Pasada la resaca olímpica, la atención de los aficionados al deporte vuelve, irremediablemente, a darle la espalda a los llamados deportes minoritarios, esos que siempre lo serán por la falta de apoyos y, sobre todo, ausencia de exposición mediática y televisiva.
Pasarán ahora otros cuatro años (tres en esta Olimpiada pandémica) hasta que esos atletas, que trabajan y se sacrifican igual que los más conocidos futbolistas, baloncestistas, tenistas o ciclistas, vuelvan a gozar del calor del foco de la atención pública.
Mientras, seguirán entrenando y compitiendo, consiguiendo sus pequeños grandes logros que, si fuesen alcanzados por sus colegas más mediáticos, ocuparían portadas y abrirían informativos.
Salto internacional
Un claro ejemplo de ello es la tiradora de l’Alfàs del Pi Paula Morcillo. Habitual ya en los podios de las competiciones del calendario doméstico, Morcillo se ha vuelto a ganar un hueco en la convocatoria de la selección española y, en esta ocasión, viajará hasta Almaty (Kazajistán) para disputar la próxima prueba de la Copa del Mundo.
Campeona de España en las categorías Juvenil y Júnior, la tiradora alfasina mira ya de reojo hacia París 2024 tras colarse en la convocatoria del equipo nacional Júnior de foso olímpico.
De Cheste a Kazajistán
Morcillo se encuentra ahora concentrada, junto al resto de la Selección, en Cheste (Valencia) preparando esa cita de la Copa del Mundo que se celebrará en la ciudad kazaja de Almaty del 28 de agosto al 6 de septiembre donde, junto a la deportista alfasina, también estarán Mar Molnè, Javier Martínez Fuster, Juan Antonio García, y Andrés García a las órdenes del seleccionador nacional Júnior, Jorge Arias.
Todos ellos están preparando su próximo compromiso internacional con la máxima intensidad y pondrán todo su empeño para tratar de confirmar los buenos resultados obtenidos en el pasado Campeonato de Europa de Osijek (Croacia) donde Paula Morcillo ya demostró su gran potencial al meterse en el top15 en individual y rozar el top10 (fue undécima) por parejas.