nuestro país y que en este 2021 ha conseguido reunir una participación de auténtico lujo con la presencia, entre otros, de su ganador en las dos últimas ediciones, Primoz Roglič; el flamante campeón olímpico, Richard Carapaz; el ganador del Tour de Francia de 2019, Egan Bernal; la gran esperanza española, Enric Mas o el ídolo de buena parte de la afición patria, Mikel Landa.
Sin ir más lejos, la última visita de la ronda española a tierras alicantinas data del todavía reciente 2019, cuando la Salinas de Torrevieja acogieron la gran salida con una contrarreloj por equipos que nos dejó imágenes realmente bonitas que quedaron grabadas en la memoria de los aficionados.
Aquel mismo año, antes de poner rumbo a otras zonas del país, la Vuelta también visitó las ciudades de Alicante, Benidorm, Calpe e Ibi.
Montaña decisiva
En ese 2019, como también en 2017, con metas en Xorret del Catí y Cumbres del Sol, lugar al que se arribó tras partir desde Orihuela, la carrera pasaba por la provincia alicantina en su fase inicial por lo que, pese a que la montaña del interior siempre nos dejó etapas dignas de recuerdo, no jugaron un papel fundamental en la resolución final de unas ediciones que, recordemos, acabaron por llevarse Chris Froome (2017) y Primoz Roglič (2019).
Alicante sí fue juez final de la carrera en el año 2016. Aquella fue la edición en la que Alberto Contador y Nairo Quintana protagonizaron una preciosa emboscada camino de de Formigal que a la postre le costaría el triunfo final a Chris Froome.
El último vuelo de El Cóndor
La carrera acabó entonces en tierras alicantinas –con permiso de la tradicional última y más bien festiva etapa de Madrid–, a las que entró por Calpe antes de aquella brutal jornada que transcurrió entre Benidorm y el alto de Aitana.
Allí se impuso el francés Pierre Latour, fugado de un pelotón en el que la atención estaba puesta en el duelo que librarían en esas rampas finales Quintana, El Cóndor, y Froome y que acabaría con el triunfo final del primero en la que es, hasta la fecha, su última victoria en la general de una gran vuelta.
Primer gran duelo de 2021
La presente edición de la Vuelta a España partió de Burgos el pasado fin de semana y tras un descafeinado paso por el Picón Blanco, la etapa alicantina con final en el inédito Balcón de Alicante apunta con ser el primer gran test en el que los favoritos a la victoria final deben mostrar sus cartas.
La jornada del viernes, con 152 kilómetros de recorrido, atravesará buena parte del interior provincial y sumará cinco puertos intermedios como son los de La LLacuna (1ª categoría), Benilloba (3ª categoría), Tudons (2ª categoría), El Collao (2ª categoría), Tibi (3ª categoría) para redondear el día en un primera que debuta en la ronda española como es el Balcón de Alicante.
Se trata, este último, de una subida de 8,4 kilómetros con una pendiente media del 6,2% que concentra casi toda su dureza en la segunda parte de la ascensión, donde las rampas nunca bajan del 9% alcanzando, en algunos puntos el 14%.
De Santa Pola al sur
Un día más tarde, Santa Pola será la localidad desde la que la Vuelta a España tome la salida de su octava etapa y ponga rumbo al sur. La llegada de ese día estará situada ya en la Manga del Mar Menor, pero antes de entrar en territorio murciano la carrera visitará Guardamar del Segura, Torrevieja o Punta Prima.
Será esta una jornada completamente llana en la que los velocistas deberían ser, a priori, los grandes protagonistas ya que los grandes favoritos, tras la paliza del día anterior y la proximidad de la llegada al Alto de Velefique, aprovecharán para reponer fuerzas pensando ya en la segunda semana de carrera.