“La modelización matemática de redes permite anticiparse a la aparición de los problemas. Con un modelo matemático simulamos el comportamiento de un sistema, tanto de agua potable como de alcantarillado ante una determinada situación. Somos capaces de simular una avería de un elemento de la red de distribución (un bombeo, una conducción) y ver quién se ve afectado y cómo; o simulamos una lluvia y vemos dónde y en qué magnitud se van a producir las mayores acumulaciones de agua, dónde las conducciones no van a ser suficientes o dónde van a producirse vertidos al medio y de qué magnitud”. Así es como Ana González, técnica del Área Técnica de Hidraqua, define la importancia de los modelos matemáticos en la gestión del ciclo integral del agua.
González inició su trayectoria en la compañía hace dos décadas, donde ha desempeñado varios cargos dentro del departamento de Operaciones. Actualmente, sus funciones están ligadas a la preparación de licitaciones de agua, alcantarillado y obras, así como a la elaboración de memorias valoradas, proyectos, planes directores y todo tipo de informes especializados en el ciclo integral del agua.
“Para conseguir que los modelos matemáticos ofrezcan información fiable necesitamos contar con información precisa, y ahí es donde entra en juego la digitalización”.
Los sistemas de adquisición de datos como el telemando, la telelectura de red fija, los sistemas de información geográfica, las redes de pluviómetros y limnímetros en las conducciones de alcantarillado, permiten a Hidraqua disponer de datos reales y continuos. “La interconexión entre los distintos programas y sistemas posibilitan que todos estos datos lleguen a un único punto, como puede ser Dinapsis, desde el que podemos tratarlos de forma conjunta e integrada. Sólo con los programas informáticos actuales, con los equipos adecuados y el personal especializado, somos capaces de simular distintas situaciones a las que dar respuesta”, añade González.
Una vez que Hidraqua sabe cómo se va a comportar un sistema ante una situación, puede adelantarse a que se produzca y dar una solución de antemano. “De este modo, sabemos qué actuaciones van a ser necesarias, dónde y por qué, lo que nos permite optimizar las inversiones a realizar”.
Por otra parte, la digitalización de los sistemas de alcantarillado y pluviales ha permitido a la modelización matemática simular procesos muy cercanos a la naturaleza e introducirlos en la gestión del ciclo integral del agua como son los SUDS: los sistemas urbanos de drenaje sostenible. “Conociendo y estudiando la respuesta que da la naturaleza ante una lluvia, somos capaces de replicar su comportamiento e introducirlo en los sistemas urbanos, diseñando nuestras ciudades para que podamos gestionar las aguas pluviales en origen y no de forma reactiva, es decir, realizando un drenaje sostenible”.
Además, la modelización matemática es la base para otras herramientas digitales, como los sistemas de gestión de activos que se basan en ella para estudiar el comportamiento de los distintos elementos de una red de agua potable o de alcantarillado y optimizar su explotación y renovación.
“Hoy en día la digitalización en la modelización de redes está disponible para cualquier municipio de los que gestiona Hidraqua y en todos ellos disponemos de sistemas básicos de recogida de información que nos permiten la modelización. Conforme se van implantando soluciones Smart, esta modelización se va acercando más y más a la realidad de cada municipio”, concluye González.