Las excavaciones arqueológicas en la Alquería de Puça han finalizado con “hallazgos muy interesantes”, en opinión del equipo de dirección del proyecto Territorio Bitrir que estudia el territorio medieval del valle de Puça y su relación con Els Castellarets y el antiguo poblado fortificado de Petrer.
Del 9 al 21 de agosto se han llevado cabo excavaciones en un bancal de olivos de esta zona rural. Concretamente, se han hecho tres sondeos arqueológicos definidos a partir de las conclusiones obtenidas en la Fase I del proyecto realizada el año pasado, cuyo objetivo era localizar las zonas con mayor potencial arqueológico a través de las técnicas de prospección.
Establecida la cronología de abandono
En cuanto al material arqueológico hallado durante este mes de agosto, predominan los fragmentos cerámicos de los siglos XII y XIII, con restos de la vajilla andalusí como una jarrita con decoración esgrafiada, fragmentos de jarras, tinajas, candiles, etc., lo que ha permitido establecer una cronología de abandono situada a mediados del siglo XIII, con la llegada de los conquistadores cristianos.
Además de las cerámicas, cabe destacar una varilla de bronce identificada como un huso relacionado con las actividades textiles, un enlucido decorado con círculos concéntricos y parte de una yesería con una cenefa con una decoración de cuerdas entrelazadas.
También se han encontrado dos muros de mampostería pertenecientes a algún tipo de edificio, aún no definido, de la alquería andalusí de Puça. Cada muro ha aparecido en los dos primeros sondeos. Tras el desmonte del derrumbe se ha podido localizar un banco de mampostería adosado al propio muro, así como un recorte en el terreno de forma cilíndrica, a modo de fosa, rellena con material de construcción y carbones cuya funcionalidad están investigando y la hipótesis actual puede ser que se trate de un posible silo.