Aunque pueda parecer el argumento de una mala película de sobremesa del fin de semana, lo cierto es que es una realidad posible. Un día soleado, tranquilo y en el que todo hace pensar que nada fuera de lo normal sucederá puede tornarse, en cuestión de minutos, en un auténtico caos.
Una chispa en el lugar menos adecuado o una tromba de agua inesperada son, en muchos casos, el inicio de una pesadilla que, a la vez, requiere de una ingente cantidad de trabajo para evitar la pérdida de vidas humanas.
Para conseguirlo, y, sobre todo, para que las acciones y decisiones a tomar se hagan de manera ordenada, los municipios elaboran sus planes de emergencia ante los riesgos más probables a los que se enfrentan. Enrique Quílez, concejal de Seguridad Ciudadana de Elda, repasa la situación en la que, en ese sentido, se encuentra la ciudad.
Recientemente anunciaron el inicio de los trámites para redactar un nuevo plan de emergencias ante incendios forestales. ¿Se trata de una actualización del existente, o de un trabajo que se inicia desde cero?
Es una redacción desde cero. Hasta ahora contamos con el Plan Territorial Municipal de Emergencias; de él deben emanar el resto de proyectos específicos, como, por ejemplo, el de inundaciones, que ya tenemos redactado y que al que solo le falta la homologación del Ivaspe.
Además, habíamos solicitado también el de riesgos sísmicos, pero por una cuestión presupuestaria no ha pasado la criba y se ha quedado fuera, aunque lo retomaremos para redactarlo en el futuro.
«Las quemas agrícolas son un gran riesgo para toda esta zona»
¿Cuáles son los principales riesgos previsibles para Elda?
Para Elda y el resto de municipios de la zona, el principal riesgo quizás esté en el campo. Sabemos que a los agricultores se les autoriza la quema de sus rastrojos, y ese puede ser el foco esencial por el que se inicie un incendio. Al margen, claro, de otras acciones por parte del ciudadano o los fuegos intencionados.
¿Nuestra ciudad tiene medios suficientes para dar una buena primera respuesta ante una situación de emergencia?
Sí. Afortunadamente contamos con un servicio de bomberos muy cercano, y con ellos siempre hemos tenido una coordinación fabulosa. Por supuesto, todo dependerá de la magnitud del fuego, pero creo que esa primera respuesta está garantizada.
Este municipio no cuenta con una gran masa forestal, pero hay zonas que preocupan un poco más, como el cauce del río a su paso por el embalse. Lo que tenemos presente es que siempre puede suceder un incendio y tenemos que estar preparados para ello.
«Debemos saber si el río aguantaría la rotura de la presa de San Miguel»
Elda es una ciudad vinculada al calzado. ¿Es un tipo de industria que pueda suponer un riesgo añadido?
No. Lo cierto es que hay muy pocos casos de incendio en ese sector. Por ello, no es objeto concreto de este plan que vamos a redactar, que se centrará en los forestales. La cuestión de las industrias entraría en la coordinación propia del consorcio de bomberos.
Como ha dicho, ya tienen redactado el plan ante inundaciones. ¿Es Elda un municipio con un alto riesgo de inundabilidad?
El mayor peligro en ese sentido lo representa la presa de San Miguel, que está situada en la zona de Villena. En caso de que se produjera una rotura, es posible que el caudal del río no soportase esa gran cantidad de agua. Precisamente, contar con un plan de inundaciones nos permite saber cómo actuar en una situación así.
En el pasado ya hemos superado riadas provocadas por las tormentas. Elda está en pendiente, el cauce del río permite mucho caudal y hace ya algunos años se acometió la mejora integral del sistema de alcantarillado, precisamente para que pudiera absorber las aguas fluviales. Todo ello hace que, cuando llueve de esa forma, no se produzcan inundaciones como ocurría antes.
«La manera más rápida de alertar a los vecinos son las redes sociales»
En ese mismo sentido, ¿preocupa la crisis climática y las ya famosas DANAs?
El cambio climático es una realidad innegable. Lo hemos visto este verano, con las olas de calor que hemos padecido. Todo nos hace pensar que esto va a aumentar. Más allá de los planes de emergencia, que son documentos que nos dicen cómo responder ante esas situaciones, lo que hay que hacer es tomar medidas reales.
En ese sentido, ya sabemos que todos los municipios tendremos que tener, a partir de 2025, zonas de bajas emisiones; y eso, si no a paliar lo que ya nos hemos cargado a nivel mundial, ayudará a que no vaya a más.
En el supuesto de que se produzca una catástrofe en forma de incendio, inundación, o de cualquier otro tipo, ¿cómo prevén esos planes de los que estamos hablando mantener informada y dar instrucciones a la ciudadanía?
Hoy en día contamos con herramientas que ofrecen una gran inmediatez, como son las redes sociales. La mayoría de las personas las usamos en mayor o menor medida y se han convertido en la vía más rápida para lanzar este tipo de mensajes.
También tenemos a la prensa escrita y ‘online’, así como las radios. Desde el ayuntamiento se emitirían boletines y notas que serían reproducidos por los medios de comunicación. Además de todo eso, siempre está disponible el teléfono de la Policía local.