El pasado septiembre la Organización Mundial de la Salud (OMS) rebajó considerablemente los máximos recomendados de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire urbano. Si antes instaba a no bajar de los 40 microgramos por metro cúbico, ahora ha establecido el nuevo límite en 10 NO2.
Resulta que en toda España solo hay siete ciudades con más de 50.000 habitantes que cumplan con estos nuevos márgenes de acuerdo a los datos recogidos por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) correspondientes al año 2019. Y precisamente Elda es una de ellas. De hecho es la campeona… o más exactamente la cocampeona.
La más baja de España
Según la AEMA el aire de Elda tiene un nivel de 6 NO2. Solo Cáceres puede igualar esta cifra en toda España. Las otras cinco ciudades patrias que cumplen con los niveles recomendados son Benidorm, Badajoz, Palencia, Telde y Zamora.
Por poner otros ejemplos de la provincia Torrevieja presenta 12 NO2, Elche 14 y Alicante 21. En el extremo opuesto a Elda de la lista está Granada, la ciudad más contaminada de España, con un nivel de dióxido de nitrógeno que alcanza los 43. Fuera de nuestras fronteras, la capital europea con mayor contaminación es Bucarest dando hasta 57 NO2.
“Llevamos tiempo apostando por políticas medioambientales porque para este equipo de gobierno tiene mucha importancia vivir en una ciudad saludable. Aunque sinceramente nos ha sorprendido a todos esta grata noticia. Ya no es que seamos la ciudad con menos contaminación en el aire, sino que también somos la que tiene mejor proporción de empleo industrial en relación” nos indica Sarah López, concejala de Medio Ambiente.
Industria no contaminante
Y es que no deja de ser chocante que precisamente en una ciudad tan industrial como Elda se registren estos niveles tan bajos de polución. Según López, la apuesta de las fábricas eldenses por la modernización ha sido clave para lograr estos datos.
“Tenemos tres polígonos industriales muy potentes, pero nuestras empresas se han sabido adaptar muy bien a todas las nuevas normativas europeas cada vez más restrictivas hacia soltar humos a la atmósfera, realizar vertidos a alcantarillados, etc. Es un síntoma de buena salud de nuestra industria el que haya sido capaz de reaccionar tan rápido a estos requisitos” nos indica la edil.
No en vano otras conocidas ciudades industriales de nuestro país presentan niveles de contaminación atmosférica más elevados, como son Granollers (35 NO2), Getafe (33), Torrejón de Ardoz (29) o Avilés (21).
“Los empresarios eldenses han entendido muy bien que las inversiones en reducir los efectos contaminantes, aunque al principio supongan un coste económico, a la larga se acaban rentabilizando. Esto repercute no solo en los vecinos de la ciudad, sino también en la propia salud de los obreros industriales” opina López.
Tráfico
Otra circunstancia que ha favorecido estos buenos datos de Elda es su reducido nivel de tráfico en comparación con otras ciudades. “El número de vehículos que circulan por nuestras calles ha bajado considerablemente en los últimos años, y creo que en parte se debe al proyecto de humanización que estamos poniendo en práctica para que los peatones ganen espacios”, nos indica la concejala de Medio Ambiente.
En algunos casos, eso sí, la peatonalización de ciertas calles ha ido acompañada de cierta polémica. López se muestra partidaria de seguir apostando por esta línea, si bien señala que “estos procesos nunca deben suponer un empobrecimiento logístico que impida que los distribuidores puedan llegar a los comercios”.
La edil nos recuerda también que las directrices de la Agenda 2030 hacia los objetivos de desarrollo sostenible apuntan precisamente a peatonalizar cada vez más espacios públicos en las ciudades.
Concienciación ciudadana
No podemos obviar tampoco la responsabilidad que tienen los eldenses en este mérito a la hora de optar por un modo de vida más sostenible, con pequeñas acciones como no utilizar demasiado el coche, poner el aire condicionado a una potencia razonable, apagar la calefacción cuando se sale de casa, etc.
“Ya sé que hay gente que opina lo contrario, pero yo cada vez veo a los ciudadanos más concienciados. Y ya no solo por razones ecologistas, a veces coger el coche y buscar aparcamiento por el centro puede ser un engorro mayor que realizar los recados a pie en una ciudad pequeña como Elda. Además es bueno para el cuerpo y no gastas gasolina” opina López.
La edil de Medio Ambiente también quiere poner en valor la concienciación ecologista que se está realizando en los centros escolares de la localidad. “Hacen una labor fantástica con los niños. Muchos padres me dicen que son sus hijos quienes les enseñan cómo reciclar o les animan a coger la bicicleta. Gracias a ellos este cambio de mentalidad se está produciendo de una forma muy natural”.
La proximidad de la naturaleza
La especial geografía de Elda también es una aliada de la ciudad en cuestiones medioambientales, pues al estar inmersa en un valle y ser atravesada por el río Vinalopó cuenta con un importante pulmón verde que sin duda contribuye a limpiar el aire.
“Tener tan cerca la naturaleza también facilita la concienciación ciudadana. A los eldenses nos gusta vivir rodeados de tanto verde. ¿Cómo no vas a querer proteger todo este patrimonio natural?” nos indica Sarah López.
La concejala de Medio Ambiente nos asegura que durante el confinamiento de 2020 incluso se percibieron considerables cambios naturales en los ecosistemas de las montañas.
“Fue todo muy rápido, prácticamente a las dos semanas de estar encerrados nos dimos cuenta de que algunos lugares parecían ya un vergel. Recuerdo que cuando al fin nos dejaron salir de casa mucha gente acudimos al monte, porque nos dimos cuenta que algunos rincones ya eran distintos. No hay mal que por bien no venga, y esta pandemia nos ha permitido en cierto modo rencontrarnos con la naturaleza” afirma la edil.
Plan Elda 2030
Precisamente uno de los patrones del Plan Estratégico Elda 2030, presentado por el Ayuntamiento a principios de este año, está íntimamente relacionado con el ecologismo. En concreto se denomina ‘Elda Verde, Accesible, Sostenible y Eficiente’ y tiene como coordinador a Francisco Martínez Pérez, quien es doctor arquitecto, profesor en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia y un firme defensor del urbanismo sostenible.
Actualmente el grupo de trabajo dirigido por Martínez está estudiando el futuro desarrollo urbanístico que deberá tener Elda durante la próxima década, siempre en línea con el respeto al medio ambiente.
“Estamos manteniendo reuniones con expertos para trabajar en las líneas maestras. Al ser algo tan trasversal nos está llevando tiempo. Aún así ya hay algunas propuestas y se está estudiando su viabilidad” nos indica López.
Transporte público y carriles bici
Sin darnos todavía demasiadas pistas, la concejala sí nos admite algunos aspectos en los que Elda todavía puede mejorar como ciudad de cara a su sostenibilidad, como puede ser el transporte público.
“Estoy segura de que muchas personas dejarían el coche en el garaje e irían a trabajar en autobús si mejorasen nuestras conexiones intercomarcales. De hecho la gente cada vez tarda más en sacarse el carnet de conducir. Se nota que las nuevas generaciones tienen otros hábitos. Es complicado habilitar líneas fijas porque aquí tenemos muchas poblaciones pequeñitas, pero es un reto en el que estamos trabajando en el equipo de gobierno” nos indica.
Otro asunto que también está encima de la mesa es el de desarrollar los carriles bici. Si bien el término municipal eldense ya cuenta con diversos caminos habilitados para el ciclismo por las afueras, no ocurre tanto así en el interior del casco urbano.
“Nuestra ciudad tiene orografía complicada para los carriles bici, evidentemente no fue diseñada en su origen con este fin. No obstante debemos adaptarnos. Este punto también es un pilar fundamental de nuestro plan de humanización. Una localidad como Elda, que te la puedes recorrer a pie en una hora, tiene distancias que perfectamente se pueden hacer en bicicleta” nos asegura López.
Un reto para España
Actualmente Elda cuenta con una población de unos 52.000 habitantes censados. Si sumamos el área metropolitana con Petrer contamos a unas 87.000 personas.
Es evidente que las grandes urbes son más proclives a sufrir mayor contaminación que las pequeñas, pero aún así esto no es una regla exacta. Por ejemplo Madrid ocupa el séptimo puesto en el ranking de la AEMA y Barcelona el décimo. Ambas megalópolis son superadas en dióxido de nitrógeno por localidades mucho más reducidas como Coslada, Mollet del Vallés, Murcia, Terrassa, etc.
Esta drástica reducción del umbral mínimo que acaba de anunciar la OMS supone un reto muy importante para España en los próximos años, pues como hemos indicado tan solo siete ciudades del país lo cumplieron en 2019.
La AEMA también realizó mediciones de dióxido de nitrógeno en 2020, si bien éstas se consideran engañosas al haber sido tomadas en un año en el que la mayor parte de la población estuvo confinada durante meses y, además, muchas de las industrias cesaron su producción. Aún así, cabe señalar que Elda logró rebajar su nivel hasta el 3,4 NO2. De nuevo fue uno de los valores más bajos registrados en todo el país.