Hemos esperado un año entero para disfrutar de unos días de descanso que siempre comenzamos con la máxima de las ilusiones, pensando que nos van ayudar a alcanzar un estado de plena felicidad. Ahora, con el final del mes de agosto tan próximo, la mayoría miramos con ganas, pero también con cierto fastidio, el día marcado en rojo en el que debemos volver a la rutina. De nuevo, al trabajo, al colegio, a los madrugones, al atasco…
Se trata de una transición complicada en lo emocional, pero que se puede hacer todavía más difícil si nos creemos los falsos mitos que, alrededor del llamado síndrome postvacacional han ido surgiendo. Hoy, repasamos y desmontamos algunos de los más extendidos.
Para ponerse en forma hay que sudar
Esas cañas en el chiringuito y las copiosas comidas estivales han tenido su efecto y con la vuelta a la rutina también queremos volver a nuestra talla habitual. Existe la creencia falsa de que cuanto más se sude más calorías quemas, pero la transpiración está relacionada con otros factores como la humedad, la temperatura o el peso. Si queremos darle un empujón a nuestro entrenamiento podemos combinarlo con una alimentación equilibrada.
El moreno desaparece si te exfolias
Los planes al aire libre y las horas tomando el sol han conseguido que tu piel luzca un tono bronceado muy favorecedor. Para mantenerlo durante el máximo tiempo posible tenemos que desterrar mitos como el que rodea a los peelings. Una exfoliación suave y no agresiva eliminará células muertas potenciando un tono más uniforme y luminoso. ¿Por qué? La epidermis se regenera y la piel luce más suave y uniforme. Además, esta exfoliación mejora la absorción del resto de productos que aplicaremos tras esa exposición solar.
Es imposible sentirte como antes de vacaciones
Enfrentarse de nuevo a la rutina es costoso y en este sentido hay que trabajar la famosa higiene del sueño. ¿Esto qué quiere decir? Durante las vacaciones alargamos las noches y nos despertamos algo más tarde. Estas pautas de sueño cambian y nuestro reloj biológico sufre desajustes que pueden provocarnos insomnio. Pero esto no dura para siempre ni es imposible, ¡eso es un mito! Para volver a retomar horarios hay que hacerlo de forma progresiva y podemos ayudarnos de la aromaterapia o aceites esenciales que contengan valeriana.
Solo sufres un golpe de calor cuando tomas el sol
Cuando la temperatura es elevada, el cuerpo puede sufrir un golpe de calor, aunque no esté expuesto directamente al sol. En caso de que ocurra, hay que bajar la temperatura poco a poco y rehidratarse. Uno de los mayores peligros a la hora de tratar un golpe de calor es el contraste brusco de temperaturas. Si nos damos una ducha, por ejemplo, es recomendable empezar con agua templada e ir aclimatando el cuerpo hasta llegar a la ducha fría.